EN PORTADA | ¿QUÉ PIENSA DIOS DE LAS GUERRAS?
Dios y las guerras en la actualidad
Hoy, muchas personas viven oprimidas. Piden a gritos que Dios las ayude; pero se preguntan si algún día escuchará sus ruegos. ¿Y qué hay de aquellos que recurren a la guerra para poner fin a la opresión? ¿Considera Dios que tienen razones válidas y les da su apoyo?
No lo dude: Dios ve el sufrimiento que hay en el mundo y hará algo al respecto (Salmo 72:13, 14). En la Biblia, Dios promete que traerá alivio a quienes “sufren la tribulación”. ¿Cuándo lo hará? “Al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles [...], al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús.” (2 Tesalonicenses 1:7, 8.) Esta revelación de Jesús ocurrirá en el futuro, en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, también llamada Armagedón (Revelación [Apocalipsis] 16:14, 16).
Cuando llegue ese día, Dios mandará, no a seres humanos, sino a su Hijo Jesucristo junto con criaturas espirituales para que guerreen contra los malvados. Esas fuerzas celestiales acabarán con la opresión (Isaías 11:4; Revelación 19:11-16).
De modo que Dios no ha cambiado su punto de vista sobre las guerras. Sigue considerándolas un medio legítimo para acabar con la opresión y la maldad. Y tal como en el pasado, solo él tiene el derecho a decidir cuándo empezar una guerra y quién participa en ella. Hemos visto que Dios ya ha decidido acabar en el futuro con la maldad y defender a los oprimidos, y que su Hijo Jesucristo irá al frente de esa guerra. Esto significa que Dios no está de acuerdo con ninguna de las guerras de la actualidad, por más justa que parezca la causa.
Pongamos un ejemplo: imagínese a dos hermanos que empiezan a pelearse cuando su padre no está en casa. Dejan de pelear por un momento y lo llaman por teléfono. Uno de ellos dice que el otro empezó la pelea y el otro se queja de que su hermano lo trató mal. Ambos quieren que su padre les dé la razón. Pero, después de escuchar a los dos, les dice que dejen de pelearse y que esperen a que él regrese. Los hermanos obedecen por un tiempo, pero poco después vuelven a pelear. Cuando por fin llega el padre, se disgusta con los dos y los castiga por haberlo desobedecido.
Hoy, las naciones en conflicto a menudo le piden ayuda a Dios. Pero él no toma partido en ninguna de estas guerras. Incluso la Biblia dice: “No devuelvan mal por mal a nadie”, y añade: “No se venguen” (Romanos 12:17, 19). Es más, le ha hecho saber a la humanidad que debe esperar pacientemente a que él actúe, y eso ocurrirá en el Armagedón (Salmo 37:7). A él le desagrada que las naciones peleen entre sí; lo ve como un atrevimiento. Por eso, en el Armagedón mostrará su indignación y pondrá fin a las guerras en todo el mundo (Salmo 46:9; Isaías 34:2). En efecto, el Armagedón será la guerra que acabe con todas las guerras.
El fin de las guerras será una de las muchas bendiciones del Reino de Dios. Jesús habló de ese reino en esta famosa oración: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:10). No solo acabará con las guerras, sino que eliminará su causa: la maldad (Salmo 37:9, 10, 14, 15).a No sorprende que los cristianos estemos impacientes por ver las bendiciones que traerá el Reino de Dios (2 Pedro 3:13).
¿Falta mucho para que el Reino de Dios acabe con todo el sufrimiento, la opresión y la maldad? Las profecías de la Biblia que vemos cumplirse hoy demuestran que estamos “en los últimos días” del mundo tal y como lo conocemos (2 Timoteo 3:1-5).b Pronto, mediante la guerra de Armagedón, el Reino de Dios pondrá fin a estos últimos días.
Ya vimos que quienes mueran en esta última guerra serán las personas que no obedezcan “las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” (2 Tesalonicenses 1:8). Pero recuerde que a Dios no le gusta que nadie muera, ni siquiera los malvados (Ezequiel 33:11). Puesto que “no desea que ninguno sea destruido” en esta guerra final, su voluntad es que estas buenas noticias se prediquen “en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” antes de que llegue el fin (2 Pedro 3:8, 9; Mateo 24:14; 1 Timoteo 2:3, 4). Sí, gracias a la predicación que los testigos de Jehová están haciendo por todo el mundo, las personas tienen la oportunidad de conocer a Dios, de obedecer las buenas nuevas del Señor Jesús y de vivir en un mundo sin guerras.
a El Reino de Dios también acabará con otro enemigo de la humanidad: la muerte. Como podrá leer en el artículo “Preguntas sobre la Biblia” de esta revista, Dios resucitará a millones de personas, incluidas quienes fueron víctimas de las guerras a lo largo de la historia.
b Si desea saber más sobre los últimos días, consulte el capítulo 9 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, publicado por los testigos de Jehová.