LECCIÓN 26
¿Cómo podemos contribuir al cuidado del Salón del Reino?
Todo Salón del Reino de los Testigos de Jehová lleva el santo nombre de Dios, por lo que debemos mantenerlo limpio y en perfectas condiciones. Participar en esto es un privilegio y una parte importante de nuestro servicio sagrado. Todos podemos colaborar.
Ofrezcámonos a limpiar cuando termine la reunión. Después de cada reunión, algunos hermanos realizan voluntariamente una limpieza superficial del salón. Una vez por semana, lo limpian más a fondo. Un anciano o un siervo ministerial coordinan el trabajo, siguiendo por lo general una lista de tareas: barrer, fregar o aspirar; desempolvar y acomodar las sillas; limpiar y desinfectar los baños; limpiar ventanas y espejos; tirar la basura, y limpiar y arreglar los exteriores. Por lo menos una vez al año, se programa un día de limpieza general. Asignar algunas de las tareas a los niños es una buena manera de inculcarles respeto por nuestro lugar de reunión (Eclesiastés 5:1).
Ayudemos con las reparaciones. Todos los años se hace una inspección detallada del salón, tanto del interior como del exterior. Así se comprueba qué arreglos o mejoras hacen falta para conservarlo en buen estado y evitar gastos innecesarios más adelante (2 Crónicas 24:13; 34:10). Un Salón del Reino limpio y en buenas condiciones es un lugar digno donde adorar a nuestro Dios. Si nos ofrecemos a colaborar en su mantenimiento, demostraremos cuánto nos importa y cuánto amamos a Jehová (Salmo 122:1). Además, esto causará una buena impresión en la comunidad (2 Corintios 6:3).
¿Por qué no podemos descuidar nuestro lugar de reunión?
¿Qué tareas se realizan para mantener limpio el Salón del Reino?