11 En cuanto a mí, hermanos, si todavía estoy predicando la circuncisión, ¿por qué se me persigue todavía? Entonces, por cierto, se ha abolido el tropiezo*+ del madero de tormento.*+
18 Porque hay muchos —solía mencionarlos frecuentemente, pero ahora los menciono también llorando— que andan como enemigos del madero de tormento* del Cristo,+