28 Cuídense ustedes mismos+ y cuiden del rebaño, del cual el espíritu santo los nombró superintendentes+ para pastorear la congregación de Dios,+ que él compró con la sangre de su propio Hijo.+
7 Por medio de él conseguimos la liberación por rescate mediante su sangre,+ sí, el perdón de nuestras ofensas,+ según las riquezas de la bondad inmerecida de Dios.