Unidad cristiana en el Brasil
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Brasil
EL Brasil recientemente recibió evidencia poderosa de la unidad cristiana en medio de un mundo que sigue fragmentándose. Esto fue la reciente serie de dieciocho Asambleas “Hombres de Buena Voluntad” de los Testigos de Jehová en ese vasto país. Los medios noticieros notaron esta sobresaliente unidad cristiana, y algunas de las noticias se publicaron con los siguientes titulares:
“Los Testigos de Jehová están proclamando unidamente: Dios no está muerto.” (Última Hora, 17 de diciembre de 1970) “Los Testigos de Jehová apoyan un cristianismo práctico.” (Diário de Notícias, 18 de diciembre de 1970) “Para aprender lo que Dios piensa acerca del mundo moderno diríjase a los Testigos de Jehová.” Tribuna da Imprensa, 30 de noviembre de 1970.
Tan impresionado con este ejemplo de unidad cristiana estuvo el director de una estación de TV en Belém, Pará, que su entrevista acerca de la asamblea se extendió de quince minutos a casi una hora.
Si usted hubiera tenido la oportunidad de asistir a asambleas como aquéllas por unos cincuenta años, ciertamente apreciaría la ayuda que dan en cuanto a cultivar unidad cristiana. Uno de los Testigos que ha tenido esa experiencia, que asistió a la primera asamblea en el Brasil en 1922, en Rio de Janeiro, realmente se deleitó al ver aumentar el número de asambleístas de las docenas de aquel entonces a 120.950 este año, la cantidad total de los que oyeron el discurso público en estas dieciocho asambleas. Puesto que el número máximo de Testigos en el Brasil es de 64.199, esto quiso decir que casi hubo una persona recién interesada en el mensaje bíblico por cada Testigo presente.
Unidad a pesar de las vastas distancias
Las inmensas distancias del Brasil, con diversificadas latitudes y longitudes, solo sirvieron para hacer que se destacara la unidad de estos testigos cristianos. Así, mientras dos de las asambleas se celebraban cerca del ecuador, en Belém, Pará, y en Manaus, Amazonas, otras cinco se efectuaron cerca del trópico de Capricornio, en São Paulo, São Caetano do Sul, Rio de Janeiro, Niterói y Londrina. Más al sur, la asamblea de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, se celebró a unos 30° de latitud al sur.
En lo que toca a longitudes, la asamblea de Recife, Pernambuco, se celebró a unos 34° al oeste de Greenwich, mientras que la asamblea de Rio Branco, Acre, en lo profundo de la selva del Amazonas, se reunió al doble de esta longitud, a unos 67° al oeste de Greenwich. Pero sin importar las distancias, los mensajes y telegramas que se recibían en estas asambleas de todas partes indicaban que otros pensaban en ellos y oraban a favor de ellos.
Los testigos de Jehová se interesan en ayudar a gente de toda clase a reunirse en adoración unida como “hombres de buena voluntad” de Dios. Por eso, a la vez que se celebró la asamblea de Rio Branco en esta pequeña ciudad de 80.000 habitantes, otros se reunieron en ciudades de aproximadamente un millón de personas, como Fortaleza, Salvador, Belo Horizonte y Pôrto Alegre. La explosión demográfica de São Paulo y Rio de Janeiro, que tienen más de 6 y 4,5 millones de habitantes respectivamente, con todos los problemas concomitantes de la “civilización urbana,” sirvió para recalcar el estrecho compañerismo cristiano de los Testigos en sus asambleas.
Esfuerzos por reunirse
Para la mayoría de los Testigos, el asistir a una de estas asambleas requirió hacer muchos planes con anticipación. Una Testigo de la congregación de Cariacica, en el estado de Espírito Santo, ingeniosamente compró dos cochinitos varios meses antes de la asamblea de Niterói, los alimentó bien y los vendió precisamente antes del tiempo en que había de viajar. El producto ayudó a sufragar sus gastos. Otra Testigo de ochenta y cinco años de edad, de Carpina, Pernambuco, y casi ciega, tuvo suficiente visión espiritual como para viajar unos cien kilómetros a la asamblea de Recife. No titubeó un solo instante en cuanto a vender frutas de su huerto en las calles públicas. Cuando sus parientes incrédulos vieron lo resuelta que estaba a asistir a la asamblea, la ayudaron financieramente.
Otro Testigo que estuvo presente en la asamblea de Recife lo logró por “dinero de cigarrillos.” No, no se puso a vender cigarrillos. Sencillamente dejó de comprarlos. Cuando decidió bautizarse, renunció a ese hábito. Sus ahorros —88 dólares en menos de un año— suministraron más que suficiente para pagar su boleto y comidas.
Para asistir a la asamblea de Blumenau, un matrimonio que tiene seis hijos vendió su medio de vivir... un carro para rosetas de maíz. Estaban seguros de que Jehová les suministraría otro medio de vivir, puesto que estaban tratando de buscar primero su reino.—Mat. 6:31-33.
Tres ministros de tiempo cabal que servían en la asignación que ocupa el segundo lugar entre las más septentrionales del Brasil, en Macapá, territorio de Amapá, no tenían mucho dinero y no querían faltar a la asamblea de Belém. De modo que fueron a ver al gobernador del territorio y solicitaron un boleto gratis como evangelizadores. Se les concedió. Esto quiso decir viajar dos días y dos noches en la bodega de un barco de carga. Fue difícil, pero los gozos de la asamblea sobrepujaron por mucho todas las dificultades.
Problemas que vencer
Debido a que la obra de los testigos de Jehová ha crecido tanto en el Brasil en tan corto tiempo, a veces ha habido falta de equipo. Pero los felices Testigos han aprendido a estar agradecidos por todo lo que pueden obtener e inventivamente aplican el famoso jeitinho (modo de hacer las cosas) brasileño para hacer que las cosas adelanten. Para preparar las 100.000 comidas, servidas a aproximadamente treinta centavos de dólar cada una, en las dieciocho asambleas, los Testigos usaron equipo que iba desde enormes estufas de gas, hechas por los Testigos mismos, hasta quemadores de carbón de leña y petróleo. Pero las comidas fueron excelentes por lo general. Se podía comer guisado de pollo, puré de papas, espagueti, pavo, res, ensalada de tomate y otras ensaladas, albóndigas, y por supuesto, las muy apreciadas habichuelas o frijoles y arroz. Familias enteras disfrutaron de unidad cristiana en estas comidas.
A veces los problemas se resolvieron con la cooperación de las autoridades locales. Por ejemplo, en la asamblea de Salvador, unos ochenta autobuses alteraron su ruta cada noche para llevar de regreso a casa a los asambleístas.
Pero no todo se hizo fácilmente. Unos cuantos días antes de que comenzara la asamblea de Salvador se recibió la notificación de que el permiso para usar un gimnasio grande había sido cancelado. Se ofrecieron otros dos lugares, ambos inadecuados para la asamblea. Los Testigos trataron de apelar, dirigiéndose hasta el gobernador del estado. El horario ocupado de él no le permitía ver a los Testigos. Decidiendo que tenían que hablar con él, le mandaron palabra de que estarían esperando para verlo cuando fuera conveniente. Cuando el mensaje le llegó, alguien se lo presentó más o menos así: ‘¡Los Testigos están frente a su oficina en actitud de huelguistas!’ Por supuesto, nada podría estar más lejos de la verdad, pero finalmente se hicieron arreglos para una entrevista y se concedió el Terreno para la Exposición Ganadera.
Disponiendo de menos de cuarenta y ocho horas, centenares de Testigos se pusieron a trabajar como hormigas. Esto impelió al administrador del terreno a decir: “¡Miren! . . . Estamos entregando este lugar sucio y lleno de basura; ¡verán qué limpio estará cuando nos lo devuelvan! Lo siento por estas personas amables.” Pero, precisamente a tiempo, empezó la asamblea, y los Testigos dieron gracias a Jehová por aquel lugar de asamblea, decorándolo con árboles florecidos para darle un verdadero toque tropical.
Ayudando a otros a alcanzar la unidad
Como en todas partes, los Testigos del Brasil se esfuerzan por enseñar a las personas que muestran interés, no solo la Palabra de Dios, sino también, cuando se necesita, a leer y escribir. Así ellas se pueden beneficiar más directamente de la Palabra de Dios y aprender el camino de Dios para la unidad cristiana. Fue en noviembre de 1956 cuando los Testigos empezaron el programa de lectura y escritura que ha resultado en que casi 5.900 personas hayan aprendido a leer y escribir. Tan solo en los últimos dos años se ayudó a unas 1.000 personas. La Sociedad Watch Tower estableció un programa bien preparado, utilizando ayudas para leer provistas por el gobierno. Sin embargo, llegó el tiempo en que los Testigos habrían de tener su propia ayuda para leer, y los asambleístas se regocijaron cuando se presentó en portugués la publicación Aprenda a leer y escribir. Se han recibido unos 100.000 ejemplares en el Brasil, y están siendo bien usados.
El gobierno del Brasil está emprendiendo un tremendo esfuerzo por enseñar a millones de personas a leer y escribir. Los Secretarios de Educación aprecian mucho el trabajo duro que los Testigos han efectuado durante todos estos años, y la anuencia que muestran para enseñar a otros miles de personas en el futuro cercano. Por ejemplo, cuando los Testigos visitaron al Secretario de Educación y Cultura del estado de Rio Grande do Sul, él dijo: “Los testigos de Jehová son los primeros en ofrecer su ayuda. Podemos decir que ésta es una actitud de precursor.” El Secretario de Educación de los estados de Rio de Janeiro, cuando estaba situado en Niterói, dijo que si todas las religiones siguieran “esta hermosa campaña de los testigos de Jehová, pronto no habrá analfabetismo en nuestro país.”
El analfabetismo religioso o el analfabetismo concerniente a la Palabra de Dios, la Biblia, es un gran problema en el Brasil, así como en otras partes del mundo. Por eso, por medio de las asambleas y por más de 1.160 congregaciones de Testigos en el Brasil, además de 150 grupos aislados, estos testigos cristianos están ayudando a otros a aprender la Palabra de Dios, la cual es la única que señala el camino a la unidad verdadera.
Otros quieren unidad cristiana
El hablar a la gente del Brasil acerca del reino de Dios es una experiencia muy deleitable, y la gente está aceptando de buena fe el mensaje de la verdad bíblica, mostrando su deseo de unidad cristiana. Por ejemplo, en el año de servicio de 1970 se bautizaron 8.501 nuevos Testigos, o sea un promedio de unos veintitrés cada día del año. Ahora, tan solo en estas dieciocho asambleas, 3.036 nuevos ministros simbolizaron su dedicación a Dios por bautismo en agua. No era raro ver de diez a quince personas de una sola congregación bautizarse.
A veces la semilla de la verdad bíblica tarda años en germinar. Cierto individuo que se bautizó en Juiz de Fora oyó por primera vez acerca de la verdad de Dios en 1928. Poco después de eso perdió comunicación con los Testigos, se separó de su esposa legal y sus dos hijos y empezó un arreglo consensual con otra mujer. Después, en 1968, oyó de nuevo las verdades de la Biblia y comenzó a ajustar su vida de acuerdo con los mandamientos de Dios. Cuando se le presentó la oportunidad de regresar a su esposa legal, lo hizo y ella lo aceptó. Ahora, a los setenta y dos años de edad, simbolizó su dedicación, y su esposa legal, de setenta años de edad, estaba allí con él en la asamblea.
En Goiânia, una muchacha de once años de edad estaba entre los setenta y siete bautizados. Ella sufrió mucha persecución en la escuela de parte de una maestra protestante que creía en la evolución. Hasta tuvo que trasladarse a otra escuela, donde se reconocieron sus méritos al ser adelantada un año escolar. Esta muchacha muestra entendimiento perspicaz para su edad, y cada semana ayuda a toda una familia conduciendo un estudio de la Biblia.
Entre los cincuenta y siete que se bautizaron en la asamblea de Curitiba estuvo un joven en sus veinte, jugador de fútbol profesional. Además de jugar fútbol, también era un prometedor estudiante de ingeniería. Cuando aprendió la verdad de Dios, rechazó ofertas lucrativas y dijo, al explicar su decisión final: “El tiempo es corto, y yo quiero usarlo de la mejor manera posible: para servir a Jehová, nuestro Creador.” Se bautizó en la asamblea que se celebró en el estadio del mismo club con el cual jugaba.
De modo que el mensaje del reino de Dios está llegando a gente de todo ramo de actividad. En la asamblea en São Caetano do Sul, por ejemplo, entre los 279 bautizados estuvo un ex-presbítero de una iglesia pentecostés; un hombre que, durante los anteriores cuarenta y cuatro años, fue médium espiritista; un ex-predicador bautista; ex-adventistas, ex-vuduistas, etc.
Verdaderamente estas Asambleas “Hombres de Buena Voluntad” reflejaron la unidad cristiana de los testigos de Jehová. Y, como nunca antes pudieron notar esto los de afuera, muchos de los cuales desean también tener la unidad y amor que provienen de servir al Dios verdadero, Jehová, como sus “hombres de buena voluntad.”
[Ilustración de la página 22]
Asambleístas en la asamblea de Salvador examinan la nueva ayuda para aprender a leer, en portugués