¿No hay mucho aire para respirar?
¿POR qué preocuparse acerca del aire? Cuando miramos el cielo, parece ilimitado, ¿verdad?
Quizás parezca así. Pero recuerde que los astronautas tuvieron que llevar su propio abastecimiento de aire cuando despegaron de la Tierra. Cuando uno toma un avión de reacción la cabina debe mantener artificialmente su concentración de aire.
Esto nos indica algo. ¿Qué? Que no hay abastecimiento de aire útil a unos cuantos kilómetros de la tierra. El aire que uno puede inhalar solo se encuentra en una faja relativamente angosta que está directamente sobre la tierra. Contiene el oxígeno que es vital para toda la vida humana y animal. Esa faja angosta de aire utilizable está ahora en grave peligro.
El proceso de autolimpieza del aire
Es verdad que la atmósfera de nuestra Tierra tiene un maravilloso sistema de autolimpieza intraconstruido. El aire es como un océano con mareas y corrientes en forma de vientos y masas de aire que cambian. El humo de unos cuantos incendios de madera, por ejemplo, rápidamente se dispersa y se disipa. Con el tiempo la lluvia y la nieve quitan del aire las partículas sólidas de humo que flotan. ¿Qué hay de los gases?
El aire de nuestro planeta en sí, por supuesto, es una mezcla de gases. El nitrógeno forma aproximadamente el 78 por ciento y el oxígeno aproximadamente el 21 por ciento, y el resto consta de cantidades muy pequeñas de argón, anhídrido carbónico, helio, etc. Hay procesos asombrosos en función para impedir que esa mezcla cambie.
Como dice la revista Time: “Con fantástica exactitud, las plantas, los animales y las bacterias mantienen la mezcla,” usando y devolviendo los gases a proporciones iguales. “El resultado es un sistema cerrado, un ciclo equilibrado en el cual nada se desperdicia y todo cuenta.”
La exactitud es verdaderamente asombrosa. El anhídrido carbónico, por ejemplo, solo forma aproximadamente una parte de cada tres mil partes del aire por volumen. Cuando el hombre y los animales respiran aire utilizan el oxígeno y exhalan anhídrido carbónico. Pero las plantas hacen lo contrario. Toman el anhídrido carbónico del aire y despiden oxígeno, manteniendo el equilibrio.
Los rayos traspasan el aire y hacen que el nitrógeno forme un compuesto que las gotas de la lluvia hacen descender a la tierra. Allí las plantas lo usan para crecer. Las plantas, a su vez, sirven de alimento a los animales o se mueren y se pudren. Las bacterias que obran en las plantas que se pudren y en el estiércol de los animales despiden de vuelta nitrógeno al aire. Se completa el ciclo.
Algunos gases que son despedidos naturalmente pueden ser peligrosos cuando están en cantidad suficiente... como el ozono que uno huele después de una tormenta eléctrica. Pero el sistema de autolimpieza del aire se encarga de ellos, a menudo dentro de unas cuantas horas o unos cuantos días. Son eliminados por la lluvia y la nieve, por ser extraídos del aire por la vegetación o simplemente al asentarse lentamente en la tierra.
Bueno, entonces, ¿de qué preocuparse? ¡De mucho!
Cómo ha cambiado la situación
La evidencia muestra que el hombre está entremetiéndose seriamente en este equilibrio maravilloso. Era lo usual que los procesos de autolimpieza de la atmósfera se enfrentaran a la contaminación y mantuvieran puro el aire.
Pero ahora la situación ha cambiado y la introducción de contaminación en el aire está adelantándose a la salida del aire ya purificado. Las “vertientes del aire” sobre los Estados Unidos, el Japón, Alemania y otros países se están llenando constantemente de gases y partículas que causan sobrecarga. Los ciclos naturales están recibiendo una presión que va más allá de lo que pueden resistir.
Hoy se considera que todo el aire de los Estados Unidos está contaminado a cierto grado. Note lo que han descubierto unos científicos según se informó en el Register de New Haven: “El lugar de los Estados Unidos donde este centro notó el último vestigio de aire limpio fue cerca de Flagstaff, Arizona, pero este vestigio desapareció hace seis años cuando . . . la contaminación del aire de la costa de California llegó a esa ciudad del norte de Arizona.”
El biofísico William Curby dice que la contaminación constante ha producido una enorme nube de suciedad flotante que pende permanentemente sobre toda la costa del Este de los Estados Unidos. Dice: “La velocidad a que se está cargando de partículas de suciedad la costa del Este ahora le lleva ventaja a la velocidad del descargo.”
Y la contaminación está ocurriendo en toda la Tierra.
La Der Spiegel de Alemania informa sobre el término medio de contaminación en ese país: “La contaminación del aire en la República Federal [Alemania Occidental] ya es siete veces peor que en los EE. UU.”
En el Japón, la policía de tránsito de Tokio ahora se queda solo unas cuantas horas a la vez en servicio. Entonces se dirigen a centros donde pueden inhalar oxígeno. Cafés y galerías de Tokio tienen máquinas para suministrar oxígeno a los compradores por unas monedas.
La situación es tan seria que los científicos de un centro de investigación de la atmósfera en los Estados Unidos predicen que, a la proporción actual, “de aquí a 10 ó 15 años a partir de ahora todo hombre, mujer y niño del hemisferio tendrá que ponerse un yelmo para respirar a fin de sobrevivir fuera de casa. Las calles, en su mayor parte, estarán desiertas. La mayoría de los animales y muchas plantas morirán.”
“Yo no veo ninguna”
Mucha de la contaminación del aire está en forma de partículas... hollín y polvo. El ama de casa que limpia el antepecho de la ventana puede hablarle de eso. También puede el hombre que limpia su auto.
Sin embargo, quizás usted viva en una zona donde a menudo los cielos se ven azules. Poco o nada de hollín se junta en los antepechos de sus ventanas y en su auto. Quizás le parezca que la contaminación del aire no lo afecta.
Sin embargo, tenga presente que la mayor parte de la contaminación del aire es invisible. No se puede ver. Y gran parte del tiempo no se puede oler tampoco. Pero no se equivoque... es probable que esté presente en forma de gases invisibles, algunos de los cuales son venenos mortíferos cuando se absorben en suficiente cantidad. Y el inhalar éstos con regularidad aun en cantidades pequeñas ciertamente no ayuda a su salud.
Una de las sustancias contaminadoras invisibles es el monóxido de carbono. Es incoloro, inodoro, insípido... y mortífero. Si usted fuese a poner en marcha su auto en un garaje cerrado, el monóxido de carbono entraría en sus pulmones y caudal sanguíneo y haría imposible que sus glóbulos rojos llevaran el oxígeno. Usted moriría por falta de oxígeno.
Hoy millones de personas en muchas ciudades ya están padeciendo de ‘desnutrición’ en cuanto a oxígeno, debido principalmente al aumento vertiginoso en la cantidad de los automóviles. Según una fuente de información, en solo diez zonas urbanas de los Estados Unidos el aire recibe cada año unos 25 millones de toneladas de monóxido de carbono invisible de los automóviles.
La atmósfera normalmente contiene algún azufre debido a rocío del océano y los gases volcánicos. Pero los científicos calculan que los automóviles del hombre, las plantas de energía eléctrica y los hornos domésticos están arrojando ahora unos 73 millones de toneladas de óxidos sulfúricos a la atmósfera cada año. Cuando el aire está húmedo, éstos se convierten en gotitas de ácido sulfúrico, y corroen el metal, la piedra y el mármol, aumentan la acidez en los lagos y en los ríos y perjudican los pulmones de la gente.
La revista Scientific American dice que bajo la influencia de la luz del Sol y la acción catalítica de los óxidos de nitrógeno en el aire, se forma la mezcla de niebla y humo llamada smog y los hidrocarburos (normalmente inocuos) que salen de los autos y las fábricas son en parte oxidados para formar “peróxidos” y “ozónidos.” La revista agrega: “Estos compuestos son las más tóxicas sustancias contaminadoras del aire que se conocen. Causan daño a las plantas en concentraciones de una parte por 10 millones de partes de aire.”
Con razón la bronquitis, el asma y toda clase de enfermedades de las vías respiratorias están aumentando rápidamente. El enfisema es la causa de muerte que está aumentando más aprisa en los Estados Unidos, hasta 500 por ciento en los últimos diez años en la ciudad de Nueva York.
¿Qué puede usted hacer? ¿Mudarse al Hawai soleado y bajo cielos azules? Pero Hawai ahora informa que las enfermedades de las vías respiratorias allí se han duplicado en los últimos años. ¿Por qué? Por la contaminación del aire.
Ciertamente debe haber algún remedio. El aire se mantuvo puro por millares de años con, como dicen los hombres, “fantástica exacitud.” ¿Quién se encargaba de eso? ¿No pudiera ser él Quien resolviera el problema?
Pero junto con el aire, es preciso que tengamos agua para sobrevivir. ¿Qué situación encontramos en ese sentido?
[Ilustración de la página 7]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
CICLO DEL OXÍGENO
Las plantas ingieren anhídrido carbónico, despiden oxígeno
Los animales y los hombres ingieren oxígeno, despiden anhídrido carbónico
CICLO DEL NITRÓGENO
Las bacterias obran en plantas que se pudren y estiércol de animales; despiden nitrógeno de vuelta al aire. Otras bacterias producen alimento para las plantas
El rayo combina el nitrógeno con el oxígeno. La lluvia trae esto a la tierra
Las plantas verdes suministran alimento para animales y hombres
Las bacterias ingieren nitrógeno del aire para uso de las plantas