Agua, agua en todas partes... pero, ¿cuán pura?
EL AGUA compone el 70 por ciento de la superficie de la Tierra. Pudiera parecer que ciertamente hay un abastecimiento inagotable que está más allá de poder recibir perjuicio serio.
Pero tenga presente que solo el 3 por ciento es agua dulce. De éste, menos del 1 por ciento le está disponible al hombre para beber, cocinar, bañarse, riego y otros usos. Las aguas restantes están encerradas en océanos salados, en grandes extensiones de témpanos de hielo o en depósitos subterráneos.
¿Cuál es la condición del abastecimiento vital de agua dulce de la Tierra? ¿Ha echado usted un vistazo de cerca a los ríos o lagos cerca de su casa recientemente? Lo que usted vea quizás lo escandalice.
Los cálculos indican que cada día unos 660.000.000.000 de litros de aguas de albañal y desperdicio van a dar a las vías acuáticas de los Estados Unidos. Más del 50 por ciento solo recibe tratamiento “primario,” que no remueve la mayoría de las sustancias contaminadoras.
El Dr. Jack Gregman, del Departamento del Interior, dice: “Casi todo río de este país está contaminado a cierto grado. Algunos no pueden ahora encargarse del desperdicio.” ¡En julio de 1969 el río Cuyahoga de Ohio llegó a estar tan cargado de petróleo y desechos que realmente se incendió, causando daño a dos puentes!
Los ríos de otros países industriales se encuentran en una condición similar a los de los Estados Unidos. Quizás, debido a los carteles de viaje, usted tenga un cuadro mental del hermoso río Rin de Europa. Hoy, por gran parte de su extensión, se reconoce que el Rin no es mucho mejor que una alcantarilla abierta. Der Spiegel dice de las sustancias contaminadoras que se arrojan en él: “Si todas estas sustancias fueran a ser transportadas por ferrocarril, entonces se necesitarían más de 3.000 vagones”... ¡cada día!
Puede purificarse asombrosamente
El que el hombre use los ríos como una clase de vertedero en el cual echar desperdicios no es nuevo. Hasta muy recientemente esto no creaba ningún problema grande. El agua que fluye puede purificarse a sí misma asombrosamente.
Cuando se arroja materia de desperdicio orgánica al río, el movimiento del agua desmenuza y diluye gran parte de las aguas de albañal. Luego el río ‘digiere’ las partículas restantes por oxidación y por bacterias acuáticas que consumen los desperdicios orgánicos, cambiándolas a cuerpos compuestos inocuos, inodoros. Aun las aguas de un arroyo que muestran fuerte contaminación cerca de una población pequeña pueden estar completamente limpias para cuando estén solo unos cuantos kilómetros río abajo.
Sin embargo, hoy se va haciendo cada vez más común el que los ríos y arroyos de la Tierra padezcan de ‘indigestión,’ quedando sombríos, espumosos y hediondos. ¿Por qué? Están siendo sobrecargados severamente, abrumados más allá de lo que normalmente pueden soportar para purificarse.
Las apariencias pueden engañar
Como sucede con el aire, no siempre se puede juzgar la pureza de unas aguas solo por su apariencia. Ese río o lago cerca de usted quizás parezca más o menos limpio, hasta azul. Sin embargo es posible que se esté ‘muriendo.’ ¿Cómo?
Esto se debe a lo que se conoce como “eutroficación.” Esto simplemente significa estar “sobrecargado de nutrimentos.” Lo siguiente es lo que sucede.
Hoy los agricultores usan toneladas de abonos químicos, ricos en nitratos. Gran parte de éstos con el tiempo se escurren a los ríos. Las amas de casa utilizan detergentes modernos, fuertes en fosfatos. Estos, también, van a dar a los ríos y a los lagos. ¿Entonces qué sucede?
Esta dosis excesiva de nutrimentos alimenta un desarrollo explosivo de algas y otras plantas acuáticas pequeñas. Cuando las algas se multiplican, la luz del Sol no penetra fácilmente en el agua. Las algas que están a más profundidad se mueren. Ahora la abundante materia que se pudre utiliza cada vez más oxígeno del agua. Los peces se enferman y mueren. Con el tiempo el lago o río queda casi sin vida.
El lago Erie es un ejemplo de esta sofocación. Los peces valiosos, el nadar y el agua limpia casi han desaparecido. Y el Sunday Journal de Providencia declara: “Este proceso de ‘eutroficación’ ha alcanzado por lo menos a 40 lagos [principales] de Europa y los Estados Unidos.”
“Bueno, siempre queda Suiza,” quizás diga usted, “donde todavía se pueden hallar lagos hermosos y saludables, no tocados por el descuido del hombre.” Es verdad que los lagos allí todavía les parecen azules y hermosos a la mayoría de la gente. Pero los suizos los están viendo cambiar, perdiendo lentamente su pureza cristalina. Los hermosos lagos Zurich, Ginebra y Neuchâtel se están uniendo a las filas de las aguas ‘enfermas’ de la Tierra, afectados seriamente por la “eutroficación.” Y un informe de Alemania dice que el lago Constanza “tiene que ser puesto en la misma lista de lagos agonizantes en que están el lago norteamericano Erie, el lago Maggiore [entre Italia y Suiza] y el Oslo Fiordo noruego.”
Basurero final de la humanidad
La mayoría de los ríos y los lagos con el tiempo se vacían en los mares y océanos. A uno le pudiera parecer que en este caso, finalmente, hay un abastecimiento de agua demasiado vasto para estar en peligro verdadero. La verdad es que los océanos y mares de la Tierra también están siendo contaminados rápidamente, son el basurero final de la humanidad.
En diciembre del año pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación invitó a cuatrocientos científicos de cuarenta naciones marítimas para considerar este problema. Los científicos expresaron allí alarma acerca del mar Mediterráneo. No solo está el desperdicio humano ensuciando las playas “desde Tel Aviv hasta Trieste,” dijeron, sino que el poder de autolimpieza del mar ya no puede hacer frente al volumen de contaminación que se vierte en él. Estos científicos llegaron a esta conclusión: “El Mediterráneo está rápidamente encaminado a contaminación completa.” El mar Báltico no está en mejores circunstancias.
Durante 1970 el explorador Thor Heyerdahl y su tripulación cruzaron el océano Atlántico en un bote de papiro. Se sorprendieron por lo que vieron en alta mar. Enormes zonas estaban cubiertas de masas de aceite, espuma, lama y contaminación líquida. Hubo días en que no quisieron bañarse debido a lo sucio que estaba el océano.
Según el U.S. News & World Report, unos científicos que estudian el ambiente advierten por lo tanto que “a menos que los gobiernos actúen más de prisa para refrenar la contaminación los océanos del mundo estarán tan muertos como el lago Erie para 1980.”
Efecto en las cosas vivas
Las ‘matanzas’ de peces en los ríos, los lagos y los océanos son tan numerosas ahora que muchas apenas se informan en la prensa ya.
En los océanos, aproximadamente el 90 por ciento de los peces viven en las zonas costeras. Allí es precisamente donde el hombre está efectuando la peor contaminación de la peor manera, por descargar allí ríos envenenados (algunos de los cuales llevan desperdicios que contienen mercurio) y por derramamientos de petróleo o el deliberado descargo de petróleo de los barcos. El Dr. Max Blumer, de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, dice que “el hombre echa por lo menos tres millones de toneladas de petróleo en los océanos al año. El total anual puede llegar hasta a diez millones de toneladas.”
En una zona pequeña cerca de Pensacola, Florida, sucedieron más de treinta ‘matanzas’ de peces en que estuvieron envueltos millones de peces en un período de tres meses de 1970. En el mar del Norte se descubrió recientemente una vasta capa de peces muertos. Esta capa, de varios metros de espesor, se extendía por unos 130 kilómetros. Los peces habían sido muertos por contaminación derramada en el mar por los ríos de Europa.
Los insecticidas como el DDT y otros, llevados por el viento o por el agua de la tierra a los ríos, van a dar a lagos y océanos. Se requieren años para que muchos de estos insecticidas pierdan su potencia. Hay pequeños organismos marinos que ingieren los insecticidas. Peces más grandes se comen a los pececillos que se comen a estos organismos contaminados. Finalmente los pájaros se comen a los peces. En cada etapa de la ‘cadena alimentaria’ los insecticidas insolubles se van concentrando. Como resultado de esto muchas especies, especialmente de pájaros, están desapareciendo gradualmente.
Hay un ejemplo de esto en las islas Anacapa de California. Allí, de 500 parejas de pelícanos pardos en apareamiento, solo se produjo un polluelo el verano pasado debido a que los insecticidas interfirieron con el sistema reproductivo de estas aves.
¡Y tenga presente que los insecticidas se han hallado de polo a polo, en las focas del Ártico y en los pingüinos de la Antártida!
¿En peligro el abastecimiento de oxígeno?
El envenenamiento de los océanos pone en peligro también la vida vegetal. Se dice que esa vida vegetal, en particular el plancton llamado diatomeas, produce gran parte del abastecimiento de oxígeno de la Tierra... algunos dicen que hasta el 70 por ciento. Además del ataque de que son objeto las plantas en las regiones terrestres, el abastecimiento de oxígeno que el hombre recibe de los mares podría estar amenazado.
El problema es colosal. Sin embargo, también hay fuerzas colosales que operan para bien del hombre. El Sol levanta cerca de 15.000.000 de toneladas de agua dulce de los océanos salados y otras fuentes cada segundo, y las nubes de lluvia derraman aproximadamente la misma cantidad sobre la tierra. Obviamente una fuente de poder mucho mayor que éstos puso esas fuerzas y ciclos en operación. Somos sabios si miramos en dirección de ella para obtener alivio.
[Ilustración de la página 9]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
EL LAGO SALUDABLE
1. La energía del Sol capacita a las plantas a convertir sustancias en alimento
2. Al usar sustancias alimenticias básicas, las plantas microscópicas despiden oxígeno
3. Animales miscroscópicos se comen las plantas
4. Animales voraces se comen a animales más pequeños, con el tiempo mueren
5. Animales que se alimentan de carroña viven de materia muerta o podrida
6. Las bacterias obran en todos los restos
7. Las bacterias sueltan sustancias alimenticias básicas