El resfriado común y cómo tratarlo
“HAY solo un modo de tratar el resfriado, y eso es tratarlo con desprecio.” Así afirmó sir William Osler, un muy conocido médico canadiense de una generación anterior.
Evidentemente varios médicos de hoy día comparten su opinión, porque al ser interrogados acerca de lo que hicieron cuando tuvieron un resfriado, algunos respondieron de diversas maneras: “No hice nada. Los resfriados por lo general responden mejor cuando no se les hace caso.” “Me soné las narices cuando era necesario.” Sin embargo, otros dijeron que tomaron aspirina o antihistamina.
Precisamente, ¿qué es el resfriado común? Una autoridad médica en la materia declara que es “una breve enfermedad leve en la cual los principales síntomas locales se hallan en el conducto respiratorio superior y en el que predominan los síntomas nasales.” En otras palabras, un resfriado comúnmente no dura mucho, en general no es causa para preocuparse seriamente, y se hace sentir de varias maneras: por una garganta dolorida, una nariz tapada o que gotea, por estornudar o toser, quizás un dolor de cabeza y una sensación general de malestar, y a veces está acompañado por un poco de fiebre. Parece que las mujeres son más propensas a resfriarse que los hombres.
El resfriado común está bien denominado, porque casi todos en un tiempo u otro lo han padecido, y se le encuentra entre todos los pueblos y en todos los continentes. Los resfriados, se nos dice, les cuestan a los norteamericanos anualmente unos 5.000.000.000 de dólares en remedios, honorarios médicos, y la pérdida de días de trabajo; dan cuenta de más de la mitad de los días perdidos de escuela y de trabajo a causa de enfermedad.
Sin embargo, sir Christopher Andrewes, una de las principales autoridades del resfriado común en Inglaterra, dice en broma que esas estadísticas deben aceptarse con reservas. ¿Por qué? Porque los resfriados frecuentemente sirven como excusa conveniente para quedarse en casa sin ir a la escuela o al trabajo, especialmente si uno desea usar los días que le conceden anualmente por enfermedad.
Tratando de llegar a la causa
Ciertamente son muchos los días y los años, los dólares, yens y libras esterlinas que los investigadores médicos dedican para tratar de llegar a la causa del resfriado común y para hallar un remedio para él. En años recientes se le ha achacado la culpa a los virus en vez de a alguna bacteria. Pero estas últimas, cuando están presentes, pueden producir una segunda etapa.
¿Qué es un virus? Sin entrar en detalles técnicos, es algo que se parece a una bacteria excepto que es mucho, mucho más pequeño. De hecho, la mayoría de ellos son tan pequeños que no pueden verse excepto con la ayuda de un microscopio electrónico, que puede aumentar las cosas diez mil veces y más. Los virus también difieren de las bacterias en que son parásitos. Solo pueden existir en una célula viva como anfitrión. Cuando un virus entra en una célula, hace que la célula cese sus funciones normales y comience a producir otras partículas de virus hasta que la célula estalla y los virus se derraman para atacar a otras células. Se merecen su nombre, el cual significa veneno. Se sabía que los virus ocasionaban enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y la influenza antes que nadie viera uno y antes que se les culpara de ocasionar el resfriado común. Ahora se sabe que hay más de cien virus diferentes que pueden causar el resfriado común, el rinovirus es el más esparcido de ellos. Sin embargo, en el mundo vegetal existen “los virus amistosos,” que dan cuenta de ciertas características en diversas plantas.
¿Hay otros factores?
Según prominentes investigadores británicos, en la vasta mayoría de los casos los virus de por sí no hacen que uno pesque el resfriado común; por lo general hay otros factores implicados. Por ejemplo, los médicos y enfermeras quizás estén expuestos a los virus del resfriado desde la mañana a la noche, día tras día, y no pesquen un resfriado, lo cual indica que el meramente estar expuesto a los virus del resfriado no hace necesariamente que uno se resfríe.
Por lo general hay algo que hace a las células del cuerpo susceptibles al virus. De hecho, se han implicado varios factores... la contaminación del aire; bruscos cambios de tiempo de calor a frío o de seco a húmedo; cansancio físico y falta de sueño, también sobresaltos emocionales; indiscreciones dietéticas; de hecho, una condición de agotamiento general. Así es que un cirujano declaró que solo cuando él se deja agotar es cuando los virus pueden vencer su resistencia a ellos.
Por lo tanto parece que a menos que uno esté agotado no debe temer si alguien estornuda o tose en su presencia. Pero puesto que uno puede estar en presencia de algunas personas que estén agotadas o que sean susceptibles de alguna otra manera, o que temen pescar un resfriado, sería mejor ejercer cuidado cuando uno mismo está resfriado.
Uno de los principales expertos en nutrición de los Estados Unidos en particular relaciona al régimen alimenticio como una causa del resfriado común. Sostiene que los resfriados son mucho más comunes en las personas que se satisfacen con alimentos demasiado ricos, tales como los dulces, los almidones y las proteínas. De opinión similar, otro médico culpa por los resfriados el consumir demasiadas azúcares y grasas, y no suficientes alimentos como frutas, hortalizas y productos hechos de cereales integrales.
Muy parecidas son las afirmaciones de un escritor popular acerca de temas médicos en cuanto a que los resfriados se deben principalmente a comer chocolates y otros dulces pegajosos. Estos, sostiene él, irritan las membranas mucosas de la garganta y las hacen susceptibles a ser infectadas por los varios virus que pueden causar el resfriado común. Por esta razón él echa la mayor parte de la culpa sobre la familia de los mixovirus en vez de sobre la familia de los rinovirus, como se hace por lo general.
Otros investigadores afirman haber hallado que en algunas personas el beber mucho café puede exponer al resfriado; que el satisfacerse muy liberalmente de bebidas alcohólicas, usar mucha sal común, y hasta el beber demasiada leche (en el caso de personas alérgicas a la leche), puede acarrear un resfriado. Y, por supuesto, el fumar cigarrillos se destaca como un factor importante; los fumadores de cigarrillos tienen como promedio 65 por ciento más resfriados que los que no fuman.
Qué hacer acerca de ello
Muchas son las sugerencias que los médicos y otros ofrecen en cuanto a qué hacer acerca de un resfriado. Las autoridades prácticamente son unánimes en sostener que los antibióticos no afectan al resfriado y quizás sean perjudiciales para el individuo. Para aliviarse de sus síntomas, la aspirina quizás lo haga sentirse más cómodo y otros remedios quizás lo ayuden a respirar más fácilmente, pero no curan el resfriado y tienen efectos secundarios que quizás uno tenga que tomar en cuenta.
Lo que hay que hacer es cooperar con los muchos factores que forman parte del cuerpo para protegerse de los virus perjudiciales. Si éstos están en buena condición, lo más probable es que combatan la mayoría de los virus corrientes del resfriado. Así es que el sentido común indicaría aminorar el paso... obtener más descanso, ir a la cama temprano, evitar la tensión y excitación indebida y quizás reducir sus comidas.
Pero, ¿no dice un refrán muy común: “Alimente el resfriado y mate de hambre a la fiebre”? Sí, lo dice, pero, según una autoridad, debería decir: “SI alimenta el resfriado, tendrá que matar de hambre a la fiebre,” ¡y esa es una opinión bastante diferente! Así es que recomienda una dieta ligera que consiste de jugos de fruta y hortalizas y sopa de hortalizas que no contenga carne o especies.
Cualquier cosa que ayuda a fortalecer la resistencia del cuerpo ayuda a superar los síntomas del resfriado y ayuda al cuerpo en su lucha contra el virus del resfriado. Así es que, algunos han hallado que las terapias del manipuleo, tales como la quiropráctica, la osteopatía y los masajes, son provechosas. Otros ponen toda su confianza en ayudas como baños calientes, especialmente baños calientes de pies (¡bien calientes!) y baños de sudor o sauna y enemas. Otros, incluso algunos médicos, dicen que obtienen verdadero alivio de un resfriado común por medio de un “ponche caliente,” una limonada caliente a la que se le añade whisky. Hay un dicho que dice: “Lo que alimenta a algunos envenena a otros,” y esto bien puede ser cierto debido a los diferentes patrones genéticos. El dicho puede aplicar a elegir un medio de tratar al resfriado común.
¿Qué hay acerca de lo mucho que se ha dicho en cuanto al valor de la vitamina C para tratar el resfriado común? No hay duda acerca de que la vitamina C es esencial para el funcionamiento normal del cuerpo, preferiblemente en su estado natural, como en el jugo de naranja, toronja, o tomate, o en la forma del fruto del rosal o bayas del acerolo. Pero en cuanto a si las grandes cantidades de vitamina C sintética curan el resfriado común o no, este es un tema controversial. Se han informado algunos efectos adversos en ciertas personas que han tomado grandes dosis, aunque otros informan que han sido grandemente ayudados por ésta.
Y hay otro factor que no debe pasarse por alto en la cura del resfriado común, uno que también está implicado en causar este mal, a saber, nuestras emociones. Una popular periodista sufrió de resfriados durante toda su vida, hasta que halló alivio por medio de ir a un psicoanalista que reveló sus tensiones ocultas. Ella quedó tan impresionada que escribió un libro acerca del tema. Pero, como señaló el Dr. Karl Menninger, no es necesario ir a un psicoanalista para aprender la verdad acerca de uno mismo.
El dirigirse a la Palabra de Dios y ser honrado consigo mismo puede ayudarlo a descubrir si la causa de sus resfriados es un conflicto emocional. Y el seguir el consejo de la Biblia en esos asuntos puede ayudarlo tanto física como espiritualmente. Según dice The New English Bible: “El estar triste mina las fuerzas del hombre.”—Pro. 17:22.
El saber algo acerca de lo que provoca un resfriado y lo que uno puede hacer para aliviarlo también puede ayudarlo a evitar un resfriado. Según dijo un médico: “Duerma bien, coma bien, evite los escalofríos. Cuídese, y raramente pescará un resfriado.” ¡Muy buen consejo!