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¡Despertad! 1974
g74 22/5 págs. 17-19

Sirva algo caliente en los días invernales

ERA un frío día invernal y los miembros de cierta familia regresaban a la casa para la cena. ¿Qué hallaron de comer? ¡Fiambres! ¡Qué desilusión! Todos esperaban ansiosamente encontrar algo caliente que les permitiera entrar en calor después de haber estado en el frío.

Sin la menor duda, cuanto más frío sea el tiempo, más apreciarán los miembros de su familia las comidas calientes, sea por la mañana, por la tarde o por la noche. Y ahora, cuando hay tanta escasez de combustible, y en consecuencia las casas, las escuelas y los lugares de empleo quizás no estén tan cómodos como uno pudiera desear, hay una razón aun más apremiante para servir comidas calientes.

Considere la nutrición

Un factor importante que debe tomarse en cuenta en lo referente a soportar el frío es la nutrición. En particular, las proteínas son útiles en cuanto a esto, como se puede ver por el régimen alimenticio de los esquimales. Pero en estos días en que la carne tiene precios extremadamente elevados, uno a menudo tiene que recurrir a otras fuentes para obtener las proteínas necesarias. Están los huevos, también las proteínas vegetales que se encuentran en la soja (la cual las posee en mayor proporción), así como en otras habichuelas, guisantes y lentejas. Y también se puede añadir queso a muchos platos calientes.

Para la buena salud es importante tener un régimen equilibrado que contenga las vitaminas y los minerales necesarios, los cuales se obtienen en gran parte de las frutas y las hortalizas. Por supuesto, las hortalizas no deberían cocinarse en demasía. Pero con un poco de planear cuidadoso, se pueden servir calientes.

Recuerde, especialmente durante lo crudo del invierno, que la digestión es un proceso químico, y prácticamente todos los procesos químicos se aceleran con el calor. De manera que se desprende que su estómago puede digerir las comidas calientes, o por lo menos tibias, con más facilidad que las frías, pues a éstas primero tiene que calentarlas. Esto es algo que las personas que padecen del estómago deberían recordar. Harían bien en evitar comer cualquier alimento helado, a menos que lo comieran de la misma manera en que se toma un helado, es decir, tan lentamente que primero lo calienten en la boca antes de tragarlo. Al comer cualesquier alimentos que hayan estado en un refrigerador, éstos serían más fáciles de digerir si por lo menos se les permitiera alcanzar la temperatura ambiente. Pero en un frío día invernal, en vez de servir fiambres a temperatura ambiente, es mucho mejor servir algo caliente. Y si usted verdaderamente desea servir una comida caliente, primero caliente los platos, y también las tazas, justamente antes de la hora de la comida.

Desayunos calientes

En el invierno sin falta prepare algo caliente para el desayuno. Para muchos, un tazón bien lleno de avena caliente (preferiblemente no la del tipo que se coce rápidamente) ocupa un lugar indiscutido de preferencia en lo que se refiere a un plato que es alimenticio, fácil de digerir y económico. Si desea hacerlo especialmente nutritivo, cocínelo con leche y miel. Algunos europeos también le añaden manzana cortada en trocitos y una yema de huevo, y luego, antes de servir, le agregan la clara del huevo bien batida.

Por supuesto, hay otros cereales calientes entre los cuales escoger. Entre éstos están el trigo partido o entero (este último requiere bastante tiempo para cocerse pero es muy gustoso, masticable y nutritivo), la sémola (hecha de maíz) la polenta y la harina de cereales. Y asegúrese de no pasar por alto al arroz (sin refinar). Pregúntele a casi cualquier oriental y él le dirá cuán bueno es comenzar el día con un buen plato de arroz caliente. De modo que usted puede servir un cereal caliente cada día de la semana, si lo desea, con lo cual añadirá nutrición y disfrute al desayuno de su familia.

Si usted está demasiado atareada por la mañana, entonces la noche anterior ponga una media taza de trigo entero en un termo de un litro. Agregue agua hirviendo y déjelo reposar por cinco minutos. Derrame el agua y llene nuevamente el termo hasta el borde con agua hirviendo. Entonces, tápelo bien y déjelo durante toda la noche. Por la mañana tendrá suficiente trigo entero para dos personas.

Para otros desayunos calientes se pueden usar huevos, los cuales pueden servirse de muchas diferentes maneras. Y también hay muchas clases de panqueques a los cuales pueden añadirse frutas como arándanos y manzanas o plátanos cortados en rebanadas finas. ¿Y qué le parece servir barquillos planos o panecillos calientes, con o sin nueces o pacanas? Si los hombres de su casa hacen trabajo físico duro, los bizcochos calientes servidos con un puré de carne o salchichas son un buen desayuno.

Por supuesto, el grado al cual las sugerencias susodichas suplen sus necesidades, depende mucho de las actividades de su familia, del grado al cual esté expuesta al frío y de cuán preocupados estén los miembros de ella por su peso. Los adolescentes en edad de crecimiento requieren más alimento que el ama de casa promedio u otros adultos que quizás se ocupen en actividades sedentarias.

Abundancia de sopas

Aunque existe la sopa fría, por lo general, cuando pensamos en sopa, pensamos en algo caliente. ¡Y cuán grande es la variedad de entre la cual se puede elegir! Una sopa ligera o cremosa puede servir para un almuerzo o como primer plato de la comida principal del día. Un conocido libro de cocina dedica veinte páginas a las sopas calientes, y hay otro libro de cocina dedicado enteramente a las sopas, el cual suministra más de 120 recetas. Entre otras cosas, pregunta: “¿Qué pudiera ser más caluroso en una fría noche invernal que un tazón humeante de una aromática sopa casera?”

Para comenzar, están los caldos... hechos de trozos de pollo o menudillos, o de carne de res o de cordero, preparados con la carne o los huesos de estos animales. El caldo de pescado puede prepararse con el espinazo de pescados como el lenguado y el hipogloso, junto con su piel. Y al tratar el asunto del pescado, ¿qué le parece un guiso de almejas o un caldo de ostras? Los libros de recetas también alistan caldos de hortalizas, hechos con cebollas, zanahorias, las partes blancas del puerro, apio, nabo y/o papas cortadas en trocitos a las que se agrega mantequilla o aceite.

Luego están los caldos que se hierven hasta el punto de condensación. Pueden hacerse de carne de res o de pollo y, en algunos casos se les puede añadir tomates o largos trozos delgados de hortalizas. Aparte de los caldos de hortalizas, por lo general éstos saben mejor si se les agrega unas pocas cucharadas de vino de Jerez.

Entre las sopas de hortalizas está la menestra, la sopa de arvejas, de puré de nabo, coliflor, espinaca, berro, puerro o patatas, con ajo o sin él. Para servir algo diferente, ¿por qué no deleita a su familia con una sopa francesa de cebollas, borsch ruso o sopa polaca de col fermentada?

Y también están las sopas cremosas. La mayoría de las amas de casa compran la base para estas sopas en lata, lo cual les ahorra mucho trabajo, y las convierten en cremosas por medio de añadirles leche en vez de agua. Favoritas entre éstas son las sopas de espárrago, de apio y de tomate. Para obtener un plato especial que verdaderamente deleitará tanto a su familia como a sus invitados cuando le visiten, sirva sopa de crema de hongos. Es muy fácil de preparar. Para cuatro personas tome aproximadamente 1⁄5 kilo de hongos, córtelos en rebanadas y saltéelos con cebollas hasta que queden doraditos. A continuación póngalos en una mezcladora junto con un litro de leche. Una vez mezclada, hierva la mezcla, añadiéndole sal y pimienta a gusto. Esta sopa no solo es deliciosa y nutritiva, sino que, además, estudios recientes han demostrado que tanto los hongos como las cebollas contrarrestan el colesterol en la sangre.

Para los que quieren cuidar su peso o que no se ocupan de trabajo físico arduo, casi cualquier tipo de sopa puede ser la base para una comida, junto con una o dos rebanadas de pan tostado y una fruta de postre.

Cuando desee obtener una sopa verdaderamente sustanciosa que constituya una comida en sí misma, considere tales creaciones como la sopa escocesa de cebada o sopa de rabo de buey, sopa de lentejas, habichuelas o guisantes, sopa de crema de castañas y sopa de pimienta de Filadelfia (una sopa muy aromática hecha de tripas y hortalizas).

Algo que no debe pasarse por alto son los diversos aderezos para sopas. Entre éstos están las galletitas pequeñas y las migas de pan tostado. Estos son pequeños cuadraditos de pan tostados o fritos; se les puede sazonar con ajo, queso o tocino curado. Las galletas de pan sin levadura son sabrosas con la sopa de pollo, las rebanadas de salchicha con la sopa de lentejas, guisantes o habichuelas, los trozos de queso con otras clases de sopas. Y a casi todo tipo de sopa le sienta bien un poco de perejil.

Otros platos

No olvide tampoco las diversas clases de emparedados calientes, particularmente los que se hacen de carne de res y queso. Estos verdaderamente dan en el blanco en un crudo día invernal.

Y no solo los platos calientes, hablando en términos de temperatura, harán entrar en calor a su familia, sino también el uso de las especias picantes, como el pimentón y el condimento curry.

Por supuesto, también hay postres calientes... ¡para los que no tienen que cuidar su peso!

Algo para beber

¿Qué hay en cuanto a las bebidas alcohólicas? ¿Ayudarán a su familia a calentarse? Si usted sirve vino o una bebida mezclada —por supuesto, a los adultos— después de haber estado en el frío, el efecto inmediato será que los calentará. Pero no piense que las bebidas alcohólicas pueden calentarlos repetidamente si se encuentran afuera en el frío. Esa es una idea errónea que ha costado a muchos su vida. Cierto, el efecto inmediato de tomar una bebida alcohólica es hacer que la sangre afluya a la superficie del cuerpo, haciendo que uno se sienta caliente. Pero, ¿qué sucede entonces? Si uno está afuera en el frío, el aire enfría la sangre y, por lo tanto, la temperatura del cuerpo baja.

Son muchas las bebidas calientes que pueden protegerlo del frío. Si no es una taza de café caliente (muchas personas prefieren la clase desprovista de cafeína), entonces podría ser una taza de Postum, Ovaltine, chocolate caliente, té chino o alguna otra clase de té. O si se desea algo más sustancioso, ¿qué le parece la leche caliente endulzada con miel, bonbón escocés, o la leche malteada? ¿O quizás yema mejida? En caso de tratarse de algo especial, tal vez quiera preparar sidra caliente con especias. La receta requiere sidra, canela en rama, clavo de olor, pimienta de Jamaica y un poco de miel, todo hervido junto, después de lo cual se quitan las especias.

No hay duda de que es muy recompensador servir a la familia comidas calientes en los fríos días invernales. ¡Y cuán extensa es la variedad de cosas que se pueden servir! Y tampoco habrá ninguna desilusión si usted prepara estas cosas y las sirve con amor a su familia, deleitándose en mantenerla saludable y feliz.

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