Berlín Oriental y el Cercano Oriente de la antigüedad
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Alemania Occidental
BERLÍN ORIENTAL... ¿Qué viene a su memoria al oír la mención de esta ciudad? Quizás usted solo piense en un moderno Estado europeo bajo el dominio comunista donde predomina el ateísmo.
Sin embargo, ¿sabía usted, que Berlín Oriental tiene un tesoro de información acerca del Cercano Oriente de la antigüedad, parte del cual corrobora porciones de la Biblia? Estos materiales están ubicados en el famoso museo de Pérgamo cuyas colecciones del Cercano Oriente de la antigüedad se clasifican en el tercer lugar de importancia en el mundo, inmediatamente después del Museo Británico y el del Louvre.
¿Disfrutaría usted de saber algo acerca de los tesoros almacenados en este museo? Comencemos con los materiales de la ciudad de Pérgamo misma.
Hallazgos de la antigua Pérgamo
Este museo contiene una reconstrucción de un altar a Zeus conocido como “el altar de Pérgamo.” El altar mismo de la ofrenda quemada está ubicado en un recinto encima de un “edificio del altar.” Para llegar al altar hay que ascender una escalinata de 20 metros de ancho de 24 escalones, como si uno estuviera acercándose a una sala en que está un trono. A cada lado de la escalinata hay relieves de piedra grabados con figuras mitológicas. Pero, ¿por qué es de interés hoy esta reliquia de la antigua adoración pagana?
La Dra. Elizabeth Rode, que dirigió el trabajo de la reconstrucción, comenta en Pergamon, Burgberg und Altar (Pérgamo, terraplén del castillo y altar): “Se cree que se puede hallar el más antiguo testimonio escrito acerca del altar en las palabras del evangelista Juan.” ¿En qué “palabras” del apóstol Juan estaba pensando esta autora?
Evidentemente estaba pensando en lo que aparece en la Biblia en Revelación 2:12, 13: “Y al ángel de la congregación que está en Pérgamo escribe: ‘ . . . Sé donde moras, es decir, donde está el trono de Satanás; y sin embargo sigues teniendo firmemente asido mi nombre, y no negaste tu fe en mí ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo, el fiel, que fue muerto al lado de ustedes, donde mora Satanás.’”
¿Se debió a que había este trono altar para Zeus en Pérgamo que las Escrituras dicen que “el trono de Satanás” estaba en Pérgamo? La Dra. Rode continúa:
“Triste es decirlo pero la cuestión sigue sin resolverse en cuanto a si los cristianos primitivos consideraban que el ‘Trono de Satanás’ era este viejo altar de los dioses que está arraigado en la tradición, o si es que esta expresión se usaba con referencia al venerado altar de Augusto ubicado en Pérgamo, pero odiado por los cristianos, debido a que aquí se les obligaba a hacerle sacrificios a César.”
El “terraplén del castillo” de Pérgamo es otro detalle interesante. Una mirada a su restauración aquí revela que la adoración del Estado fue un rasgo prominente de esta antigua ciudad. Por ejemplo, el santuario nacional de Atena contiene una estatua del rey de Pérgamo Atalo I. Una inscripción indica que este santuario también contenía un altar. El terraplén del castillo también contiene un templo, comenzado por el emperador romano Trajano y completado por su sucesor Adriano. Ambos eran adorados aquí. Y hay otro templo en esta ubicación, uno jónico con una terraza teatral que está dedicado a César Caracalla (Marco Aurelio Antonio).
Se hace aún más evidente el dominio poderoso de la religión pagana en la antigua Pérgamo en el salón donde se exhiben las esculturas. Allí hay una de Esculapio, dios de la medicina, que se adoraba por medio de una serpiente viva que se mantenía en un templo. Otra escultura representa a Afrodita, la diosa de la belleza y la sensualidad, sentada sobre una tortuga. También está la gran “diosa madre,” Meter, la Isis egipcia y muchos otros dioses, griegos y romanos, así como algunos de Asia Menor. Ciertamente, los cristianos que vivían en Pérgamo estaban bajo presión para ‘negar su fe en Jesucristo.’
Una mirada a Babilonia
Otro rasgo del museo de Pérgamo es la restauración de la “calle de la Procesión” de Babilonia, construida por Nabucodonosor II para el dios Marduk. Un guijarro tomado de la calle lleva la inscripción: “Nabucodonosor, rey de Babilonia, hijo de Nabopolasar, rey de Babilonia soy yo. He empedrado la calle Babel para la procesión del gran Señor Marduk con guijarros shadu.”
Imagínese que usted está caminando a lo largo de esta entrada hacia el portón de Istar. A cada lado suyo se elevan masizas paredes fortificadas. ¿Puede usted concebir cuán difícil hubiera sido para las fuerzas enemigas entrar a Babilonia por esta calle? El profesor R. Koldewey, que dirigió las excavaciones en Babilonia, explica en Das wieder Erstehende Babylon (Babilonia se levanta de nuevo):
“Cuando los defensores estaban sobre la muralla la calle se convertía en una trampa mortal para cualquier intruso. Esta impresión de horror y sobresalto, que las murallas le imponían al intruso, y hasta ejercían sobre el forastero pacífico, aumentaba sustancialmente debido a la decoración impresionante de largas hileras de leones caminando hacia el extraño. Estos eran de colores vidriados esmaltados en relieve plano sobre las murallas de ladrillo.”
Hacia el fin de la calle de la Procesión hay una reconstrucción de tamaño natural del portón de Istar, otro impresionante recordatorio de la antigua Babilonia. Esta estructura de ladrillo, que contiene un portal en forma de arco sobre el cual están situados dos torres enormes, se yergue a unos quince metros de altura. Los lados del arco y de las torres están adornados con un interesante modelo en el cual hileras de toros se alternan con hileras de un “dragón serpiente.” Este último aparece con la cabeza de una serpiente, cuerpo como de león y patas traseras como de águila. Istar, cuyo nombre lleva este portón, era la diosa del sexo y la fertilidad y la adoraban en Uruk como diosa madre y reina de los cielos.
Reflexionando acerca de las procesiones que habían tenido lugar en la calle de la Procesión en Babilonia, el arqueólogo Koldewey hizo una comparación interesante: ‘Una vez vi aparecer en el portal de la catedral de Siracusa (una ciudad de la isla de Sicilia) una imagen de María hecha de plata y de mayor tamaño que el natural colmada de regalos votivos, anillos, gemas, oro y plata, y la iban cargando 40 hombres sobre una litera muy por encima de las cabezas de la hormigueante muchedumbre. La trajeron al jardín de Latomien en una procesión festiva acompañada de música ruidosa y la oración ferviente de la muchedumbre. Similarmente me puedo imaginar a una procesión trayendo al dios Marduk en su marcha triunfal a lo largo de la calle de las procesiones de un lado a otro de Babilonia.’
Confirmación de un relato bíblico
El trabajo de reconstruir estos tesoros produjo una interesante corroboración del siguiente relato bíblico acerca de Joaquín, uno de los reyes del Israel antiguo:
“[Nabucodonosor] se llevó a Joaquín al destierro a Babilonia . . . Y aconteció el año treinta y siete del destierro de Joaquín el rey de Judá . . . que Evil-merodac el rey de Babilonia, en el año que llegó a ser rey, elevó la cabeza de Joaquín el rey de Judá sacándolo de la casa de detención . . . Y le quitó sus prendas de vestir de prisionero; y él comió pan constantemente delante de él todos los días de su vida. En cuanto a su porción designada, una porción designada se le daba constantemente de parte del rey, diariamente como debido, todos los días de su vida.”—2 Rey. 24:15; 25:27-30.
Durante los esfuerzos para armar y reconstruir la vasta colección de reliquias del Cercano Oriente de la antigüedad, se descubrieron unas trescientas tablillas cuneiformes. Estas habían estado en edificios próximos al palacio de Nabucodonosor. La mayoría de éstas trataban meramente de entregas o distribuciones de comestibles. Sin embargo, es un hecho interesante que algunas de estas tablillas contenían el nombre Joaquín. En cuanto al valor de este descubrimiento, Hans Bartke comenta en su libro Bibel, Spaten Und Geschichte (Biblia, pala e historia):
“Estas tablillas no son de gran importancia ni suministran mucha información. Pero primordialmente certifican el hecho de que Joaquín verdaderamente estuvo en Babel, vivió en el palacio del rey y recibía su porción de comestibles. . . . estas tablillas representan una confirmación del informe bíblico. Por lo tanto son apropiadas para fortalecer la confianza en el registro de la Biblia.”
El espacio no nos permite hacer una investigación más extensa aquí de la colección de reliquias del museo de Pérgamo. Sin embargo, en años recientes los acuerdos gubernamentales han facilitado el que los residentes de los países occidentales entren en Berlín Oriental. ¿Está planeando pronto un viaje a Alemania? Si es así, usted hallará que valdrá la pena visitar este museo de Berlín Oriental y examinar con cuidado los tesoros que contiene del Cercano Oriente de la antigüedad.
[Ilustración de la página 11]
Reconstrucción de un monumento que contiene un altar a Zeus, situado en el museo de Pérgamo, Berlín Oriental