‘Estadio revolucionario’
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Hawai
POR todo el mundo los aficionados a los deportes están profundamente conscientes de la variedad de nuevos estadios, arenas y campos deportivos que se han construido en muchas ciudades grandes. A menudo estas instalaciones también les son de interés a los testigos de Jehová. Esto no se debe a un irresistible interés en los deportes, sino a que todos los años usan estadios y grandes arenas deportivas para celebrar asambleas cristianas. Por todo el mundo se reúnen decenas de miles de personas en estas asambleas para recibir instrucción práctica en cuanto a cómo aplicar la Palabra de Dios en su vida y para observar emocionantes dramas bíblicos presentados por personas en trajes de época.
Por eso de diversas partes se manifestó interés en la inauguración de un nuevo estadio deportivo al aire libre en Hawai en septiembre de 1975. El Star Bulletin de Honolulú informó que el arquitecto había dicho: “La gente aquí va a tener un tipo de estadio revolucionario. No hay otro como éste en el mundo.” ¿Qué lo hace singular?
Una cosa que llama mucho la atención es el hecho de que el estadio que costó 27 millones de dólares tiene graderías movibles. Cuatro grandes secciones de gradas enmarcadas en acero pueden moverse en “cojines de aire” sobre vías de cemento para adaptar la configuración del estadio a juegos de fútbol o béisbol, presentaciones teatrales y reuniones y convenciones grandes. Puede imaginarse qué maravilloso es tener un estadio con asientos para 50.000 personas que pueden ser arreglados a voluntad... los retretes, puestos donde se sirven refrigerios y otros medios normales se mueven junto con las graderías que los contienen.
Otro rasgo que presenta muchas posibilidades fascinadoras es el tablero y el sistema de indicar en él los puntos ganados. Más bien que estar destinado a mostrar simplemente el tanteo y estadísticas del juego, este nuevo tablero puede reproducir imágenes en una enorme pantalla. Cualquier imagen tomada por las numerosas cámaras de video enfocadas en el campo de juego podrá reproducirse en la pantalla para que la vea la mayor parte del auditorio. Los aficionados deportivos pueden apreciar inmediatamente el potencial de esto en cuanto a poder ver representados inmediatamente después los momentos cruciales del juego. Pero también se podrá emplear el tablero para mostrar a una persona que esté pronunciando una conferencia o para proyectar, en grande, cualquier acto o acción en un escenario, estando ello sincronizado con el sistema de sonido del estadio.
Dicho arreglo ciertamente encierra interesantes posibilidades para reuniones, ya sean deportivas, festivas o educativas.