¿Cómo se empalma un gen?
SUPONGA que usted quisiera empalmar un gen. ¿Cómo lo haría? Primero necesitaría el gen, una sección de ADN que contenga la “clave,” o el “dibujo maestro,” para una proteína específica. Actualmente hay disponibles “máquinas de genes” que sintetizan genes simples de sustancias químicas inertes. De tratarse de genes más complejos, usted quizás tendría que localizarlos y aislarlos en el ADN de células vivas.
Luego necesitaría un plasmagén y una sustancia química especial llamada enzima de restricción, la cual cortaría el plasmagén en el punto correcto y dejaría expuestos “extremos pegajosos” para efectuar el empalme.
Probablemente usted también tendría que asegurarse de que su nuevo gen estuviera correctamente adherido al gen especial que funciona como “mecanismo activador” para el gen que usted desea empalmar. De otro modo, puede que su nuevo gen nunca funcione. Después de todo, ni el plasmagén ni la bacteria en la que usted está colocándolo tienen necesidad alguna del nuevo gen. El gen no está haciendo nada en beneficio de ellos; por eso, ¿por qué debería la bacteria perder tiempo y energía produciendo lo que el gen pide por lo que hay en su “programa”?
La idea de un “mecanismo activador” es engañar a las bacterias de modo que piensen que están produciendo algo que necesitan, cuando en realidad están produciendo algo que usted necesita. A estos mecanismos se les llama “genes reguladores.”
Ahora junte el gen regulador en combinación con el nuevo gen y mézclelos con muchos plasmagenes pegajosos. Algunos plasmagenes se engancharán a los nuevos genes y de nuevo tomarán forma de rosca. Entonces ponga los plasmagenes “empalmados” en un recipiente donde haya muchas bacterias, y algunas de éstas absorberán algunos plasmagenes. Comúnmente las bacterias intercambian los plasmagenes. Por ejemplo, los plasmagenes generalmente están donde puedan conseguir nuevos genes que los inmunicen a los antibióticos.
Si todo ha salido bien, por lo menos algunas bacterias habrán absorbido plasmagenes con los nuevos genes introducidos por usted, y por lo menos algunos plasmagenes estarán operando dentro de las bacterias, usando los ribosomas y otros “obreros” de éstas para producir lo que usted quiere producir. Cada bacteria se ha convertido en una diminuta “fábrica” al servicio de usted. Pero esta fábrica tiene la ventaja especial de que se reproduce. Las bacterias se dividen y producen más bacterias, en todas las cuales está el gen especial introducido por usted, y todas las cuales producen la proteína que usted desee.
[Diagrama en la página 8]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
gen + plasmagén = plasmagén modificado ⇨ absorbido por la bacteria