Cómo obra el espíritu santo hoy día
LOS dones del espíritu santo que identificaban a la congregación cristiana del primer siglo como la organización de Dios cesaron. No se necesitan para identificar a aquellos por medio de quienes obra el espíritu santo hoy. Entonces, ¿qué rasgos identificadores hay en nuestro tiempo? Examine algunos de ellos:
1. “SE AMAN LOS UNOS A LOS OTROS”
El amor genuino es el carisma (don) más importante del espíritu santo hoy. (1 Corintios 13:13) Se manifiesta en el amor genuino que el cristiano debe tenerle al prójimo. (Mateo 22:39) Al respecto, Jesús declaró: “Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.” (Juan 13:35, Versión Popular) Tal amor no es simplemente un amor meloso que se le tiene a toda la humanidad en general. Es mucho más que habla emotiva acerca del amor. Va acompañado de obras que resultan en el bienestar duradero de otras personas. Vence las barreras divisivas del nacionalismo, el racismo, la política y la educación, de modo que, por ejemplo, para los de cierto país que tengan este don sería inconcebible ir a la guerra para matar a otros cristianos (o cualquier otra persona) de otro país. Pregúntese: ¿quiénes hoy, en todo el mundo, despliegan semejante amor?—1 Juan 3:10-12; 4:20, 21.
2. “NO SON PARTE DEL MUNDO”
A fin de que sus discípulos permanecieran en unión con el Padre y el Hijo y unidos unos con otros, Jesús les enseñó a no ser parte del mundo con sus divisiones raciales, nacionales, políticas y sociales. La lealtad de ellos era para con el reino de Dios. (Juan 15:19; Mateo 6:9, 10) El libro From the Old World to the New dice: “Ellos preferían el Reino de Dios a cualquier otro reino que pudieran servir en la Tierra.” Y History of Christianity señala que los cristianos del primer siglo “rehusaban tomar parte activa en ... la defensa militar del imperio [romano].” ¿Quiénes hoy mantienen semejante neutralidad?
3. “HAGAN DISCÍPULOS”
El amor cristiano no es pasivo. “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de la lengua, sino de obra y en verdad.” (1 Juan 3:18, Versión Moderna) Jesús enseñó a sus discípulos a hablar con otras personas acerca del reino de Dios y a efectuar la obra de evangelizar a nivel mundial. (Mateo 10:7; 24:14; 28:19, 20) Pero, según la publicación Christianity Today, solo una tercera parte de los “carismáticos” ven la necesidad de “ganar el mundo para Cristo.” Pero, ¿cuántos de entre éstos realmente salen y visitan a las personas en sus hogares con el fin de ‘hacer discípulos’? Por otro lado, ¿no concuerda usted en que, a nivel internacional, los testigos de Jehová son muy conocidos por su obra de testificar? En cierta ocasión, el pastor de una iglesia pentecostal dijo a un Testigo: “¡Lloro al pensar en que nosotros tenemos el espíritu de Dios, pero ustedes son los que están efectuando la obra!”
4. “AMAR A JEHOVÁ”
La verdadera adoración que Dios apoya con su espíritu tiene que poner a Jehová en primer lugar en todas las cosas. (Exodo 20:5) Jesús dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más grande y el primer mandamiento.” (Mateo 22:37, 38) Una manera de hacer esto es mediante dar a conocer el nombre de Dios, Jehová. Jesús hizo esto, y dijo a Dios en oración: “Yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer.” (Juan 17:26) Por eso los cristianos oran: “Padre nuestro que estás en los cielos: Que tu santo nombre sea honrado.” (Mateo 6:9, Today’s English Version) ¿Quiénes hoy ponen a Jehová en primer lugar en su vida y lo demuestran al desplegar devoción para con la Palabra y las leyes de El y al dar a conocer Su nombre por toda la Tierra? ¿Con qué cuerpo religioso internacional se asocia el nombre de Jehová?
Examinando los “dones”
No hay duda de que el espíritu de Dios está en acción hoy. Los cristianos verdaderos tienen los rasgos identificadores de este espíritu. (Gálatas 5:22, 23) Y este espíritu los está impulsando poderosamente para que cumplan con el propósito de Dios.
Por ejemplo, un ex “carismático” tuvo la “experiencia” de hablar en lenguas, pero aún pensaba que algo andaba mal. Estaba confundido por la desunión que existía entre unos 10 grupos que hablaban en lenguas pero que discrepaban entre sí, y algunos acusaban a otros de “ser inspirados por demonios y de estar condenados.” ¿Pudieran los demonios haber invadido estos grupos y haber ejecutado poderosas señales a propósito para engañar? Posteriormente, él se encontró con un espiritista que ‘hablaba con los espíritus’ en su casa. “Le dije que el único espíritu que yo quería conocer era al espíritu santo, y me dijo que nunca había oído hablar de ése. No obstante, lo que me asombró fue que los espíritus de él profetizaban también y hacían posible que ejecutara curaciones milagrosas.” Fue entonces cuando se dio cuenta del peligro que envuelven tales cosas.
El había ‘puesto a prueba los espíritus’ para ver si provenían de Dios. (1 Juan 4:1) Descubrió que no era así. Se dio cuenta de que la vida, la conducta, las prácticas y las creencias de los “carismáticos” no desplegaban los frutos del espíritu que se mencionan en Gálatas 5:22, 23. Por otro lado, podía ver que los testigos de Jehová vivían como cristianos, y dijo: “Tenían un amor que trascendía las barreras nacionales. Un factor importante era que ellos predicaban las buenas nuevas del reino de Dios por toda la Tierra, tal como se profetizó en Mateo 24:14. Para efectuar estas cosas se requería el ánimo que solo el espíritu de Dios puede dar.” ¡Sí, ciertamente el espíritu santo obra poderosamente hoy entre estos cristianos!