Los jóvenes preguntan...
¿Cómo encargarme de una entrevista para conseguir empleo?
“¡ASUSTADO! Así fue como me sentí durante la entrevista para conseguir empleo”, recuerda Sal, cuando trataba de conseguir su primer empleo. “Temía fracasar porque no tenía experiencia laboral.”
¿Es así como te sientes en cuanto a solicitar empleo? No eres el único que te sientes así. De tan solo pensar en la entrevista, a muchas personas —jóvenes o mayores— les comienza a brotar un sudor frío, especialmente si ésta es la primera. Y casi todo empleado ha pasado por una primera entrevista para conseguir empleo. Pero ha sobrevivido, y tú también puedes hacerlo.
Los jóvenes no tienen empleos apropiados... cierto. Hay menos empleos que jóvenes desempleados... cierto. Esto quiere decir que no vale la pena tratar de conseguir empleo... ¡FALSO! Cuídate de llegar a pensar: ‘No hay oportunidades’. Todos los días se presentan oportunidades, si estás dispuesto a seguir adelante y buscarlas. Puede que necesites un trabajo de tiempo completo debido a tus responsabilidades personales, o tal vez quieras un trabajo de media jornada. En uno u otro caso, tú puedes ser quien pase la entrevista y consiga el empleo, si tomas la iniciativa. E iniciativa es una de las cualidades principales que buscan los patronos en sus futuros empleados. Tú tienes que dar el primer paso.
No consideres insuperables los obstáculos que hay en el camino del éxito de una entrevista para conseguir empleo. Más bien, velos como obstáculos que superar. Un proverbio bíblico ofrece este consejo: “El camino del perezoso es como seto de abrojos, pero la senda de los rectos es un camino echado”. El perezoso se figura que cualquier desafío es como un “seto de abrojos”, demasiado espinoso para tratarlo. Así que no da ni siquiera un paso. Pero para el sabio el camino está “echado”, o parece tan liso y amplio como una autopista de la que se han quitado todos los obstáculos semejantes a piedras. El sabio está dispuesto a seguir adelante y afrontar el desafío. (Proverbios 15:19.)
Antes de ir a una
¿Sabes cuáles son tus puntos fuertes y tus flaquezas? Sé honrado contigo mismo, porque el tener un punto de vista realista de tus puntos fuertes y puntos débiles es parte de la preparación que necesitas para buscar empleo. Este conocimiento te protege de llegar a ser presumido y exigente. El señor Cleveland P. Jones, asesor que conduce seminarios laborales, comenta lo siguiente sobre cierta actitud típica de muchos jóvenes: “Quieren un empleo donde trabajen lo menos que puedan, pero ganen la mayor cantidad de dinero posible. Sin embargo, eso simplemente no pasa en el mundo de hoy. Tienen que recordar que van a empezar desde abajo”.
Hay que ganarse el derecho a recibir ascenso. Pero primero tienes que tener un empleo. Una vez que lo tengas si cumples bien tus deberes y adquieres valiosa experiencia laboral, no solo aumentará tu confianza, sino que también tu patrono confiará más en ti. Es entonces cuando estás listo para encargarte de más responsabilidad.
No basta con querer conseguir empleo. Tienes que averiguar qué se requiere para aspirar al puesto, y luego prepararte para satisfacer esos requisitos. Échate atrás ante cada petición del patrono, y es probable que pierdas la oportunidad de alcanzar un ascenso. Esos requisitos sirven de regla para medir el potencial que tienes como empleado. “He sabido de personas que han sido despedidas —dice el Sr. Jones— porque le dijeron al patrono: ‘Pues bien, no puedo trabajar si no oigo la radio’.”
“Antes que vayas a una entrevista para conseguir empleo, recuerda, las primeras impresiones son impresiones duraderas”, comenta el Sr. Jones. Él aconseja que no se lleven pantalones vaqueros ni zapatos de lona cuando se va a una entrevista, y recalca la necesidad de estar limpio y nítido. ‘¡Pero yo tengo derecho a ponerme lo que quiera!’, tal vez digan algunos jóvenes. El patrono también tiene el derecho de contratar a quien a él le parezca. Él tiene el empleo, y tú eres quien está buscando ese empleo. Tenga o no razón, el patrono pudiera concluir que tal como viste la persona, así trabaja.
Por lo tanto, generalmente lo más prudente es vestirse con esmero para cualquier entrevista laboral, tanto para conseguir empleo de oficina como para un empleo en una fábrica. Cuando solicites un empleo de oficina, vístete como se vestiría un hombre (o una mujer) de negocios. Si solicitas trabajo en una fábrica, ponte una camisa y unos pantalones limpios y planchados, y brilla los zapatos. Si eres mujer, vístete con modestia y maquíllate moderadamente. Y si solicitas trabajo en una oficina, ponte medias y zapatos de vestir como complemento de un vestido conservador.
¿Es siempre necesario un currículo (breve relato escrito de tus aptitudes)? Puede que un currículo no sea necesario para solicitar ciertos empleos, como en una fábrica, pero muchas veces es necesario para un empleo de oficina.
Durante la entrevista
Cuando vayas a la entrevista, siempre ve solo, aconseja el señor Jones. El patrono quiere hablar contigo y saber tus motivos para solicitar el empleo, no los de tu amigo. Si tu mamá o algún amigo te acompaña a la entrevista, el patrono pudiera concluir que eres inmaturo.
‘Suponga que el patrono me pregunte si he tenido experiencia laboral antes, ¿qué le digo?’, quizás te preguntes. No fanfarronees. “Sé sincero”, dice Sal. “Ellos se dan cuenta si estás mintiendo o fingiendo.”
Si éste ha de ser tu primer empleo, aunque tal vez no te des cuenta de ello, puede que previamente hayas tenido alguna experiencia laboral. ¿Cómo es eso? ¿Has tenido alguna vez empleo de verano? ¿O has trabajado de niñera? ¿O se te ha asignado alguna faena doméstica en casa para que la lleves a cabo con regularidad? ¿Se te ha dado la responsabilidad de que te encargues de algunos deberes en el lugar de adoración al que asistes? ¿Se te ha adiestrado en la oratoria? Si así es, entonces puedes mencionar esas cosas en la entrevista, o alistarlas en tu currículo, para demostrar que puedes encargarte de responsabilidades.
Otro asunto importante para los patronos es cuánto interés tienes tú en su compañía y en el empleo que se ofrece. Por lo tanto, tienes que convencerles de que quieres hacer el trabajo y puedes hacerlo, y que deseas tener la oportunidad de probarlo. La actitud de “cómo me aprovecha eso” apagará el interés que el entrevistador tenga en ti más rápido de lo que se pulsa un interruptor. El entrevistador se interesa en lo que tú puedes hacer para la compañía, no en lo que la compañía puede hacer para ti.
El solicitar y conseguir empleo de tiempo completo o de media jornada es un desafío que puedes afrontar con éxito. Y cuando ese empleo se utiliza como instrumento para ayudar a otras personas, no solo a ti mismo, la satisfacción se convierte en un beneficio complementario.
[Recuadro en la página 24]
CURRÍCULO
SALVATORE JAMES JONES
123 Fourth Street, Apt. 321
Brooklyn, Nueva York 11201
Teléfono: (212) 989-4586
PUESTO QUE SOLICITO
Representante de servicio a la clientela
EDUCACIÓN
Graduado de escuela secundaria: Asistí a la Escuela Secundaria de
Brooklyn, Brooklyn, N.Y., desde septiembre de 1978 hasta junio de 1982
EXPERIENCIA
Empleo de verano: Surtiendo anaqueles en el Supermercado Green,
Brooklyn, N.Y., durante julio y agosto de 1981
Entrega matutina de periódicos para el Times de Brooklyn, de septiembre
de 1980 a junio de 1981
EXPERIENCIA ADICIONAL
Asisto semanalmente a un curso de oratoria que dura 45 minutos
Pronuncio un discurso de 5 minutos cada 6 semanas a un auditorio de 95
personas en el Salón del Reino de los testigos de Jehová, Brooklyn, N.Y.;
lo he hecho desde 1972 hasta el presente
Ayudo semanalmente en el mantenimiento de la grama y los arbustos del
Salón del Reino; desde 1980 hasta el presente
REFERENCIAS
Samuel Green, gerente del Supermercado Green, 789 Spruce Avenue,
Brooklyn, N.Y. 11201
John P. Shepherd, ministro presidente, 456 Elm Avenue, Brooklyn, N.Y.
11201
Sra. Anna Temple, vecina, 125 Fourth Street, Brooklyn, N.Y. 11201
DATOS PERSONALES
Edad: 18 años
Estatura: 1,75 metros
Peso: 68 kilos
Estado civil: Soltero
[Recuadro en la página 25]
Qué hacer durante una entrevista para conseguir empleo
Actúa con madurez y formalidad. Saluda al patrono con el debido respeto. Llámalo “Señor”... no “compadre”, “camarada” ni “amigo”.
Siéntate derecho en la silla; pon los pies firmemente en el suelo; está alerta. El hacer planes de antemano te ayudará a estar sosegado, sereno y relajado.
Piensa antes de contestar una pregunta. Sé cortés, preciso, sincero y franco. Da todos los detalles. No te jactes.
Lleva contigo un registro, en una hoja de papel, de la relación de todos los empleos que has tenido, las fechas en que trabajaste en cada uno de ellos, el salario que recibías en cada uno, el tipo de labor que desempeñabas, y el motivo de la renuncia.
Prepárate para demostrar cómo tu adiestramiento y experiencia laboral pueden ayudarte a progresar en el empleo que solicitas.
Como referencias, da el nombre (y la dirección completa) de tres personas de confianza que te conozcan y sepan de la labor que has realizado.
Muéstrate seguro de ti mismo, entusiasta, pero no fanfarronees. Habla bien y claramente el español. Mas no hables demasiado.
Escucha atentamente; sé cortés y discreto. Sobre todo, no te envuelvas en ninguna discusión con tu patrono en perspectiva.
Al patrono sólo le interesa lo capacitado que estés para el empleo. No menciones problemas personales, domésticos ni financieros.
Si parece que no vas a conseguir el empleo, pide sugerencias al patrono en cuanto a otros empleos que pudieran surgir en la empresa.
Inmediatamente después de la entrevista, envía al patrono una carta breve dándole las graciasa.
[Nota a pie de página]
a Fuente: El folleto How to “Sell Yourself” to an Employer, publicado por la Oficina de Servicio de Empleos del Estado de Nueva York.