Los jóvenes preguntan...
‘Los demás fuman marihuana... ¿por qué no debo fumarla yo?’
LOS científicos la conocen por cáñamo indio. Pero tal vez tú la conozcas mejor por marihuana, mariguana, marijuana, hachís, pasto, ganja, o sencillamente yerba. Prescindiendo del nombre que reciba, fumar marihuana ha llegado a ser un pasatiempo común para millones de jóvenes.
En el libro The Private Life of the American Teenager (La vida privada del joven norteamericano), se publicó una encuesta realizada entre unos 160.000 adolescentes estadounidenses. De los jóvenes de 16 a 18 años de edad que fueron entrevistados, aproximadamente un 70% confesó haber fumado marihuana por lo menos alguna vez. Y alrededor de un 50% dijo que la había fumado con regularidad. Aunque tú seas una de las relativamente pocas personas que se han mantenido alejadas de las drogas, probablemente sepas cuán esparcida está la influencia de la marihuana. La letra de la música rock exalta su uso. Tus compañeros de clase tal vez la usen abiertamente. “Hasta los guardias de nuestra escuela venden marihuana”, dijo un joven. Se exhiben y se venden abiertamente objetos relacionados con el uso de drogas. El uso de la marihuana ha llegado a ser tan común, que una joven de 14 años de edad, llamada Katie, dijo: “Ya ni siquiera ‘está a la moda’. Es que es parte de la vida de casi todo el mundo”.
Pero, no ‘todo el mundo’ fuma marihuana. De hecho, según un estudio efectuado recientemente en los Estados Unidos y el Canadá, una cantidad aumentante de jóvenes está diciendo “no” a dicha droga. No obstante, a pesar de los estudios que se han realizado, todavía hay una alarmante cantidad que, solo por una dosis, se arriesga a la ira de sus padresa, a estrecheces económicas (en los Estados Unidos una habituación “moderada” a la marihuana puede costar semanalmente de 5 a 50 dólares), a enfrentamientos con la justicia y, posiblemente, a riesgos para su salud. ¿Significa esto, entonces, que tú deberías fumar marihuana? Para contestar esta pregunta, primeramente consideremos por qué es tan popular.
¿Por qué es tan popular la marihuana?
Algunos jóvenes recurren a la marihuana como un refugio para sus problemas. Un joven de 17 años de edad, llamado Roger, comentó: “A mí me gusta endrogarme. Si uno tiene muchos problemas, los olvida”. Algunos recurren a ella para aliviar la depresión o el aburrimiento. Otros la prueban sencillamente para satisfacer su curiosidad. Además, el libro Adolescence dice: “El tener amigos que fumen marihuana aumenta en gran manera las oportunidades para que un adolescente intente usarla”. Esto no significa, necesariamente, que los jóvenes estén bajo presión o de algún modo obligados a fumar marihuana (aunque esto pudiera suceder). Pero, según se comenta en el libro Self-Destructive Behavior in Children and Adolescents (Comportamiento autodestructivo de los niños y los adolescentes): “Muy a menudo el joven llega a conocer o a interesarse en las diferentes clases de drogas mediante algún amigo íntimo [...] Tal vez su única intención sea compartir una experiencia excitante y placentera”.
Pero prescindiendo de cómo o por qué se inician, los estudios muestran que la razón principal por la que los jóvenes continúan usando marihuana es meramente por el placer que esta les produce. Un joven de 17 años de edad, llamado Grant, dijo: “La fumo sólo por los efectos que produce. No para serenarme o por razones sociales. [...] Yo nunca la fumé porque mis compañeros me presionaran a hacerlo, sino únicamente porque quise hacerlo”.
Pero ¿son estas razones válidas para que tú pruebes la marihuana? Por ejemplo, ¿es sabio usar una sustancia química para ocultarte de los problemas? No, según la pregunta que hace la Biblia en Proverbios 1:22: “¿Hasta cuándo seguirán ustedes los inexpertos amando la inexperiencia, [...] y hasta cuándo seguirán ustedes los estúpidos odiando el conocimiento?”. El joven que se oculta trás una euforia inducida por las drogas ‘ama la inexperiencia’; no llega a desarrollar el conocimiento y las aptitudes que se necesitan para enfrentarse a la vida. Los autores del libro Talking With Your Teenager (Conversando con su hijo adolescente), escribieron lo siguiente: “El uso de drogas y alcohol puede obstaculizar ese proceso [el desarrollo de las aptitudes de adulto], pues son un medio de evitar pasar por la experiencia de vivir sentimientos adversos o luchar contra situaciones difíciles. Así nunca se llega a aprender que es posible afrontar con éxito momentos dolorosos de la vida sin tener que usar esas sustancias”.
Pero, supón que muchos de tus amigos han probado la marihuana. “Es difícil [resistir] cuando los amigos de uno la usan”, confesó un joven de 16 años de edad que usaba marihuana. Sin embargo, fíjate en lo que dice Éxodo 23:2. Aunque estas palabras originalmente fueron dirigidas a personas que prestaban testimonio en causas judiciales, son un buen consejo para los jóvenes: “No debes seguir tras la muchedumbre”. Además, el que incondicionalmente sigue a sus compañeros no es más que un simple esclavo. La Biblia dice en Romanos 6:16 (Nueva Biblia Española): “Estar a disposición de alguien obedeciéndole como esclavos es ser de hecho esclavos de ése a quien obedecen”.
Es por eso que la Biblia anima a los jóvenes a desarrollar “la capacidad de pensar”. (Proverbios 2:10-12.) Aprende a pensar por ti mismo, y así no te inclinarás a seguir a jóvenes descarriados. Es cierto que tal vez tengas curiosidad por la marihuana o los efectos que esta produce. Pero uno no tiene que contaminar su mente y su cuerpo para saber qué efectos produce esta droga en la gente. Fíjate en los jóvenes de tu edad que fuman marihuana... especialmente quienes la han estado fumando por mucho tiempo. ¿Te parecen personas alertas y perspicaces? ¿Tienen buenas calificaciones en la escuela? ¿O parecen personas embotadas y distraídas, que a veces ni siquiera están al tanto de lo que sucede a su alrededor? Los propios fumadores de marihuana han creado una expresión para describir a tales personas: “Está quemado”. Sin embargo, muchos que están “quemados” probablemente comenzaron a fumar marihuana por curiosidad. No ha de extrañar, entonces, que la Biblia aconseje a los cristianos a suprimir cualquier curiosidad malsana que tengan y a que “sean pequeñuelos en cuanto a la maldad”. (1 Corintios 14:20.)
¿Vale la pena el placer?
Pero, ¿no deriva un gran placer la persona que se endroga? Lamentablemente, hay muchas cosas que no solo producen placer, sino también dolor. Por ejemplo, abusar de las bebidas alcohólicas tal vez le parezca agradable a alguien. En el caso del borracho, el vino “luce centelleante en la copa —y cuando lo bebe—, va con suavidad”. Pero la Biblia dice: “A su fin muerde justamente como una serpiente, y segrega veneno justamente como una víbora. Tus propios ojos verán cosas extrañas, y tu propio corazón hablará cosas perversas”. (Proverbios 23:31-33.) ¿Puede el uso de la marihuana resultar ser igualmente ‘venenoso’? Un folleto publicado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, dijo: “La ansiedad es la reacción adversa más común de la marihuana, a veces va acompañada de pensamientos paranoicos; estos pueden ir desde una tendencia a sospechar de todo hasta el temor de perder el equilibrio y volverse loco. [...] Algunos fumadores de marihuana tal vez necesiten ayuda profesional”.
Además, piensa en los riesgos para la salud. ¡Algunos informes que han sido publicados ampliamente indican que la marihuana es un verdadero peligro para la salud! Pero aunque parezca extraño, cuando se hizo la pregunta: “¿Crees que fumar marihuana es malo para la salud?”. ¡Casi la mitad de un grupo de jóvenes fumadores de marihuana dijeron que no! Los autores del libro Talking With Your Teenager, dan la siguiente explicación: “El que se tome en cuenta la salud no es un factor convincente para muchos adolescentes, esto se debe en parte a que son tan resistentes y están tan llenos de vitalidad que no creen que su salud pueda verse afectada. Este sentimiento de ‘invulnerabilidad’ es muy común en la adolescencia. Algunos adolescentes creen que el cáncer pulmonar, el alcoholismo y la fuerte adicción a las drogas son cosas que solo les suceden a las personas de más edad, no a ellos”.
“Cuando comencé a fumar marihuana —comenta un joven llamado David—, había oído a muchos adultos decir que eso era malo para uno. Francamente, yo no les creía. Después de todo, yo tenía amigos que la fumaban, y no parecía que ellos estuvieran tan mal. Los cuentos de horror que oía de las personas mayores no concordaban con lo que yo veía. De modo que me creí que aquello era pura propaganda.”
No obstante, David aprendió de mala manera que algunos de estos “cuentos de horror” eran ciertos. Tú no deberías dejarte engañar, creyendo que, puesto que eres joven, eres invulnerable. “Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” (Gálatas 6:7.) Si abusas de tu mente y de tu cuerpo, puede que tengas que pagar las consecuencias más pronto de lo que te imaginas. Haz uso de tu facultad para pensar y evita el riesgo de la irreflexión.
¡Tú puedes decir que no!
Un folleto que publicó el Instituto Nacional Contra el Abuso de las Drogas (E.U.A.), hace el siguiente comentario: “Rechazar la ocasión de usar una droga [...] es un derecho que tú tienes. Cualquier amigo que ejerza presión en ti respecto a tu decisión estaría atentando contra tus derechos como persona libre”. Por consiguiente, ¿qué puedes hacer cuando alguien te ofrezca marihuana? Ten el valor de decir “¡No!”. Esto no significa necesariamente que tienes que dar un sermón acerca de lo malo que es el usar drogas. El referido folleto sugiere que simplemente contestes: “No, gracias, no quiero fumar”, o: “No, no quiero tener problemas”, o hasta podrías decir con cierta ironía: “Yo no contamino mi cuerpo”. Pero, lo mejor es que le hagas saber que eres cristiano. Tal vez decidan que es mejor dejarte tranquilo.
Puede que algunos jóvenes estén de acuerdo con tu decisión, y otros quizás no lo estén. Pero recuerda: Es tu mente, tu cuerpo y tu vida los que están en juego.
[Nota a pie de página]
a Solo un 29% de los fumadores de marihuana referidos en la encuesta supracitada manifestó creer que sus padres sabían de su adicción y casi un 50% dijo que le mentirían a sus padres si les preguntaban al respecto.
[Comentario en la página 16]
Fumar marihuana “ya ni siquiera ‘está a la moda’. Es que es parte de la vida de casi todo el mundo”.—Comentario de una joven de 14 años de edad
[Comentario en la página 18]
“Algunos adolescentes creen que el cáncer pulmonar, el alcoholismo y la fuerte adicción a las drogas son cosas que solo les suceden a las personas de más edad, no a ellos”
[Ilustración en la página 17]
A menudo los jóvenes llegan a conocer las drogas por medio de sus amigos