Las soleadas islas británicas del Canal
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en las Islas Británicas
JERSEY y Guernesey... ¿en qué le hacen pensar estos nombres? ¿En alguna especie de suéter? Sí, estos son los nombres de algunas de las prendas de vestir tejidas cuyos modelos y diseños son muy característicos y muy finos. ¿Le hacen pensar en alguna especie de ganado lechero? Tal vez en esto también, pues estos animales son muy estimados por la calidad de leche que producen. No obstante, Jersey y Guernesey son en realidad los nombres de dos islas pequeñas de un archipiélago en el Canal de la Mancha, conocidas como las Islas Anglonormandas o Islas del Canal.
Estas islas están cerca de la costa de Normandía, en Francia, de modo que desde ellas uno puede divisar en un día despejado la costa francesa. Alderney, una de las principales islas del archipiélago, está solamente a 13 kilómetros (8 millas) de la península francesa de Cherburgo. Por otra parte, Inglaterra está a unos 96 kilómetros (60 millas) al norte. La superficie de las islas en conjunto es de 195 kilómetros cuadrados (75 millas cuadradas) y su población es de unos 130.000 habitantes.
Antecedentes franceses
Puesto que las Islas Anglonormandas están tan cerca de la costa francesa, ¿por qué, entonces, pertenecen a Gran Bretaña? Los isleños contestan diciendo: ‘Inglaterra nunca nos conquistó. ¡Nosotros conquistamos a Inglaterra!’. Esto tiene una historia interesante.
Estas islas eran originalmente parte del ducado francés de Normandía. En 1066, el duque Guillermo “el Conquistador” cruzó el Canal de la Mancha, conquistó a Inglaterra y unió ambos reinos instituyéndose a sí mismo como rey Guillermo I de Inglaterra. A esto se le llamó la Conquista Normanda.
Unos 150 años más tarde, el rey Juan de Inglaterra perdió la soberanía en Normandía pero la retuvo en las Islas Anglonormandas. Como recompensa por su lealtad, les otorgó a los isleños una constitución, lo que equivalía a tener su propio gobierno, el cual ha continuado en existencia hasta el día de hoy.
Aun así, la proximidad de estas islas a Francia ha dejado, como es natural, una marca indeleble. Aunque el inglés es el idioma que se habla comúnmente en estas islas, el francés es el idioma oficial. Si usted caminara por las angostas calles para ver las tiendas, o visitara otras zonas distantes, notaría que muchos de los isleños todavía hablan un patuá o dialecto derivado del antiguo anglonormando.
El atractivo del mar
Desde los tiempos primitivos de los vikingos, el mar ha desempeñado un papel importante en amoldar las características de estas islas y de sus habitantes. La costa de Jersey recibe una de las mareas de mayor amplitud en el mundo, con un ascenso que alcanza hasta 12 metros (40 pies) durante la temporada de mar vivo en la primavera. Las traicioneras corrientes que producen estas mareas hacen que sea muy peligroso navegar por estas aguas. También hay tormentas que azotan el Canal de la Mancha; y aun cuando el tiempo está calmado cierta bruma o neblina puede descansar sobre las aguas.
A pesar de todo esto, o tal vez debido a esto, los habitantes de estas islas siempre han sido excelentes marineros y buenos comerciantes. Al principio comerciaban con Francia e Inglaterra. Con el tiempo, buscando nuevos mercados, dirigieron su atención a España y Portugal, y más tarde a otras tierras lejanas. Después del descubrimiento de América, muchos isleños viajaban regularmente en la primavera hacia el otro lado del Atlántico, y luego regresaban a sus hogares a tiempo para la labranza y cosecha de otoño.
Sin embargo, no todas sus empresas comerciales eran realmente honestas. El contrabando y el saqueo de naves proveyeron los medios para edificar muchas de las magníficas casas antiguas que tanto se valoran en la actualidad.
Una placa que se halla en un cementerio de Gaspé, junto a la desembocadura del río San Lorenzo en el Canadá, da testimonio de lo distantes que eran los viajes de estos isleños. Esta placa tiene una inscripción que dice: “Vinieron por mar desde las Islas Anglonormandas de Guernesey y Jersey. Junto al mar edificaron casas, iglesias y escuelas; del mar vivieron y junto al mar descansan”.
Aun en otras partes de América del Norte hay evidencia de los viajes de los habitantes de las Islas Anglonormandas. El condado de Guernesey en Ohio (E.U.A.), tiene conexión directa con los primeros colonos procedentes de Guernesey. Pero mejor conocido es el estado de Nueva Jersey (E.U.A.). Como recompensa por su apoyo durante la guerra civil inglesa, el rey Carlos II le ofreció al gobernador de la isla de Jersey, sir George Carteret, toda la región comprendida entre los ríos Hudson y Delaware, en América del Norte. Naturalmente, a sir George le gustó el nombre Nueva Jersey, y así se le ha llamado a dicha región hasta este día.
La vida en las islas
En el idioma inglés se han incorporado oficialmente las palabras “jersey” y “guernsey” como resultado de los suéteres de tejidos elásticos que llevan estos nombres (de donde se deriva en español la palabra jersey). Hubo un tiempo en que el tejido era la industria principal de las islas. Sus confecciones de punto se valoraban mucho en toda Europa. Los isleños llegaron a estar tan absortos en su nueva forma de obtener riquezas que el ocuparse de las cosechas llegó a ser un problema serio en Jersey. El gobierno tuvo que pasar una ley que prohibía a los hombres trabajar en tejidos durante la temporada de las cosechas.
La gente —hombres, mujeres y niños— hasta llevaban a la iglesia su trabajo de tejer. El ruido de las agujas de tejer era tan fuerte que casi era imposible escuchar al predicador. Se requirió una Orden del Estado (el parlamento local) para ponerle fin a tal comportamiento “escandaloso”.
Existen dos buenas razas de ganado lechero, la jersey y la guernesey, que han sido exportadas a muchos países alrededor del mundo. Sin embargo, en las islas no se permite ninguna otra clase de ganado vacuno, a fin de conservar la pureza de estas razas; ni siquiera las vacas que han sido enviadas al extranjero pueden regresar a las islas. Se alega que las vacas jersey, más pequeñas que las guernesey y de color marrón rojizo o pardo amarillento, son el ganado vacuno que produce la leche de mayor tasa mantecosa. Por otra parte, las vacas guernesey, de color pardo amarillento con manchas blancas, producen más leche que las jersey. Con razón hay tanta competencia.
Estas soleadas islas también producen una gran cantidad de tomates, vegetales y flores. En Inglaterra es muy común regalar orquídeas de Guernesey a principios de la primavera. De hecho, a menudo se dice que Guernesey es la isla de los invernaderos. A medida que uno se acerca a la isla por avión, puede verse porque la llaman así, pues el sol se refleja en los vidrios de los invernaderos esparcidos por toda la isla. Otro producto que crece allí es el vraic, estas son algas marinas que crecen abundantemente en las cálidas aguas alrededor de las islas. Las algas se recogen y se ponen a secar para utilizarse principalmente como fertilizantes. Además, no debemos olvidar la oreja de mar, un exquisito marisco que puede conseguirse en estas islas.
Durante la segunda guerra mundial, las Islas Anglonormandas fueron el único territorio de las Islas Británicas ocupado por los ejércitos nazis. Reconociendo lo que costaría en hombres y materiales el defender las islas, el gobierno británico evacuó a todos los habitantes que quisieron abandonarlas. La isla de Alderney llegó a ser un campo alemán para prisioneros de guerra. Aparte de causar privaciones severas, la guerra por lo general no afectó mucho las demás islas.
La verdad bíblica se esparce con rapidez
Las semillas de la verdad fueron plantadas aquí en 1925 cuando Zephaniah y Ethel Widdell llegaron de Inglaterra con sus bicicletas para organizar un programa regular para estudiar la Biblia. Como resultado directo de su trabajo, pronto se formaron congregaciones de testigos de Jehová en Jersey y en Guernesey.
Aunque la obra de los Testigos fue proscrita durante la II Guerra Mundial, los estudios bíblicos siguieron prosperando y las reuniones se celebraron clandestinamente y con regularidad, con solo un poco más de 20 personas en asistencia. Cuando las islas fueron liberadas, había más de 80 Testigos activos en la obra de predicar... cuatro veces más de los que había antes de la ocupación. Ahora hay más de 350. En los años que han transcurrido, muchos isleños han llegado a ser evangelizadores de tiempo completo, y tres de ellos misioneros, graduados de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, quienes sirven actualmente en África.
Amigos para siempre
Si alguna vez tiene la feliz experiencia de visitar las Islas Anglonormandas, los recuerdos quedarán en usted por largo tiempo. De seguro hallará que tanto el clima cálido y soleado como el tranquilo ambiente en las playas son irresistibles atracciones. Pero en vez de las comodidades modernas de St. Helier, en Jersey, o de St. Peter Port, en Guernesey, tal vez usted prefiera visitar las antiguas tumbas y otros puntos históricos de las islas, un verdadero tesoro de los tiempos más remotos del hombre. Sobre todo, disfrutará del estilo de vida tranquilo de estos bondadosos y hospitalarios isleños. Y cuando los llegue a conocer, puede estar seguro de que será recibido afectuosamente siempre que regrese a estas soleadas Islas del Canal.
[Fotografía en la página 19]
St. Peter Port, isla Guernesey
[Reconocimiento]
J. Tesson/H. Armstrong Roberts
[Mapas en la página 17]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
INGLATERRA
Canal de la Mancha
Islas del Canal
FRANCIA
[Mapa]
Isla Alderney
Isla Guernesey
Isla Sark
Isla Jersey