Se vence el prejuicio racial
ISAAC Langa, un sudafricano, se crió en la localidad negra de Alexandra, en Johannesburgo. Como tenía una predisposición racista, odiaba a los blancos y consideraba que la nación zulú era superior a otras naciones negras. Por haber asistido a las reuniones organizadas por el A.N.C. (Congreso Nacional Africano), una organización antigubernamental proscrita en el país, Isaac llegó a tomar parte en los disturbios sudafricanos acaecidos en 1976. Él recuerda: “Muchos fueron alcanzados por los disparos de la policía y murieron; algunos quedaron lisiados de por vida. Al ver todo esto, se desarrolló en mí un espíritu de venganza. Quise hacerme con una pistola automática y matar a tantos como pudiese antes de que lograsen matarme. Al no encontrarla, decidí seguir el ejemplo de otros que se habían marchado a países vecinos a fin de recibir adiestramiento militar”.
Fue en ese momento crucial cuando los testigos de Jehová llamaron a la puerta de Isaac mientras predicaban de casa en casa. Le dejaron varios libros que contenían una explicación del mensaje bíblico, y hubo uno en particular, el libro Verdadera paz y seguridad... ¿de qué fuente?, que le causó una duradera impresión. Él explica: “Fue entonces cuando encontré la verdadera paz que buscaba. Aprendí que, como la Biblia dice, ‘lo que se hace torcido no se puede enderezar’, y ‘no pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso’. (Eclesiastés 1:15; Jeremías 10:23.) De modo que entendí con claridad que nuestra lucha era inútil, ya que no podría traer paz a la Tierra. Solo el Reino de Dios lo hará. (Revelación 11:17, 18.) La Biblia también me ayudó a corregir mi punto de vista sobre otras razas. (Hechos 10:34, 35.) Es conmovedor saber que ya hay personas de todas las razas y tribus que viven con la esperanza de alcanzar vida eterna en un paraíso en la Tierra bajo el Reino de Dios”.
Actualmente, Isaac es un ministro viajante de tiempo completo que visita las congregaciones de los testigos de Jehová, compuestas de diferentes nacionalidades, con el fin de fortalecerlas.