Surge la teología negra
“Muchos negros han identificado al cristianismo con el ‘apartheid’.” (Cita de The Church Struggle in South Africa [La lucha de la Iglesia en Sudáfrica], del ministro congregacionalista J. de Gruchy)
MUCHOS negros, desilusionados por el protestantismo sudafricano, han recurrido a algo nuevo: la teología negra, una teología que intenta relacionar la Biblia con la situación de los negros.
“El término ‘negro’ —explica Louise Kretzschmar en The Voice of Black Theology in South Africa (La voz de la teología negra en Sudáfrica)— puede entenderse de dos maneras. En primer lugar, alude a todos aquellos de los que anteriormente se decía que ‘no eran blancos’ o ‘no eran europeos’, es decir, a los africanos, mestizos e indios [...]. En segundo lugar, ‘negro’ ha llegado a ser sinónimo de ‘los oprimidos de Sudáfrica’.”
De modo que la teología negra subraya el hecho de que los negros, en vista de que también fueron creados a la imagen de Dios, deberían ser tratados con la misma dignidad que los blancos. Algunos de los temas que destaca esta teología son el de la liberación de Israel de Egipto y los sufrimientos de Jesús. Su lema es: “Dios está de parte del oprimido”.
¿Un planteamiento unificado?
Los defensores de la teología negra se encuentran esparcidos por entre las muchas iglesias sudafricanas, y entre ellos se suscitan acalorados debates. Algunos, por ejemplo, admiran la ideología comunista y la analizan en sus escritos. Otros rechazan el marxismo. Tampoco hay consenso en cuanto al grado de participación que debería tener la comunidad blanca en este nuevo estilo de “cristianismo”.
En respuesta al argumento que presentan los críticos de la teología negra en el sentido de que promueve el nacionalismo negro de la misma manera que la del apartheid promueve el nacionalismo blanco, el doctor Allan Boesak, uno de los principales representantes de la teología negra, dice: “La fe cristiana trasciende de todas las ideologías y de todos los ideales nacionalistas”.
Sin embargo, Bonganjalo Goba, ministro de la iglesia congregacional, replica: “Discrepo de Allan Boesak”. Goba afirma que es inevitable que la teología negra “refleje los intereses ideológicos de la comunidad negra. Si no lo hace, deja de ser teología negra”. El doctor Buthelezi, obispo luterano, añade: “El mismo mensaje sacado de la Biblia que ha inspirado el espíritu del afrikaner [...] es el que nos está motivando a cantar la canción de la teología negra”.
Utilizada como arma
“La teología negra —afirma Itumeleng Mosala, ministro metodista y conferenciante de la teología negra— ha sido una buena arma para criticar a la teología y a la sociedad blancas.” Al expresar dicha crítica, los teólogos negros esperan que los jóvenes de color se queden en sus iglesias. Muchos se han marchado en protesta por cómo se practica el “cristianismo” en las iglesias.
Otros van más allá y utilizan la teología negra como arma para promover un cambio político. Takatso Mofokeng, ministro de la iglesia reformada neerlandesa negra de África y conferenciante de la teología negra, admite: “La teología negra continúa siendo un instrumento útil para la constante lucha por la liberación”.
Un ejemplo de esto es The Kairos Document, firmado por 156 teólogos sudafricanos. Este documento pide a los miembros de la Iglesia que “eliminen la opresión, aparten del poder a los tiranos y establezcan un gobierno justo”. Los teólogos especifican: “Creemos que Dios está obrando en nuestro mundo, haciendo que situaciones desesperanzadas y malas se vuelvan buenas para que su ‘Reino venga’ y se ‘haga su voluntad en la Tierra como en el cielo’ [...]. El conflicto y la lucha tendrán que intensificarse durante los próximos meses y años, porque no hay otra manera de eliminar la injusticia y la opresión”.
No obstante, ¿es esto lo que la Biblia enseña? ¿Vendrá el Reino de Dios mediante revoluciones políticas? ¿Significa el hecho de que el protestantismo haya resultado una fuente de disensión en Sudáfrica que el cristianismo en sí es un fracaso?