El verdadero cristianismo une a todas las razas
EN 1982 un prisionero sudafricano de raza negra llamado Mnguni cumplía su cuarta condena de prisión por participar en actividades terroristas. Las autoridades le habían concedido permiso para que escribiese a su casa y pidiese algunos libros. Cuando estos llegaron, encontró entre ellos uno que no había pedido. Se titulaba La verdad que lleva a vida eterna (un libro publicado por los testigos de Jehová).
Lo que Mnguni leyó le causó una profunda impresión. “Creía que mis actividades terroristas apoyaban una causa divina. ‘Dios está de parte del oprimido’ era uno de nuestros lemas. Yo era luterano, y mi Iglesia jamás me condenó ni intentó disuadirme de mis actos. Al contrario, atacaban al gobierno por las acciones que emprendía contra mí. Una agrupación de iglesias hasta nos ayudó a mis ‘camaradas’ y a mí a obtener representación legal.
”El libro La verdad me hizo comprender que mis actos eran contrarios a la Palabra de Dios. Citaba de la Biblia para mostrar que ningún gobierno existe sin el permiso divino y que todos los cristianos verdaderos deberían someterse a las autoridades.” (Mateo 5:44; 1 Juan 3:10-12; Romanos 13:1-7.) Mnguni abandonó sus actividades terroristas, y cuando fue puesto en libertad, empezó a servir de ministro de los testigos de Jehová.
Decenas de miles de sudafricanos —negros y blancos— también han aceptado el verdadero cristianismo que se enseña en la Biblia. A diferencia del protestantismo, que ha demostrado ser una fuerza divisiva, el cristianismo verdadero une a gentes de todas las razas. ¿Cómo?
El mensaje del Reino
“Mi reino —dijo Jesucristo— no es parte de este mundo.” (Juan 18:36.) El cristianismo verdadero se centra en el Reino sobre el que Cristo enseñó. Dicho Reino no tiene relación con ninguna organización política de este mundo, porque es un gobierno sobrehumano que rige desde el cielo. Pronto, según la Biblia, “triturará y pondrá fin a todos estos reinos” de dominio político terrestre. (Daniel 2:44; Lucas 21:7-33.)
No, el creer en este Reino no es, como alegó recientemente un defensor de la teología negra, hacer castillos en el aire. La realidad de este Reino puede verse en el hecho de que, por todo el mundo, 3.400.000 testigos de Jehová —más de cuarenta mil tan solo en Sudáfrica— se han declarado sus súbditos leales. Lo demuestran al llevar a cabo el siguiente mandato de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.)
El mensaje del Reino, basado en la Biblia y proclamado por los testigos de Jehová, ha atraído a miles de sudafricanos. Así han podido dejar atrás las contiendas raciales y políticas y disfrutar de algo singular en Sudáfrica: unidad entre las razas. Gert, anterior miembro de la iglesia reformada neerlandesa, se dio cuenta de ello. Explica: “Entre los testigos de Jehová no existe discriminación de raza ni de lengua... de ahí su unidad mundial. ¡Qué hermoso es saber que ‘Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto!’”. (Hechos 10:34, 35.)
Recientemente, el gobierno sudafricano concordó en modificar otra ley segregacionista, de manera que hizo que ciertas zonas residenciales fueran accesibles a personas de todas las razas. Pero aún existen normas que exigen que las personas de diferentes razas vivan separadas, y los testigos de Jehová obedecen tales leyes. Sin embargo, la ley no les impide que trabajen juntos y se hagan el bien unos a otros. Por consiguiente, los Testigos de diferentes razas comparten generosamente su tiempo y sus recursos para edificar sus lugares de adoración conocidos como Salones del Reino.
Durante los últimos seis años, miles de Testigos —tanto negros como blancos— también han contribuido voluntariamente con su trabajo para la construcción de unas nuevas y amplias instalaciones en las afueras de Krugersdorp (Sudáfrica). Después de disfrutar de una comida con este grupo interracial de trabajadores, el gerente de una empresa que instaló cierto equipo especializado dijo: “Tendrían que traer aquí a las Naciones Unidas para que viesen cómo se hace”. Cientos de Testigos utilizan ahora estas instalaciones para traducir e imprimir literatura bíblica.
Los testigos de Jehová de Sudáfrica también adoran de manera unida en grandes asambleas. Es algo singular ver a miles de representantes zulúes, xhosas, sothos, afrikaans, ingleses y otros sudafricanos afluir a una única organización unida... una evidencia impresionante de que hoy en día el cristianismo está muy vivo en Sudáfrica. (Juan 13:35; 17:23.) Es una prueba más de que vivimos en lo que la Biblia denomina “la parte final de los días”. (Isaías 2:2-4.)
Verdaderamente, la nuestra es una generación señalada que pronto experimentará el fin de todos los conflictos y rivalidades. ¿Y qué sucederá a continuación? El planeta será convertido en un paraíso terrestre al que pasarán personas justas de todas las naciones como ciudadanos de un único gobierno: el Reino de Dios. (Salmo 37:10, 11; Revelación 7:9, 14.)
[Fotografías en la página 9]
En Sudáfrica, testigos de Jehová de todas las razas a menudo se reúnen juntos en grandes asambleas
[Fotografías en la página 10]
La armonía racial que reina entre los testigos de Jehová de Sudáfrica atrae a muchas personas al mensaje del Reino