Diagnósticos en 80 idiomas
UN MÉDICO de cabecera canadiense ha desarrollado un sistema que permite “diagnosticar y tratar a los pacientes en ochenta idiomas sin necesidad de intérprete”, dice “The Medical Post”. El sistema se llama MIGS (siglas en inglés para Sistema de Obtención de Información Médica). Consiste en un juego de manuales —tantos como idiomas— de 20 páginas cada uno. Mediante usar las palabras y expresiones más corrientes, los manuales “describen más de doscientos síntomas médicos”.
El primer paso es mostrar al paciente una frase en los distintos idiomas hasta que identifique el suyo. La frase le pide que señale ese idioma para que el médico pueda escoger el manual apropiado.
Entonces se comienza a usar el manual en ese idioma, empleando una serie de quince preguntas que ayudan a determinar el problema del paciente. Esto sirve para identificar la naturaleza general de la enfermedad. Pongamos por caso que el paciente describe un problema gastrointestinal; entonces se le dirige a una sección que tiene “unas quince preguntas relacionadas específicamente con el sistema gastrointestinal, para que escoja una respuesta entre las varias posibles que se ofrecen a cada pregunta”.
El lenguaje coloquial del sistema también toma en cuenta las variaciones que pueden resultar debido al grado de educación o la cultura de la que se procede. Por ejemplo: una persona podría describir la sensación de náuseas del siguiente modo: “Tengo el estómago revuelto”, mientras que alguien en otro lugar tal vez diría: “Tengo una sensación de angustia”.
Para las personas ciegas, este sistema tiene versiones en braille. Además, el doctor Víctor Kumar-Misir, el padre del sistema, está trabajando ahora en una versión que permitirá reconocer los síntomas de los pacientes analfabetos que soliciten los servicios de un médico.
Parece que el sistema MIGS será una gran ventaja tanto para los médicos como para los pacientes de cada vez más ciudades grandes del mundo, a medida que en estas convergen personas de diversos antecedentes culturales y lingüísticos. En algunos casos, la situación de una persona gravemente enferma o herida ha llegado a ser aún más crítica debido a que el paciente y el médico no han podido comunicarse.
[Reconocimiento en la página 18]
Centro clínico—NIH