De nuestros lectores
Niños con estrés Muchas gracias por la serie de artículos “Niños con estrés. ¿Cómo se les puede ayudar?” (22 de julio de 1993). Al leerlos lloré de alegría y de dolor. Cuando tenía unos cuatro años, mi padre abusó sexualmente de mí. Crecí en un ambiente de terror y sufrimiento constante. Hace veinte años que soy cristiana, y con la ayuda de Jehová y de artículos como estos he empezado a encontrar alivio. Esta información también me ayudará a proteger a mi hija.
S. S., Italia
Tengo 17 años, y me hallo bajo intenso estrés. En mi hogar abunda el maltrato verbal. Aunque mi padre no ha leído los artículos, va a ser imposible que a todos los padres que maltratan a sus hijos les pasen inadvertidos. Espero que estos artículos les abran los ojos.
T. B., Estados Unidos
Mi hija de tres años fue agredida sexualmente. Esa experiencia le causó mucha angustia; un niño nunca es demasiado pequeño para sufrir. Yo estaba muy enfadada y triste y quería que publicaran un artículo que ayudara a los padres a ver cuánto pueden sufrir nuestros pequeños. No puedo expresar con palabras la alegría que me dio leer estos artículos. Nunca había leído algo tan conmovedor. Son una prueba a otras personas de que servimos a un Dios que comprende el tremendo sufrimiento por el que algunos pasamos.
M. G., Estados Unidos
Quiero agradecerles de forma especial el artículo “Padres que maltratan: los principales causantes de estrés”. Me crié en un hogar en el que había maltrato sexual y emocional. El artículo mostró que tales experiencias pueden hacer muy difícil el resto de la vida. Es alentador saber que alguien comprende de verdad.
B. S., Estados Unidos
Como víctima de maltrato sexual y emocional, sé el daño que causa el estrés en los niños. A menos que alguien lo haya experimentado, no puede imaginarse el enorme daño que ocasiona en la vida de una persona. A veces el odio hacia uno mismo, el terror y el sentimiento abrumador de culpa e inutilidad se hacen insoportables. Le pido a Dios que los padres que lean esta información se autoexaminen bien y traten a sus hijos con empatía y cariño.
D. I., Estados Unidos
En cuanto vi la portada, me eché a llorar. Mi hija de siete años era muy difícil de tratar y no sabíamos qué hacer con ella. Finalmente la enviamos a un hospital especializado en trastornos emocionales y mentales. Al día siguiente de su regreso a casa, recibimos la revista sobre niños con estrés. Todavía tenemos muchas dudas, pero por medio de artículos como estos, la oración y la ayuda de nuestros amigos, por lo menos estamos hallando la respuesta a la mayoría de nuestras preguntas.
D. G., Estados Unidos
Tengo 13 años, y hace dos años enfermé gravemente. También sufrí depresión durante ciertas épocas del año. Mi madre me internó en un hospital infantil especial porque los médicos de mi ciudad no daban con lo que tenía. Los doctores del hospital dijeron que padecía lo que en sus artículos ustedes llamaron “reacciones psicosomáticas”. Con la ayuda de los ancianos de la congregación y de mis padres, he podido vencer el estrés. Creo que sus artículos también ayudarán a otros jóvenes a dominarlo.
J. B., Estados Unidos
Yo también soy un niño con estrés. Tengo 7 años y mis padres están separados. Esa es la causa de mi tensión nerviosa. Sufro trastornos estomacales como los que describieron. Gracias por su interés.
J. H., Estados Unidos