¿Habrá alguna vez paz y tranquilidad?
CUANDO se preguntó a un grupo de turistas británicos qué buscaban en unas vacaciones en el extranjero, casi tres cuartas partes respondieron: “Paz y tranquilidad”. Pero, en vista de que la contaminación acústica es un problema mundial, muchos creen que la verdadera paz y tranquilidad son mera ilusión.
A pesar de los esfuerzos concienzudos que se han hecho para reducir la contaminación acústica, tal vez usted se pregunte si es realista creer que algún día se alcanzará plenamente dicho objetivo. ¿Qué puede decirse de la gente que no comparte su preocupación?
Obstáculos que deben vencerse
No es fácil hablar con personas hostiles, y mucho menos hacerles entender el punto de vista de uno. Cuando grupos ruidosos de adolescentes empezaron a reunirse ante el edificio donde vivía Ron, este decidió trabar amistad con ellos. Aprendió sus nombres e incluso les ayudó a reparar una bicicleta. Desde entonces no le han vuelto a causar molestias.
Piense en el caso de Marjorie, una madre sola con una hija adolescente, que vive en un apartamento rodeado de vecinos escandalosos. El apartamento de los inquilinos de arriba no está alfombrado, de manera que a Marjorie le molesta el ruido que producen los niños cuando recorren la casa con patines de ruedas, botan la pelota o incluso cuando saltan de la cama. Además, su madre usa zapatos de tacón alto en la casa. Marjorie se dirigió a ella amablemente para pedirle que hicieran menos ruido, pero la barrera lingüística que había entre ellas frustró sus intenciones. El municipio le ha ofrecido un intérprete para resolver el problema, así que Marjorie espera que la situación mejore.
En el piso de abajo vive un hombre que todas las mañanas de siete a ocho pone música a volumen alto, y el ritmo grave retumba constantemente. Marjorie le mencionó el asunto con mucho tacto, pero él le contestó que necesitaba la música para ‘ponerse de buen humor y poder ir a trabajar’. ¿Cómo se las arregla Marjorie?
“Estoy cultivando el autodominio y la paciencia —dice—. [...] He reorganizado mi horario, y me siento a leer a pesar del escándalo. He visto que enseguida el libro me absorbe y no noto tanto el ruido.”
Heather, por otro lado, vive en un apartamento situado junto a un club nocturno que cierra a las seis de la mañana después de toda una noche de alboroto. Aunque finalmente se quejó a las autoridades locales, se ha hecho poco para eliminar las molestias.
¿Se pondrá fin al ruido?
“A muchas personas les perturba e inquieta mucho el silencio absoluto”, observa el doctor Ross Coles, del Instituto de Estudios del Oído, adscrito al Consejo de Investigación Médica británico. El bello canto de los pájaros, el suave romper de las olas en la arena, los gritos de entusiasmo de los niños; estos y otros sonidos nos deleitan. Aunque ahora deseamos que mitigue el ruido, nos alegra estar en la compañía de personas sanas que nos den conversación. Dios ha prometido paz y tranquilidad para sus siervos fieles.
El salmista bíblico declara: “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”. (Salmo 37:11.) El gobierno del Reino celestial de Dios intervendrá pronto en los asuntos humanos. (Daniel 2:44.) Entonces, bajo el dominio de Cristo Jesús, habrá “abundancia de paz hasta que la luna ya no sea”. (Salmo 72:7; Isaías 9:6, 7.)
Usted puede estar seguro de que la intervención divina conseguirá la paz y tranquilidad que todos deseamos, tal como predijo Isaías, profeta de Dios: “La obra de la justicia verdadera tiene que llegar a ser paz; y el servicio de la justicia verdadera, quietud y seguridad hasta tiempo indefinido. Y mi pueblo tiene que morar [...] en lugares de descanso sosegados”. (Isaías 32:17, 18.)
Aun ahora puede encontrar paz y tranquilidad espirituales en las reuniones de los testigos de Jehová de su localidad. Si bien a veces se congregan decenas de miles de Testigos en grandes asambleas para adorar a Dios —y en estas reuniones hay ‘alboroto de hombres, mujeres y niños’—, el sonido no es perturbador, sino agradable. (Miqueas 2:12.) Experiméntelo por usted mismo asistiendo a una reunión de los Testigos de su localidad o escribiendo a una dirección de la página 5 de esta revista para comunicarse con ellos. Disfrute de verdadera paz y tranquilidad en su compañía ahora y quizá para siempre.