¿Es el imponente universo producto del azar?
HAY quien responde: “Sí, el universo surgió por casualidad”. Algunas personas disienten, sobre todo las religiosas, mientras que otras no están seguras. Y usted, ¿qué cree?
Independientemente de su opinión, es probable que concuerde en que el universo es una maravilla. Examinemos las galaxias. Se calcula que existen 100.000 millones en el cosmos visible. Cada una de ellas es un conjunto estelar que contiene entre menos de mil millones y más de un billón de estrellas.
La mayoría de las galaxias se concentran en cúmulos que comprenden desde unas cuantas galaxias a miles de estas. Por ejemplo, han calificado a la vecina Andrómeda de gemela de nuestra Vía Láctea. La gravedad vincula a estas dos inmensas galaxias, que junto con otras pocas galaxias cercanas forman parte de un cúmulo.
El cosmos está compuesto de un sinnúmero de cúmulos galácticos. Algunos de ellos, en mutuo abrazo gravitatorio, forman supercúmulos. Pero, a partir de esa escala, el efecto de la gravedad se anula. Los astrónomos opinan que los supercúmulos se van distanciando unos de otros, es decir, el universo está en expansión. Este asombroso descubrimiento denota que hubo un principio en el que el cosmos era mucho más pequeño y denso. Para referirse a su origen, a menudo se utiliza la frase la gran explosión.
Algunos científicos dudan mucho que el hombre logre saber algún día cómo nació el universo. Otros especulan sobre las maneras en las que pudo haberse originado sin una fuente inteligente. La revista Investigación y Ciencia, en su número de marzo de 1999, analizó el tema “Así empezó el universo”. Ya hay teorías científicas que se han demostrado carentes de base. La publicación comenta: “Resulta muy difícil [...] que los astrónomos sometan a prueba cualquiera de estas hipótesis”.
La idea de que el universo es obra del azar requiere fe en lo que los científicos llaman una serie de “accidentes afortunados” o “coincidencias”. Por ejemplo, el universo consta de un sinfín de átomos de hidrógeno y de helio, los más simples. La vida, sin embargo, no solo depende del hidrógeno sino también de una infinidad de otros elementos más complejos, especialmente el carbono y el oxígeno. La comunidad científica se preguntaba de dónde provenían esas valiosas partículas.
¿Es simple coincidencia que los complejos átomos necesarios para el sostén de la vida se formen en el interior de ciertas estrellas gigantescas? ¿Y es solo por azar que algunas de estas estrellas explotan en supernova y arrojan su tesoro de átomos raros? Sir Fred Hoyle, quien participó en estos descubrimientos, dijo: “No creo que científico alguno que examine las pruebas pueda llegar a otra conclusión que esta: las leyes de la física nuclear se han formulado a propósito”.
Analicemos, pues, con más detenimiento la materia de la que se compone el cosmos.
[Ilustración y recuadro de la página 4]
LA TEORÍA DE LA INFLACIÓN
Algunos científicos creen que ciertas características del cosmos primitivo, tales como la velocidad exacta de expansión, pueden explicarse sin la necesidad de una fuente inteligente. Para ello se remiten a la teoría de la inflación. No obstante, el modelo del universo inflacionario no trata la cuestión de su origen, sino que exige creer en la existencia previa de algo a partir de lo cual nació accidentalmente el universo.
Según dicha hipótesis, el tamaño del cosmos pasó de ser menor que un átomo a mayor que nuestra galaxia en menos de un segundo. Se opina que de ahí en adelante ha continuado su expansión a un ritmo normal más lento. Hoy en día se considera que el universo observable es apenas una pequeña fracción de un cosmos más extenso. Los partidarios del modelo inflacionario afirman que, si bien el universo visible tiene la misma apariencia ordenada en toda dirección, el conjunto mayor que no vemos tal vez sea distinto, incluso caótico. “La observación nunca confirmará la idea inflacionaria”, indica el astrofísico Geoffrey Burbidge. De hecho, la teoría de la inflación está en pugna con las recientes tendencias a constatar todo planteamiento con observaciones reales. Actualmente se reconoce que si la teoría fuera cierta, precisaría una supuesta nueva fuerza de antigravedad. El científico Howard Georgi, de la Universidad de Harvard, describió la inflación como “una especie de maravilloso mito científico, al menos tan bueno como cualquiera de los numerosos mitos sobre la creación que existen”.
[Ilustración de la página 3]
Casi todos los objetos de esta imagen tomada con el telescopio espacial Hubble son galaxias
[Reconocimiento]
Págs. 3, 4 (borrosa): Robert Williams y el Hubble Deep Field Team (STScI) y la NASA
[Ilustraciones de la página 4]
“Las leyes de la física nuclear se han formulado a propósito.”—Sir Fred Hoyle, junto a la supernova 1987A
[Reconocimientos]
Doctor Christopher Burrows, ESA/STScI y la NASA
Foto cedida por N. C. Wickramasinghe