Marzo
Viernes 1 de marzo
Considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes (Filip. 2:3).
¿Hay alguien en la congregación que nos cae mal? Tal vez no queramos invitar a nuestra casa a un hermano que tenga una personalidad que nos desagrada o que nos hizo algo en el pasado que no logramos olvidar. Pero, si no hacemos nada, nuestros sentimientos hacia esa persona no cambiarán. La Biblia dice que ser hospitalarios nos ayudará a llevarnos mejor con los demás, incluso con nuestros enemigos (Prov. 25:21, 22). Invitar a alguien hará que vayamos olvidando nuestras desavenencias y que las relaciones mejoren. Además, puede que empecemos a ver las buenas cualidades que Jehová vio en él cuando lo atrajo a la verdad (Juan 6:44). Cuando es el amor lo que nos motiva a invitar a un hermano que no lo espera, nuestra relación con él puede empezar a cambiar por completo. ¿Cómo podemos asegurarnos de que nos motiva un amor sincero? Una manera es siguiendo el consejo del texto de hoy. En realidad, todos los hermanos son superiores a nosotros en algo, ya sea en fe, en aguante, en valentía o en otra cualidad cristiana. Si buscamos en qué nos supera un hermano, lo amaremos más y nos será más fácil mostrarle hospitalidad. w18.03 17 párrs. 18, 19
Sábado 2 de marzo
Jehová no desea que ninguno sea destruido (2 Ped. 3:9).
Una de las pruebas de obediencia más difíciles para los padres es la expulsión de un hijo. Veamos lo que le pasó a una cristiana cuando su hija fue expulsada y se fue de la casa. La hermana comenta: “Buscaba algo en nuestras publicaciones que me sirviera de justificación para pasar tiempo con mi hija y mi nieta”. Con cariño, su esposo le hizo ver que ya no eran responsables de su hija y que debían ser leales a Jehová y no un obstáculo en su disciplina. Algunos años después, la hija fue readmitida en la congregación. La madre explica: “Nos respeta mucho a mi esposo y a mí porque sabe que fuimos obedientes a Dios”. Si usted tiene un hijo expulsado, ¿confiará en Jehová con todo su corazón y no se apoyará en su propio entendimiento? (Prov. 3:5, 6). Padres, sigan confiando en la disciplina y la guía de Jehová, incluso cuando sea doloroso obedecerle. Apoyen la disciplina de Dios, no se opongan a ella. w18.03 31 párrs. 12, 13
Domingo 3 de marzo
Vayan y hagan discípulos (Mat. 28:19).
La Biblia no fija una edad a la que bautizarse. La palabra griega que en Mateo 28:19 se traduce “hagan discípulos” tiene el sentido de enseñar a las personas con el propósito de que lleguen a ser seguidoras de alguien. El discípulo de Jesús es el que aprende y entiende sus enseñanzas, y está decidido a obedecerlas. Por tanto, la meta de los padres Testigos debe ser enseñar a sus hijos desde bebés para ayudarlos a bautizarse y ser discípulos de Cristo. Por supuesto, un bebé no cumple los requisitos para bautizarse. Pero la Biblia indica que incluso niños muy pequeños pueden llegar a entender y valorar las verdades de la Biblia. Por ejemplo, el discípulo Timoteo decidió servir a Jehová cuando aún era joven. Cultivó una fe muy sólida (2 Tim. 1:5; 3:14, 15). Para cuando tenía unos 20 años, ya llenaba los requisitos para recibir responsabilidades especiales en la congregación (Hech. 16:1-3). w18.03 9 párrs. 4, 5
Lunes 4 de marzo
Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente (Efes. 4:23).
Para ser siervos de Dios, tuvimos que hacer muchos cambios en la vida. Y seguimos haciéndolos después de bautizarnos. En el griego bíblico, la expresión “ser hechos nuevos” indica que se trata de una acción continua. Como somos imperfectos, todos tenemos que seguir haciendo cambios (Filip. 3:12, 13). Seamos jóvenes o mayores, todos podemos hacernos estas preguntas: “¿Noto que soy cada vez más espiritual? ¿Se va pareciendo mi personalidad más a la de Cristo? ¿Qué demuestran mi actitud y mi comportamiento en las reuniones? ¿Qué dicen mis conversaciones sobre cuáles son mis deseos? ¿Qué revelan sobre la clase de persona que soy mis hábitos de estudio, mi manera de vestirme y arreglarme, y mi forma de responder a los consejos? ¿Cómo reacciono ante las tentaciones? ¿He dejado atrás las cosas elementales y he llegado a ser un cristiano maduro?” (Efes. 4:13). Pensar en cómo respondemos a estas preguntas nos ayudará a medir nuestro progreso espiritual. w18.02 24 párrs. 4, 5
Martes 5 de marzo
¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová! (Sal. 144:15).
Vivimos en un momento único de la historia. Tal como la Biblia predijo, Jehová está reuniendo una gran muchedumbre “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”. Esta multitud es “una nación poderosa” de más de ocho millones de personas que son felices y le dan a Dios “servicio sagrado día y noche en su templo” (Rev. 7:9, 15; Is. 60:22). Nunca antes ha habido tantas personas que amen a Dios y al prójimo. Pero la Biblia también predijo que, en nuestros días, la gente alejada de Dios tendría un tipo de amor mal dirigido, un amor egoísta. El apóstol Pablo escribió que, “en los últimos días”, muchos serían “amadores de sí mismos”, “amadores del dinero” y “amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Tim. 3:1-4). El amor egoísta es lo opuesto al amor a Dios. Ese amor promueve un mundo egoísta y les hace la vida más difícil a todas las personas. w18.01 22 párrs. 1, 2
Miércoles 6 de marzo
Los que están buscando a Jehová pueden entenderlo todo (Prov. 28:5).
Conocer bien a Dios le dio a Noé fe y sabiduría divina. A su vez, esto lo protegió, sobre todo de hacer algo que dañara su amistad con Jehová. Por ejemplo, como Noé “andaba con el Dios verdadero”, no anduvo con personas que no respetaban a Dios. Tampoco se dejó engañar por los ángeles que tomaron cuerpos humanos y bajaron a la Tierra. Pero seguro que la gente que no tenía fe se dejó impresionar por sus poderes sobrehumanos y puede que hasta tratara de adorarlos (Gén. 6:1-4, 9). Por otro lado, Noé sabía que Dios les había mandado a los seres humanos que tuvieran hijos y llenaran la Tierra (Gén. 1:27, 28). Así que debía saber que era incorrecto y antinatural que los demonios se casaran con mujeres y tuvieran hijos con ellas. Sin duda, le confirmó esa idea ver que esos niños eran mucho más grandes y fuertes que los demás. Con el tiempo, Dios le advirtió a Noé que iba a traer un diluvio. Noé tuvo fe en esa advertencia, y por eso construyó el arca que salvó a su familia (Heb. 11:7). w18.02 9 párr. 8
Jueves 7 de marzo
Por la bondad inmerecida de Dios soy lo que soy (1 Cor. 15:10).
Si usted ha cometido un pecado grave, Jehová quiere ayudarlo a recuperarse. Pero, para lograrlo, usted debe aceptar la ayuda que él da mediante la congregación (Prov. 24:16; Sant. 5:13-15). No se demore en hacerlo, pues de eso depende que viva o no para siempre. Ahora bien, ¿qué puede hacer si la conciencia sigue atormentándolo mucho después de que Dios lo haya perdonado? Hubo ocasiones en las que a Pablo lo angustió el recuerdo de las cosas malas que había hecho en el pasado. Reconoció: “Soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la congregación de Dios” (1 Cor. 15:9). Jehová aceptaba a Pablo a pesar de sus errores pasados, y quería que estuviera seguro de ello. Pues bien, si usted se ha arrepentido con sinceridad de sus errores pasados y se los ha confesado a Jehová —y a los ancianos, si es necesario—, puede estar seguro de que Dios le tendrá misericordia. Por tanto, confíe en que Jehová lo ha perdonado y acepte su perdón (Is. 55:6, 7). w18.01 11 párrs. 17, 18
Viernes 8 de marzo
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes (Sant. 4:8).
Para ser amigos de Jehová, tenemos que escucharlo y hablar con él. El medio principal para escuchar lo que nos dice es el estudio personal de la Biblia. Esto incluye leer la Palabra de Dios y las publicaciones basadas en ella, y meditar en lo que leemos. Cuando lo hagas, recuerda que estudiar la Biblia no es un simple ejercicio mental, como si estuvieras memorizando datos para aprobar un examen de la escuela. Más bien, es como una expedición en la que puedes buscar y descubrir nuevos detalles de la personalidad de Jehová. Hacer esto te ayudará a acercarte a él, y él se acercará a ti. La organización de Jehová ha suministrado muchas herramientas para ayudarte a tener un buen programa de estudio. Veamos un par de ejemplos de lo que puedes encontrar en la página jw.org. Allí encontrarás las guías de estudio “¿Qué enseña realmente la Biblia?”, que te ayudan a fortalecer tu fe y a explicar tus creencias (Sal. 119:105). w17.12 25 párrs. 8, 9
Sábado 9 de marzo
No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña (Is. 11:9).
Notemos que esta paz reinará en todas partes, “porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová”. Los animales no pueden aprender de Jehová, así que esta profecía simboliza los cambios de personalidad que harían los seres humanos (Is. 11:6, 7). Hay muchas personas que antes fueron feroces como lobos pero que ahora viven en paz con el prójimo. Podemos leer algunas de sus historias en la sección “La Biblia les cambió la vida”, que aparece en jw.org. Algunos siervos de Jehová que fueron feroces se han vestido “de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad” (Efes. 4:23, 24). Al ir aprendiendo de Dios, las personas comprenden la necesidad de obedecer sus normas. Esto las ayuda a hacer cambios en lo que creen, en su forma de pensar y en lo que hacen. No es fácil hacer estos cambios, pero es posible lograrlo gracias a que el espíritu santo ayuda a quienes desean hacer la voluntad de Dios de corazón. w18.01 31 párrs. 15, 16
Domingo 10 de marzo
Pero cada uno resucitará en su propia categoría (1 Cor. 15:23).
La Biblia dice que en el cielo resucitará “cada uno en su propia categoría”, es decir, siguiendo su orden debido. Por lo tanto, podemos confiar en que la resurrección en la Tierra también seguirá un orden. Esto podría hacernos preguntar: “¿Cuándo resucitarán los que murieron en nuestros días? ¿Será poco después de comenzar el Reinado de Mil Años de Cristo, para que los reciban sus familiares y amigos? ¿Y los hombres fieles del pasado que fueron buenos líderes? ¿Estarán entre los primeros resucitados para ayudar a organizar a los siervos de Dios? ¿Y qué hay de las personas que no sirvieron a Jehová? ¿Cuándo y dónde volverán a la vida?”. Hay muchas cosas que podríamos preguntar, pero ahora mismo no es necesario preocuparse por este tipo de asuntos. Es mejor esperar y ver cómo actúa Jehová. Mientras tanto, debemos fortalecer nuestra fe en Jehová. Él nos aseguró mediante Jesús que resucitará a quienes están en su memoria (Juan 5:28, 29; 11:23). w17.12 12 párrs. 20, 21
Lunes 11 de marzo
Esposas, estén en sujeción a sus esposos, como es decoroso en el Señor. Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas. Hijos, sean obedientes a sus padres en todo (Col. 3:18-20).
Seguramente estará de acuerdo con que estos consejos siguen beneficiando hoy día a los esposos, las esposas y los hijos. La Biblia les dice a los esposos: “Sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas”. El cristiano que ama a su esposa la honra escuchando sus opiniones y demostrándole que valora lo que dice (1 Ped. 3:7). Aunque no siempre pueda hacer lo que ella le pide, preguntarle su opinión le permite tomar mejores decisiones (Prov. 15:22). El hombre que ama a su esposa no le exige respeto, sino que se lo gana. Cuando un cristiano ama a su esposa y a sus hijos, es más probable que estos sirvan a Jehová felices y consigan el premio de la vida. w17.11 28 párr. 12; 29 párr. 15
Martes 12 de marzo
Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño del mundo (Col. 2:8).
El apóstol Pablo escribió su carta a los colosenses al final de su primer encierro en Roma, tal vez en el año 60 o 61. En ella les habló de la importancia de llegar a tener “comprensión espiritual”, es decir, la capacidad de ver las cosas como las ve Jehová (Col. 1:9). También les dio esta advertencia: “Esto lo digo para que nadie los alucine con argumentos persuasivos”. Y añadió: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo” (Col. 2:4, 8). Luego les explicó por qué son incorrectas algunas ideas populares y por qué el modo de pensar del mundo puede atraer a las personas imperfectas. Por ejemplo, puede hacer creer a alguien que es más inteligente o mejor que los demás. Así que Pablo les escribió esta carta para ayudarlos a rechazar el modo de pensar del mundo y otras cosas malas (Col. 2:16, 17, 23). w17.11 20 párr. 1
Miércoles 13 de marzo
Si tu mano o tu pie te está haciendo tropezar, córtalo y échalo de ti (Mat. 18:8).
¿A qué cosas puede tener que renunciar un cristiano para que Dios le siga mostrando misericordia? Debe estar dispuesto a renunciar incluso a cosas que le gustan si pueden llevarlo a pecar (Mat. 18:9). Por ejemplo, si nuestros amigos son una mala influencia para nosotros, ¿dejaremos de relacionarnos con ellos? Si nos cuesta ser moderados con el alcohol, ¿estamos dispuestos a evitar situaciones en las que nos veamos tentados a beber más de la cuenta? Si estamos luchando por controlar los deseos sexuales inmorales, ¿evitamos toda película, página web o actividad que nos despierte pensamientos sucios? Recordemos que cualquier sacrificio que hagamos para ser fieles a Jehová vale la pena. Nada nos causa tanto dolor como sentir que Dios nos ha abandonado. Pero nada nos hace tan felices como sentir que tenemos su “amor leal hasta tiempo indefinido” (Is. 54:7, 8, nota). w17.11 11 párr. 12
Jueves 14 de marzo
Esta es la maldición que sale, porque todo el que hurta ha quedado libre de castigo (Zac. 5:3).
Fijémonos en que Zacarías 5:4 dice que la maldición “tiene que entrar en la casa del ladrón”, quedarse en ella y exterminarla. Esto significa que Jehová puede poner al descubierto y juzgar cualquier pecado que cometa uno de sus siervos. Quizás alguien sea capaz de ocultar a las autoridades, su jefe, los ancianos o sus padres lo que ha hecho. Pero no podrá esconderlo de Dios, quien garantiza que todo robo saldrá a la luz (Heb. 4:13). Los siervos de Dios nos alegramos de estar con personas que hacen todo lo posible por ser honradas “en todas las cosas” (Heb. 13:18). A Jehová le ofende todo tipo de robo. Los siervos de Dios consideramos un honor conocer y obedecer sus altas normas morales, y vivir de una manera que honre su nombre. Así, no sufriremos el castigo de Dios contra los que desobedecen sus leyes a propósito. w17.10 22 párrs. 6, 7
Viernes 15 de marzo
Esfuércense solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz (Efes. 4:3).
Debemos hacer todo lo posible por mantener la paz con los hermanos incluso cuando nos parece que se nos ha entendido mal o se nos ha tratado de manera injusta (Rom. 12:17, 18). Si ofendemos a alguien, debemos pedirle perdón, pero tenemos que ser sinceros. La paz es muy importante sobre todo en el matrimonio. Estaría mal que los dos fingieran quererse cuando están en público, pero que en privado no se hablaran, se dijeran palabras crueles o incluso se trataran con violencia. También debemos estar dispuestos a perdonar. Si alguien nos ofende debemos perdonarlo y tratar de olvidar lo que nos hizo. Para que nuestro perdón sea sincero, debemos controlar la mente y no llevar “cuenta del daño” (1 Cor. 13:4, 5). Si guardáramos rencor, dañaríamos la relación que tenemos con nuestro hermano y con Jehová (Mat. 6:14, 15). w17.10 10 párrs. 14, 15
Sábado 16 de marzo
Ustedes tendrán que saber que Jehová de los ejércitos mismo me ha enviado a ustedes (Zac. 6:15).
¿Qué efecto tuvo en los judíos el mensaje de Zacarías? Jehová les había prometido estabilidad y protección para que pudieran terminar el templo, y esto debió darles esperanza. Pero ¿cómo lograrían terminar todo el trabajo si eran tan pocos? Sus dudas y temores debieron desaparecer cuando Zacarías continuó con el mensaje que Dios le había dado. Además de contar con el apoyo de hombres fieles como Heldai, Tobiya y Jedayá, Dios dijo que muchos otros los ayudarían a edificar “el templo de Jehová”. Así que los judíos estaban seguros de que Jehová los apoyaría. Por eso, reiniciaron de inmediato las obras a pesar de la prohibición del rey de Persia. Dios eliminó al poco tiempo ese obstáculo, que era como una gran montaña frente a ellos. Y en el año 515 antes de nuestra era se terminó el templo (Esd. 6:22; Zac. 4:6, 7). Sin embargo, las palabras de Jehová hacen referencia a cosas mayores que están sucediendo en nuestros días. w17.10 29 párr. 17
Domingo 17 de marzo
Sé animoso, y actúa (1 Crón. 28:20).
Jehová escogió a Salomón para que supervisara la construcción del templo de Jerusalén, una de las obras más importantes de la historia. El edificio tendría que ser impresionante y llegaría a ser famoso en “todos los países” por su belleza. Pero lo más importante es que sería “la casa de Jehová el Dios verdadero” (1 Crón. 22:1, 5, 9-11). El rey David confiaba en que Dios apoyaría a Salomón, pero estaba preocupado porque este era joven y no tenía mucha experiencia. ¿Tendría Salomón el valor necesario para aceptar la responsabilidad de construir el templo? ¿Serían un problema su juventud y su falta de experiencia? Para tener éxito, Salomón debía ser valiente y poner manos a la obra. Si Salomón se hubiera dejado llevar por el miedo, tal vez ni siquiera habría empezado su trabajo, y eso habría sido peor que hacerlo mal. Igual que Salomón, nosotros necesitamos que Jehová nos ayude a ser valientes a fin de hacer el trabajo que nos ha encargado. w17.09 28 párrs. 1, 2; 29 párrs. 4, 5
Lunes 18 de marzo
La palabra de nuestro Dios durará hasta tiempo indefinido (Is. 40:8).
¿Cómo sería nuestra vida sin la Biblia? No tendríamos una guía confiable para la vida diaria. No sabríamos la verdad sobre Dios, la vida y el futuro ni lo que Jehová hizo por los seres humanos en el pasado. Podemos dar gracias de que no nos encontramos en esa triste situación. Jehová nos ha dado su Palabra, la Biblia, y ha garantizado que su mensaje durará para siempre. Así lo expresó el apóstol Pedro en 1 Pedro 1:24, 25, donde citó de Isaías 40:8. Aunque este versículo no se refiere de forma específica a la Biblia, puede aplicarse a su mensaje. A lo largo de los siglos, ha habido personas sinceras que se han esforzado por traducirla y hacerla llegar a la gente a pesar de muchas dificultades. Su deseo estaba en armonía con la voluntad de Dios, que quiere que personas “de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:3, 4). w17.09 18 párrs. 1, 2
Martes 19 de marzo
Eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios? (Gén. 39:9).
Hoy día, muchos cristianos jóvenes enfrentan situaciones parecidas a la de José (Gén. 39:7). Veamos el caso de Kim. La mayoría de sus compañeros de clase presumían de las relaciones sexuales que tenían durante el fin de semana. Pero ella no tenía historias como esas que contar. Kim admite que ser diferente a veces la hacía sentirse sola y abandonada, y que sus compañeros le decían que era una tonta por no salir con nadie. Aun así, ella tenía muy claro que la tentación de tener sexo es muy fuerte durante la juventud (2 Tim. 2:22). Sus compañeros le preguntaban a menudo si todavía era virgen, y ella aprovechaba para explicarles por qué había decidido no tener relaciones sexuales. Estamos muy orgullosos de los jóvenes que están determinados a resistir las presiones para cometer pecados sexuales. Y Jehová también está orgulloso de ellos. w17.09 4 párr. 8; 5 párr. 10
Miércoles 20 de marzo
No te muestres acalorado solo para hacer mal (Sal. 37:8).
Algunas personas se enojan con mucha rapidez y dicen cosas crueles y ofensivas. Como es lógico, esta conducta hace sufrir a toda su familia. La Biblia nos manda que evitemos la ira, los insultos y los gritos (Efes. 4:31). Con frecuencia, estas cosas conducen a acciones violentas. Puede que muchas personas piensen que esto es normal, pero en realidad deshonra al Creador. Así que muchos cristianos han tenido que dejar este tipo de conducta y se han vestido de la nueva personalidad (Col. 3:8-10). Otra característica de la vieja personalidad es la mentira. Por ejemplo, es común que la gente mienta para no pagar impuestos o para no responder por sus errores. En cambio, Jehová es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Por lo tanto, nos manda a los cristianos que siempre digamos la verdad, que no nos mintamos unos a otros (Efes. 4:25; Col. 3:9). Así que debemos decir la verdad aunque pasemos vergüenza por ello o no nos convenga (Prov. 6:16-19). w17.08 18 párrs. 3, 5; 20 párrs. 12, 13, 15
Jueves 21 de marzo
Con velocidad corre su palabra (Sal. 147:15).
Jehová nos dirige hoy día mediante su Palabra, la Biblia. Podemos decir que “con velocidad corre su palabra” porque él nos da la guía espiritual que necesitamos cuando la necesitamos. Pensemos en los beneficios que tenemos gracias a la ayuda de la Biblia, las publicaciones del “esclavo fiel y discreto”, el canal JW Broadcasting, el sitio jw.org, los ancianos y los demás hermanos (Mat. 24:45). ¿Verdad que Jehová nos guía “con velocidad”, como dice el salmo? El salmista sabía que los israelitas tenían un gran privilegio porque Dios los había elegido solo a ellos para darles “su palabra”, “sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales” (Sal. 147:19, 20). Nosotros también podemos sentirnos privilegiados, pues Jehová nos ha escogido solo a nosotros para llevar su nombre. Conocemos a Dios, y nos guía su Palabra. Debido a todo eso, podemos ser sus amigos. Así que estamos muy agradecidos. Igual que el escritor del Salmo 147, tenemos muchas razones para decir “alaben a Jah” y para invitar a otras personas a hacer lo mismo. w17.07 20 párrs. 15, 16; 21 párr. 18
Viernes 22 de marzo
Ningún hombre que sirve como soldado se envuelve en los negocios comerciales de la vida, a fin de conseguir la aprobación de aquel que lo alistó como soldado (2 Tim. 2:4).
Hoy, los seguidores de Jesús hacen todo lo posible por guiarse por el consejo de Pablo citado arriba. Entre ellos hay un ejército de más de un millón de siervos de tiempo completo. Los cristianos resisten la presión de la publicidad y del mundo que los rodea, y recuerdan que “el que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo” (Prov. 22:7). Satanás está deseando que gastemos nuestro tiempo y energías siendo esclavos del actual sistema comercial. Algunos piden enormes préstamos para pagar una casa, un automóvil, una carrera universitaria o incluso una boda de lujo. No tener cuidado con nuestras decisiones puede hacer que terminemos endeudados por años. Si demostramos “sabiduría práctica”, llevaremos una vida sencilla y reduciremos las deudas y los gastos. Así estaremos libres para ser esclavos de Dios, no del sistema comercial (1 Tim. 6:10). w17.07 10 párr. 13
Sábado 23 de marzo
He considerado rectas todas las órdenes respecto de todas las cosas; toda senda falsa he odiado (Sal. 119:128).
Jehová tiene el derecho a gobernar el universo. Él ejerce su autoridad con justicia perfecta. Él mismo declara: “Yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito” (Jer. 9:24). Él es la fuente de la justicia. No tiene que consultar ninguna ley hecha por hombres imperfectos para decidir qué es justo. Y las leyes escritas que le dio al hombre se basan en su justicia perfecta. La Biblia dice: “Justicia y juicio son el lugar establecido de tu trono [el de Jehová]”. Por eso, podemos estar seguros de que todas sus leyes, principios y decisiones son justas (Sal. 89:14). En cambio, Satanás, que asegura que la forma de gobernar de Jehová no es buena, ha sido incapaz de producir un mundo en el que siempre haya justicia. w17.06 28 párr. 5
Domingo 24 de marzo
Oh Señor Soberano Jehová, tus palabras, resulten ser verdad (2 Sam. 7:28).
Jehová es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Él es un Padre generoso que les enseña sus verdades a los que le temen. Desde que nos hablaron de la verdad, hemos tenido la oportunidad de aprender verdades leyendo la Biblia y las publicaciones, y asistiendo a las asambleas y a las reuniones. Con el tiempo, hemos acumulado lo que Jesús llamó un tesoro de verdades viejas y nuevas (Mat. 13:52). Jehová nos ayudará a incrementar nuestro tesoro con valiosas verdades nuevas si las buscamos como si fueran tesoros escondidos (Prov. 2:4-7). ¿Cómo lo hacemos? Tenemos que ser buenos estudiantes de la Biblia y de nuestras publicaciones, y analizarlas a fondo. Así descubriremos verdades que no conocíamos y que serán nuevas para nosotros (Jos. 1:8, 9; Sal. 1:2, 3). Debemos sentir el intenso deseo de incrementar nuestro tesoro de verdades bíblicas. w17.06 12 párrs. 13, 14
Lunes 25 de marzo
Ustedes ciertamente me llamarán y vendrán y me orarán, y yo ciertamente les escucharé (Jer. 29:12).
Un hermano joven, al que llamaremos Eduardo, le dijo a Stephen, un anciano de más edad, que algo le preocupaba. Había estado pensando en que 1 Corintios 7:28 dice que quienes se casen “tendrán tribulación en la carne”. Así que le preguntó a Stephen, que estaba casado, qué era esa “tribulación” y cómo le haría frente si un día se casaba. Antes de responderle, Stephen le dijo que pensara en algo más que escribió el apóstol Pablo, que Jehová es “el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 Cor. 1:3, 4). Sin duda, Jehová es un Padre cariñoso y nos consuela cuando tenemos problemas. Quizás usted recuerde cómo lo guió y apoyó en más de una ocasión, probablemente mediante su Palabra. Podemos estar seguros de que él desea lo mejor para nosotros, igual que lo deseó para sus siervos del pasado (Jer. 29:11). w17.06 4 párrs. 1, 2
Martes 26 de marzo
Jehová está guardando a los residentes forasteros (Sal. 146:9).
Nuestros hermanos refugiados necesitan apoyo espiritual y emocional más que ayuda material (Mat. 4:4). Los ancianos pueden conseguirles publicaciones en su idioma y ponerlos en contacto con hermanos que lo hablen. Muchos refugiados han sido arrancados de amplios círculos familiares con vínculos fuertes, de comunidades y congregaciones muy unidas. Necesitan que los hermanos les transmitan el amor y la compasión que Jehová siente por ellos. Si no, quizá se vayan con sus parientes o con personas de su país que no son Testigos, pero con los que comparten cultura y experiencias (1 Cor. 15:33). Si logramos que se sientan parte integral de la congregación, tendremos el honor de colaborar con Jehová “guardando a los residentes forasteros”. Es posible que los refugiados no puedan volver a su país mientras continúen en el poder los gobernantes que los oprimían. Además, muchos están traumatizados por lo que han vivido. Preguntémonos: “¿Cómo me gustaría que me trataran si estuviera en su lugar?” (Mat. 7:12). w17.05 6, 7 párrs. 15, 16
Miércoles 27 de marzo
Se enfriará el amor de la mayor parte (Mat. 24:12).
Nuestra fe y nuestro amor a Dios se pueden debilitar si nos dejamos vencer por el desánimo. En este mundo malvado controlado por Satanás, todos pasamos a veces por situaciones que nos deprimen (1 Juan 5:19). Tal vez estamos sufriendo por culpa de la vejez, la mala salud o los problemas económicos. O quizás nos enfrentamos a sentimientos de inutilidad o nos sentimos culpables por errores cometidos o tristes porque nuestras expectativas no se han cumplido. No dejemos que estas cosas nos lleven a pensar que Jehová nos ha abandonado. Más bien, meditemos en la reconfortante promesa de Jehová de que no dejará de amarnos, tal como indica Salmo 136:23: “Durante nuestra condición abatida se acordó de nosotros: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”. El amor leal que siente Jehová por sus siervos nunca se acabará. Por lo tanto, podemos estar seguros de que escucha nuestras súplicas y las responderá (Sal. 116:1; 136:24-26). w17.05 18 párr. 8
Jueves 28 de marzo
Si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes (Mat. 6:15).
Como se menciona en Gálatas 2:11-14, Pedro cayó en la trampa del temor al hombre (Prov. 29:25). A pesar de conocer de primera mano lo que Jehová pensaba al respecto, le dio miedo la opinión de los judíos circuncisos de la congregación de Jerusalén. El apóstol Pablo se encaró a Pedro en Antioquía y le dijo que estaba actuando con hipocresía (Hech. 15:12; Gál. 2:13, nota). Es evidente que Pedro fue humilde y aceptó la corrección que recibió de Pablo. No hay nada en las Santas Escrituras que indique que perdió sus privilegios. Es más, después Dios lo inspiró para escribir dos cartas que llegaron a formar parte de la Biblia. Jesús, cabeza de la congregación, siguió usándolo (Efes. 1:22). Así, aquellos cristianos tuvieron la oportunidad de imitar a Cristo y a su Padre al perdonarlo. Es de esperar que nadie tropezara por el error de un hombre imperfecto. w17.04 27 párrs. 16-18
Viernes 29 de marzo
Al reducir a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra las condenó, poniendo para personas impías un modelo de cosas venideras (2 Ped. 2:6).
Al destruir toda aquella región, Jehová hizo más que solo acabar con lo malo. Estaba “poniendo para personas impías un modelo de cosas venideras”. Tal como puso fin a todas aquellas prácticas inmorales, pondrá fin a la maldad que vemos hoy cuando le dé su merecido a este sistema de cosas. ¿Qué reemplazará a la maldad? Todas las cosas que se hagan en el Paraíso producirán felicidad. Piense en lo emocionante que será convertir este planeta en un paraíso o construir las casas en las que viviremos nosotros y nuestros seres queridos. ¿Y se imagina recibir a los millones que resucitarán? Podrá enseñarles sobre Jehová y lo que ha hecho a favor de la humanidad (Is. 65:21, 22; Hech. 24:15). Estaremos muy ocupados haciendo cosas que resultarán en nuestra felicidad y en la alabanza a Jehová. w17.04 12 párrs. 11, 12
Sábado 30 de marzo
El que salga de las puertas de mi casa tiene que llegar a ser entonces de Jehová (Juec. 11:31).
Cuando Jefté hizo este voto, es posible que supiera que su hija podía ser la que saliera de la casa a su encuentro. Aun así, aquello implicaba un gran sacrificio para los dos, y eso los angustiaba mucho. Cuando Jefté la vio, rasgó sus prendas de vestir y dijo que sentía un gran dolor. Entonces ella le pidió: “Déjame llorar mi virginidad”. ¿Por qué? Jefté no tenía ningún otro hijo y ella, su única hija, no se casaría nunca ni le daría nietos. No habría nadie que conservara el nombre y la herencia de la familia. Pero eso no era lo que más les preocupaba. Jefté dijo: “He abierto mi boca a Jehová, y no puedo volverme atrás”. Su hija le contestó que hiciera lo que había prometido (Juec. 11:35-39). A estas personas leales no les pasó por la cabeza romper su voto al Dios Altísimo. Lo cumplirían aunque tuvieran que pagar un enorme precio personal (Deut. 23:21, 23; Sal. 15:4). w17.04 4 párrs. 5, 6
Domingo 31 de marzo
Mostraré una actitud de espera (Miq. 7:7).
José fue víctima de algunas injusticias terribles. Primero, fue vendido como esclavo cuando tenía unos 17 años. Luego, fue acusado de intentar violar a la esposa de su amo. La acusación era falsa, pero José terminó en prisión (Gén. 39:11-20; Sal. 105:17, 18). Aunque era un hombre fiel, parecía recibir castigos en vez de bendiciones. Pero trece años después todo cambió muy rápido. José salió de la prisión y llegó a ser la segunda persona más poderosa de Egipto (Gén. 41:14, 37-43; Hech. 7:9, 10). ¿Se amargó José por las injusticias que sufrió? ¿Dejó de confiar en su Dios, Jehová? No. ¿Por qué pudo esperar con paciencia? Porque tenía fe en Jehová. Se dio cuenta de que Dios tenía el control de los asuntos. Por eso, les dijo a sus hermanos: “En cuanto a ustedes, ustedes tenían pensado un mal contra mí. Dios lo tenía pensado para bien, con el propósito de obrar como sucede hoy, para conservar viva a mucha gente” (Gén. 50:19, 20). Al final, José vio que la espera había valido la pena. w17.08 4 párr. 6; 6 párrs. 12, 13