Estén llenos de discernimiento espiritual
“Sean llenados con el conocimiento acertado de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual, para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente.”—Col. 1:9, 10.
1. ¿Qué clase de decisiones está obligado a hacer el cristiano, y qué se requiere para hacer decisiones correctas?
CADA día el cristiano dedicado está obligado a hacer decisiones. El vivir en este mundo presenta muchos problemas, y surgen puntos en cuestión que exigen que él haga decisiones. En su hogar tiene que hacer decisiones que afectan a su familia, en su lugar de trabajo decisiones que afectan su relación con los que no están en la verdad; tiene que actuar en cuanto a asuntos que afectan su relación con sus hermanos y hermanas de la sociedad del nuevo mundo, o que afectan su relación con Jehová y Su organización y el servicio del Reino. Cómo hacer decisiones correctas, cómo proceder siempre de la manera correcta, ése es el problema. Para hacerlo hay que tener discernimiento espiritual.
2, 3. ¿Desde qué punto de vista debemos ver las cosas para hacer decisiones correctas, y en qué resulta esto?
2 El discernir las cosas de manera espiritual significa ver las cosas desde el punto de vista que Jehová las ve. Jehová, por el funcionamiento de su espíritu, ha dado a conocer su punto de vista de las cosas en su Palabra inspirada. Él nos dice cómo justiprecia las cosas, lo que considera ser valioso y que vale la pena y lo que considera ser vano y que no vale la pena, cuáles obras y pensamientos son buenos y virtuosos y los que son malos e inicuos. Estando en la carne caída, uno tiende a ver las cosas desde el punto de vista de la carne. Pero si la persona permite que las tendencias de la carne, tales como el egoísmo, temor, orgullo o celos, influyan en ella cuando surgen puntos en cuestión, entonces ciertamente hará decisiones incorrectas.
3 Para hacer decisiones correctas el cristiano tiene que estar lleno de discernimiento espiritual. Tiene que discernir claramente entre lo correcto y lo incorrecto. Tiene que llegar a amar lo que es correcto y odiar lo que es incorrecto, como lo expresó Pablo en Romanos 12:9, diciendo: “Aborrezcan lo que es inicuo, adhiéranse a lo que es bueno.” El demostrar que uno tiene discernimiento espiritual por medio de hacer decisiones correctas es algo que agrada a Jehová y resulta en que uno ande dignamente delante de él. El mismo apóstol escribió a los colosenses (Col. 1:9, 10): “No hemos cesado de orar por ustedes y pedir que sean llenados con el conocimiento acertado de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual, para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.”
4. ¿Qué significa “discernir,” y qué papel desempeña el conocimiento en el discernimiento espiritual?
4 ¿Cómo podemos estar llenos de discernimiento espiritual? En esas palabras dirigidas a la congregación en Colosas Pablo indica la primera cosa esencial y básica, a saber, el tener un conocimiento acertado de la voluntad de Dios, el estar lleno de tal conocimiento acertado. “Discernir” literalmente significa “ver” o “distinguir con el ojo de la mente,” es decir, distinguir o notar una cosa de otra, si es correcta o incorrecta, importante o de ninguna importancia, valiosa o sin valor. El conocimiento es para el ojo del discernimiento lo que la luz es para el ojo natural. Ilumina, hace que las cosas resalten claras y agudas en su relación apropiada unas con otras. Así como la luz es esencial para que uno escoja el mejor sendero en terreno escabroso y traicionero, hay que tener conocimiento acertado para discernir el derrotero correcto y seguro que ha de tomarse a través de las condiciones traicioneras y peligrosas de este viejo sistema de cosas. Por lo tanto un conocimiento acertado de la voluntad de Dios, junto con el amor a Dios que ese conocimiento trae, obra como fuerza enérgica a favor de la rectitud en la vida de uno y le es esencial para hacer decisiones correctas, para que uno agrade a Jehová.—Efe. 4:23, 24.
5, 6. (a) ¿Qué clase de estudio se requiere? (b) ¿Cuál es un modo en que podemos ‘asegurarnos’ de las cosas que estudiamos?
5 Para fijar con firmeza en la mente el conocimiento acertado de la voluntad de Dios se requiere estudio. Esto es algo tan esencial que es imposible darle demasiado énfasis. La clase de estudio que se requiere es la clase de estudio que fija las ideas con permanencia en la mente, esto requiere esfuerzo y concentración. Tenemos que estar “trabajando duro y esforzándonos” en nuestro estudio de la Biblia. Sí, estudio significa exactamente eso—¡estudio! Significa meditación. Hay que masticar bien el alimento si éste ha de ser digerido apropiadamente. Mientras masticamos el alimento lo saboreamos, sacándole todo el sabor. Igualmente sucede con el alimento espiritual: hay que masticarlo, volteándolo vez tras vez en la mente, sacándole todo el sabor. Como ayuda a esta masticación mental de alimento espiritual pudiéramos hacernos preguntas al leer (como cuando estudiamos esta revista), tales como: ¿Por qué es eso? ¿Por qué es así? No, no por algún espíritu de crítica a lo que se esta leyendo, sino para que examinemos nuestros propios pensamientos para asegurarnos de que estemos entendiendo los puntos. Como exhorta el apóstol: “Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse tenazmente a lo que es correcto,” es decir, entienda lo que se lee y luego fije los puntos con firmeza en la mente.—1 Tim. 4:10; 1 Tes. 5:21.
6 El discernimiento espiritual no proviene simplemente de aprender muchos datos o hechos. Muchas personas tienen conocimiento, tienen información en su mente, pero carecen de discernimiento espiritual. El que nosotros tengamos discernimiento espiritual significa que hemos entendido y digerido los hechos, que los hemos examinado a la luz de otro conocimiento ya aprendido, y que hemos colocado la nueva información en su relación correcta con la otra, permitiendo que ensanche o corrija y enmiende nuestro entendimiento de los asuntos sobre los cuales ha brillado nueva luz. De este modo ‘podemos probar para nosotros mismos la buena y la aceptable y la completa voluntad de Dios.’—Rom. 12:2.
7. ¿Por qué es tan esencial el espíritu de Jehová para llegar a estar llenos de discernimiento espiritual? Por eso, ¿qué debería hacerse en cada ocasión de estudio personal?
7 Luego, también, es necesario tener la ayuda de Jehová mediante su espíritu si uno ha de llegar a estar lleno de discernimiento espiritual. Sólo es por medio del espíritu de Jehová, junto con estudio y meditación, que uno puede conseguir conocimiento acertado y entendimiento completo. Jamás debe olvidarse este hecho importantísimo: Es imposible estar lleno de discernimiento espiritual sin la ayuda del espíritu de Dios. La propia Palabra de Dios declara: “Pues ¿quien entre los hombres conoce las cosas de un hombre salvo el espíritu del hombre que está en él? Así, también, nadie ha llegado a conocer las cosas de Dios, a no ser el espíritu de Dios. Ahora nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente. De estas cosas también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu a medida que combinamos asuntos espirituales con palabras espirituales.” Por eso cuando usted estudia, sí, en cada ocasión en que usted estudia privadamente en la casa, ore a Jehová pidiendo que su espíritu lo ayude a usted en su estudio, que lo ayude a entender, que lo ayude a percibir el significado de las cosas que usted lee, para que usted crezca en discernimiento espiritual.—1 Cor. 2:11-13.
8. ¿Con qué propósito en mientes debemos estudiar, y qué cosa tenemos que estar seguros de evitar?
8 Tales oraciones por el espíritu deben ir acompañadas del esfuerzo necesario en el estudio personal, con el propósito en mientes de ensanchar el entendimiento y aprecio que uno le tiene a la Palabra de Dios para poder crecer en discernimiento espiritual. Tal estudio puede ser gozoso y estimulante y debería serlo. El estudio casual en preparación para las reuniones de congregación, tal como para el estudio de La Atalaya, no conduce al discernimiento espiritual. Algunos quizás tengan el hábito de dejar la preparación de su estudio hasta el último instante, quizás hasta una hora o dos antes del estudio de congregación establecido. Quizás sólo haya tiempo para considerar algunas de las preguntas más fáciles y enterarse de las respuestas en los párrafos para que por lo menos pueda hacerse algún comentario en el estudio de La Atalaya en el Salón del Reino. Pero eso no es estudiar, ¿verdad? Cualquier información que se consiga de ese modo se olvida rápidamente, y probablemente no se recordará un día o dos después de considerar ese material en particular.
9, 10. (a) ¿De qué provecho es repasar el material en nuestro estudio personal? (b) ¿Por qué se necesita un programa regular para el estudio personal?
9 Al hacer un programa o fijar tiempos definitivos para el estudio y preparación personales para el estudio de La Atalaya y otras reuniones debe permitirse suficiente tiempo para meditar en el material a medida que uno va progresando, masticando la información para fijarla con firmeza en la mente. Para ver si esto se ha logrado es bueno hacer un repaso después de cada período de estudio particular. Entonces es cuando la información está fresca, y es la mejor ocasión para hacer que se grabe profundamente. El hacer un esfuerzo para que la información vuelva al pensamiento consciente inmediatamente después del período de estudio entrena el proceso de la memoria y la capacidad para recordar, y servirá de mucho para fijar los puntos con firmeza en la mente. El repaso final podría hacerse con la revista o libro cerrado. Tenemos el título del artículo; ahora bien, ¿cuánto recordamos de los rasgos descollantes, de los argumentos principales? ¿Recordamos algunos de los textos que se usaron como prueba? ¿Podemos relatar los puntos principales juntos en un breve resumen del artículo? Si no, es necesario volver a examinar el artículo, buscando conscientemente los rasgos descollantes, los argumentos principales.
10 Alguien tal vez diga ahora: “Pero todo eso requiere tiempo.” Cierto, pero es tiempo bien empleado, tiempo que tiene que emplearse si un conocimiento acertado de la voluntad de Dios ha de fijarse con firmeza en la mente y si ha de proveerse la base apropiada para estar lleno de discernimiento espiritual. No hay método abreviado. Estudio, estudio regular, es esencial para estar lleno de discernimiento espiritual. Como Pablo escribió a Timoteo: “Piensa constantemente en lo que estoy diciendo; el Señor verdaderamente te dará discernimiento en todo.”—2 Tim. 2:7.
11. ¿Qué resultará del crecer en entendimiento y aprecio de la verdad?
11 Al proceder de esta manera prudente se regocijará al ver que crece en entendimiento y apreciación de la verdad. Esta se profundizará en su mente y corazón y llegará a ser parte de usted. Entonces, verdaderamente usted estaría ‘siempre listo para hacer una defensa ante todo aquel que le demande una razón de la esperanza que hay en usted.’ Su mente y corazón estarán fuertes, maduros, sanos. Usted verá claramente el camino por el cual ir. No se caerá del sendero angosto de verdad y doctrina sana al cenagal de enseñanzas falsas e ideas sectarias; usted evitará el tener puntos de vista exagerados de las cosas, y estará protegido contra el caer en el lazo, lazo en que es tan fácil caer, de apoyarse en su propio entendimiento. Con su mente llena de conocimiento acertado y con sus capacidades o habilidades de pensar guiadas por el espíritu de Jehová usted discernirá el camino correcto que debe seguir, el camino que está lleno de luz, y será librado del camino malo que conduce a las tinieblas. “Cuando entre la sabiduría en tu corazón y el conocimiento mismo se haga grato a tu misma alma, la misma habilidad para pensar te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará, para librarte del camino malo, del hombre que habla cosas perversas, de los que dejan las sendas de rectitud para andar en los caminos de las tinieblas.”—1 Ped. 3:15; Pro. 2:10-13.
12. ¿Qué es necesario que haga el cristiano cuando surgen puntos en cuestión en su vida, y qué es necesario que discierna cuando hace decisiones?
12 El cristiano tiene que ejercer discernimiento espiritual en cuanto al modo en que anda ‘para poder andar digno de Jehová a fin de agradarle plenamente.’ Cuando surgen puntos en cuestión que afectan a uno personalmente, la carne imperfecta está pronta a reaccionar, y, si uno no tiene cuidado, puede hacer que uno proceda de la manera incorrecta. Uno tiene que restringir los impulsos y pasiones carnales y ser guiado en cambio por discernimiento espiritual. Por eso, cuando surgen puntos en cuestión, hay que detenerse y pensar: ¿Qué dicen las Escrituras acerca de esto? ¿Cómo considerarían el asunto Jehová y Cristo Jesús? A menudo hay varios factores envueltos en ello que uno tal vez no tome en cuenta si obra precipitadamente; tales factores como los que afectan diversos intereses—los intereses de los cotestigos de uno y de la congregación cristiana, intereses divinos, y, quizás, los intereses de la propia vida de uno. Considere el siguiente consejo inspirado: “Que el amor de ustedes abunde aun más y más con conocimiento acertado y pleno discernimiento, para que se aseguren de las cosas más importantes, para que no tengan tacha y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo que es por medio de Jesucristo, para la gloria y la alabanza de Dios.”—Fili. 1:9-11.
13, 14. (a) ¿Cómo obrará el que tiene discernimiento espiritual ante alguna dificultad en la congregación? (b) ¿Qué le ayudará a tener el punto de vista correcto?
13 Quizás algo en cierta congregación no se maneja exactamente bien, o por lo menos así le parece a alguien. Aun si algo no se maneja exactamente de la manera que debería hacerse, esto no sería ninguna razón para que uno se inquietara hasta el grado de agitarse, posiblemente hasta encolerizándose un poco. Si sucediera esto, segurísimamente perdería su sentido de equilibrio. El obrar precipitadamente bajo tales circunstancias sería desde el punto de vista de la carne y no por el discernimiento espiritual maduro. Aun si al principio una persona se halla en lo correcto acerca de algo, el obrar precipitadamente no ayudará, y tal persona quizás se halle también procediendo de una manera incorrecta, y eso no corregiría nada. A todo tiempo tenemos que vigilar el no adelantarnos a Jehová y a su organización, impacientándonos, encargándonos nosotros mismos del asunto. Quizás haya ocasiones en que alguien emprenda mal camino, y quizás debido a que ocupe algún puesto en la congregación las cosas se hagan algo difíciles por un tiempo; pero tales ocasiones son ocasiones para demostrar paciencia cristiana, y, si no hay nada que podamos hacer teocráticamente en cuanto a la situación, entonces tenemos que esperar que Jehová remedie el asunto. El que está lleno de discernimiento espiritual así lo hará.
14 La cuestión es una de conseguir la perspectiva correcta, de considerar las cosas con un sentido correcto de proporción. De vez en cuando pueden surgir dificultades o problemas locales debido a las imperfecciones humanas y éstos pueden resultar en inconveniencia y en una prueba a la paciencia de uno, y hasta en poner en tensión los afectos de uno; pero si nos detenemos y meditamos un poco en estos problemas pronto parecerán pequeños en comparación con otras cosas más importantes.
15, 16. (a) ¿Cuáles son algunas de las cosas más importantes en las que debemos fijar nuestra atención? (b) En su carta a los filipenses, ¿cómo estimula Pablo a que se tenga esta actitud mental?
15 Considere por un instante algunas de estas cosas más importantes. El hecho de que vivimos en los últimos días de este sistema de cosas; que se ha acercado el Armagedón, la batalla del gran día del Dios Todopoderoso, cuando él magnificará y vindicará su soberanía universal; que Cristo Jesús ahora gobierna con poder del Reino y está dirigiendo la gran obra de hacer que “estas buenas nuevas del reino” se prediquen en toda la tierra; que como resultado de esta obra de predicar, personas de buena voluntad de todos los países, lenguas, razas y pueblos están siendo congregadas en una sola sociedad unida y armoniosa del nuevo mundo. Al considerar uno estas cosas y el privilegio maravilloso y la bondad inmerecida de conocerlas y participar en ellas, el corazón de uno se llena hasta rebosar de gratitud a Jehová. ¡Cuán insignificantes y pequeños parecen ahora los problemas de uno cuando se comparan con estas cosas tanto más importantes! Por eso, cuando se presentan problemas pequeños, o aun grandes desde un punto de vista local, el que tiene discernimiento espiritual no permitirá que tales problemas lleguen a ser tan grandes en su mente que desfiguren su visión. Mantendrá su equilibrio y siempre considerará las cosas en su relación con las cosas más importantes.
16 Felizmente, no surgen problemas y dificultades todo el tiempo en la sociedad del nuevo mundo; verdaderamente, son pocos e infrecuentes en comparación con los gozos que siempre están presentes: experiencias en el campo, el hallar y alimentar las ovejas, la asociación feliz con los hermanos en el Salón del Reino. Estas son las cosas en las que ha de espaciarse nuestra mente. “Cuantas cosas sean . . . justas, . . . cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, sigan considerando estas cosas.” Inunden tales cosas su mente y usted siempre mantendrá su sentido de proporción. Usted podrá discernir espiritualmente.—Fili. 4:8.
17. ¿Cómo han tropezado y se han salido de la verdad algunos por cosas pequeñas?
17 La persona que es ultracrítica, que siempre ve a las otras personas desde el punto de vista de las imperfecciones de la carne, pierde de vista las cosas más importantes. Tal persona probablemente descubra que se está haciendo un quejoso infeliz. Algunas personas, en verdad, han dejado que cosas insignificantes las hicieran tropezar y salir de la verdad. ¿Cómo? Dejaron que una cosa pequeña se hiciera una cosa grande en su vida, tan grande que echó fuera todo lo demás. Perdieron su discernimiento espiritual. En vez de detenerse y considerar las cosas desde el punto de vista de la Palabra de Dios, dejaron que alguna pasión carnal, como el orgullo, el temor o los celos, las impulsaran. Fueron guiadas por su propio entendimiento a emprender un derrotero que termina en desastre espiritual.
18. ¿Cómo podemos guardarnos de un proceder como ése que lleva a tropiezo?
18 Ciertamente todos nosotros queremos guardarnos de tal proceder, ¿no es verdad? Nos guardaremos si hemos aumentado y continuamos aumentando en conocimiento acertado de lo que es la voluntad de Dios para nosotros, si mantenemos las cosas más importantes en nuestra mente y corazón y si, cuando surgen puntos en cuestión, notamos la manera en que Jehová ve las cosas según nos la ha manifestado en su Palabra y no nos hacemos sabios a nuestra propia vista. En conexión con esto note el consejo oportuno que Jehová nos da en Proverbios 3:1-7: “Hijo mío, no olvides mi ley, y mis mandamientos observe tu corazón, porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos. No se aparten de ti la bondad amorosa y la fidelidad mismas. Atalas a tu cuello. Escríbelas en la tabla de tu corazón, y así halla favor y buen discernimiento a vista de Dios y del hombre terrestre. Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo enderezará tus sendas. No te hagas sabio a tu propia vista. Teme a Jehová y apártate del mal.”
19. ¿Cómo manifestamos que confiamos en Jehová con todo nuestro corazón?
19 Aun cuando uno piense que está en lo correcto acerca de algo tiene que estar alerta contra el ser excesivamente justo, sabio a su propia vista y debido a ello ser desviado por su propio sentimiento de rectitud. El cristiano tiene que mantener su equilibrio, dominando su espíritu, no dándole a Satanás ninguna oportunidad de que lo venza y lo conduzca por un camino malo. Hay que tomar tiempo para considerar un asunto, usando discernimiento espiritual, dirigiéndose a la Palabra de Dios para saber cómo ve Él el asunto de que se trata. Difícilmente hay problema que surja en la vida del cristiano acerca del cual la Palabra de Jehová no dé consejo y guía sabios. Uno demuestra que confía en Jehová con todo su corazón al buscar Su consejo y luego al seguirlo a todo tiempo, dejando que el convenir con el conocimiento acertado de la voluntad de Dios sea ‘la fuerza que impulse su mente,’ y mediante ello revistiéndose de “la nueva personalidad que fué creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia y bondad amorosa.”—Efe. 4:23, 24.
20. (a) ¿Cómo nos guarda el discernimiento de airarnos o turbarnos? (b) ¿Qué manera de proceder correcta aconsejó Jesús al tratar con una persona que ofende?
20 El discernimiento espiritual conduce a uno a la relación correcta con sus hermanos y hermanas en la sociedad del nuevo mundo. Por ejemplo, si un hermano siente que ha sido agraviado no obrará con ira precipitada, turbándose debido a lo que su hermano le haya hecho o haya dicho acerca de él. ¿Qué es lo que haría turbarse o airarse a una persona en tales circunstancias? ¿No es que sólo piensa en sí misma, que está turbada probablemente porque su buen nombre ha sido presentado en falsos colores? Pero, ¿no está implicado algo más importante? Si alguien de la congregación ha obrado incorrectamente, el cristiano con discernimiento espiritual ve que el proceder incorrecto de su hermano es una evidencia de alguna debilidad espiritual de su parte y que por lo tanto su vida espiritual se halla en peligro, y eso seguramente es algo por lo cual preocuparse mas que cualquier agravio real o imaginario que su hermano le haya hecho. En vez de ‘llevar cuenta del daño,’ el cristiano maduro se siente impulsado a dirigirse a su hermano que cometió el mal, no con ira, no para recibir alguna satisfacción personal por el mal que él quizás haya hecho, sino por amor a él, para ayudarlo a levantarse del tropezón si es posible, antes de que sea demasiado tarde. ¿No es exactamente esto lo que Jesús aconsejó: “Además, si su hermano comete un pecado, vaya y descubra su falta entre usted y él a solas. Si él le escucha, usted ha ganado a su hermano”?—1 Cor. 13:4, 5; Mat. 18:15.
21. ¿Cómo se considera a sí mismo el siervo maduro de Jehová?
21 Porque tienen discernimiento espiritual, los siervos fieles de Dios se ven a sí mismos por lo que son, simplemente vasos de barro, de poco valor en sí mismos, pero, gracias a la bondad inmerecida de Jehová, conteniendo valiosos tesoros de conocimiento que han de usarse en Su servicio. Esto los mantiene humildes, apreciando siempre que lo que tienen que es de valor lo han recibido de Jehová y no es causa para jactarse en ellos mismos. En 1 Corintios 4:6, 7 el apóstol escribió: “Aprendan la regla: ‘No vayas más allá de las cosas que están escritas,’ a fin de que no se hinchen individualmente en favor del uno contra el otro. Porque ¿quién hace que difieras de otro? En verdad, ¿qué tienes tú que no hayas recibido? Ahora, pues, si verdaderamente lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?” El tener este punto de vista bíblico guardará a uno de hacerse orgulloso y concentrado en sí mismo, o quisquilloso y resentido, haciendo difícil que otros se lleven bien con uno. Uno estará lleno de aprecio por la bondad de Jehová y por el privilegio de conocerlo a Él y a su Hijo, Cristo Jesús, y se olvidará de sí mismo y estará interesado únicamente en compartir con otros las cosas buenas que tiene.
22. Mientras permanecemos humildes, ¿qué extremos tienen que evitarse? ¿Cómo?
22 Sin embargo, mientras permanecemos humildes, existe la necesidad de guardarnos del extremo opuesto de tener un complejo de inferioridad, de andar pidiendo disculpas, de sentirnos descontentos con nosotros mismos hasta el grado de desalentarnos. Reconociendo el poder del espíritu de Jehová, uno discierne con mente sana que, con la ayuda de Jehová, puede hacer lo que es la voluntad de Dios para uno y por eso emprende cualquier asignación de servicio con fe. Como leemos en Romanos 12:3: “Porque por la bondad inmerecida que se me ha dado digo a todo el que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que es necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga una mente sana, cada uno según le ha distribuido Dios una medida de fe.”
23. ¿Cómo contribuye el discernimiento espiritual a la unidad entre los hermanos?
23 El que el cristiano tenga este punto de vista de sí mismo humilde y de acuerdo con la realidad hace posible que él tenga una actitud honrada, franca y de acuerdo con la realidad para con sus hermanos, lo cual contribuye a compañerismo refrescante y armonía piadosa. El discernimiento espiritual nos capacita a trabajar juntos en unidad, apreciando las necesidades los unos de los otros capacitándonos, a expresar prácticamente la cualidad del amor. Por eso, estén llenos de discernimiento espiritual, hagan decisiones correctas, “para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.”