El mar de Galilea
El HERMOSO mar de Galilea desempeñó papel prominente en el ministerio terrestre del Hijo de Dios, Jesucristo. También se le conocía como el “mar de Tiberíade” porque Herodes Antipas había construido a sus orillas su capital que llevaba ese nombre en honor de Tiberio César. En el tiempo de Moisés se le llamaba el “mar de Cineret.” Los Macabeos cambiaron su nombre a “mar de Genesaret” por el llano adjunto y muy fructífero de ese nombre. El gran viajero y educado médico Lucas nunca hace referencia a él en sus escritos como mar sino meramente como lago, que es lo que era, el “lago de Genesaret.”—Mat. 4:12, 13; Juan 6:1; Núm. 34:11; Luc. 5:1.
● El mar de Galilea es un óvalo de forma de pera y mide de 19 a 22 kilómetros de longitud y como 13 kilómetros de anchura. La provincia de Galilea estaba al oeste y norte de éste y Perea al este, a través del Jordán, y al sur del mar. Su superficie está unos 210 metros más abajo que la del mar Mediterráneo y tiene una profundidad de entre 45 y 60 metros. El río Jordán fluye por él desde los montes del Líbano en el norte hasta su destino, el mar Muerto. Debido a las colinas en los lados del este y el oeste del mar de Galilea, vientos grandes procedentes de las montañas del norte barren de arriba hacia él, causando tormentas violentas.
● Tal como muchas hermosas islas son una joya verde engastada en azul, así el mar de Galilea es una joya aguamarina engastada en verde lozano. Bien se le llama el “Lago Azul.” Los judíos del tiempo de Jesús lo llamaban “la entrada al Paraíso,” mientras que el Talmud se refiere a él como la “corona de Galilea.” El clima de sus costas no dejaba nada que desear; la primavera venía temprano y la escarcha no se conocía. Era lugar de veraneo favorito para los romanos.
● En el tiempo de Jesús el mar de Galilea sostenía una prolífica industria de pesca, notable tanto por la cantidad como por la calidad de sus pescados. Estos se distinguían por su apariencia y su sabor, según el historiador Josefo, quien fue gobernador de Galilea después de la muerte de Jesucristo. El mar también sostenía una industria de embarque—230 embarcaciones de varios tamaños.
● A lo largo de sus costas había un buen número de ciudades en que estaban incluidas la mayor de Galilea y el pueblo de morada de Jesús después que comenzó su ministerio, Cafarnaúm; Corazín, lugar donde buscaban muchos mejorar su salud; Tiberíade, la capital; Magdala, pueblo de María Magdalena; y Betsaida, cuyo nombre significa “casa de pesca.”—Mat. 11:20-24; Juan 6:23; Mat. 15:39.
● Fue en las orillas de este mar de Galilea que Jesús empezó su ministerio y donde consiguió sus primeros cuatro discípulos. En por lo menos dos ocasiones Jesús calmó las violentas tormentas que soplaban sobre las aguas de este mar. Fue a este mar que se lanzó una piara de cerdos después que una legión de demonios entró en éstos. Allí Jesús también enseñó desde una barca, debido a lo apretujado de las multitudes; tiempo en que dio, entre otras cosas, su ilustración del sembrador.—Mat. 4:18-22; 8:24-27; 13:1-8.
● Fue también sobre la superficie de este mar de Galilea que Jesús caminó en cierta ocasión para reunirse con sus discípulos cuando se produjo una tormenta a mitad de la noche; y sobre la cual Pedro dio unos tímidos pasos, solo para comenzar a hundirse debido a su falta de fe. También fue en este mar que Pedro, por mandato de Jesús, sacó un pez en cuya boca Pedro halló una moneda de plata con la cual pagar la contribución del templo. Y finalmente, fue aquí, después de su resurrección, que Jesús se reunió con sus discípulos y dio a Pedro su comisión de énfasis triple de alimentar sus ovejas.—Mat. 14:24-31; 15:29; 17:27; Juan 21:1-17.
● Verdaderamente el mar de Galilea fue singular en hermosura y riqueza y particularmente en estar asociado con el ministerio terrestre de Jesús.