Nada anticientífico en la Biblia
En su obra Studies in Creationism, Francisco Luis Marsh, profesor de biología, del Colegio Union, de Lincoln, Nebraska, declara: “A medida que los científicos estudian cuidadosamente el Libro de Guía de la religión cristiana, descubren que en realidad no hay base para ningún conflicto entre los hechos científicos y la religión cristiana. Aunque la Biblia contiene algunas de las más grandes verdades, no es un tratado de ciencia. Esta situación de la Biblia es muy digna de consideración cuidadosa. Si Moisés hubiera escrito lo mejor de la opinión científica de su día, la ciencia que ha adelantado hubiera descubierto su inexactitud desde hace mucho tiempo. Pero los hechos científicos declarados en lenguaje no científico hace miles de años todavía son completamente exactos científicamente. Esa es una de las maravillas de la Biblia. El que Moisés, que estaba ‘versado en toda la sabiduría de los egipcios,’ y el que Daniel, en quien los babilonios consideraban que moraban los espíritus de los dioses de la sabiduría, no escribieran en sus mensajes nada de las doctrinas de su tiempo sobre los principios coloca a la Biblia fuera de las fuentes naturales. Solo se declararon las cosas que evidentemente eran perdurablemente ciertas. Hasta este mismo momento no se han descubierto inexactitudes científicas. La ciencia verdadera no puede tener conflicto con un libro como éste.”—Páginas 206, 207.