Preguntas de los lectores
● En el artículo de La Atalaya del 1 de febrero de 1957: “Ceremonia y requisitos del matrimonio,” el párrafo 20 declara que una esposa consensual que acepta la verdad y quiere que su matrimonio sea legalizado y registrado, pero no puede hacer que el hombre con quien ella vive convenga a ello, puede firmar una declaración escrita de que ella será fiel a su cónyuge consensual como a un esposo y que legalizará el matrimonio tan pronto como pueda lograr que el hombre lo legalice, y luego ella puede ser bautizada. ¿Aplica esto en todos los países del mundo, a todas o a algunas formas de matrimonio consensual?
La Atalaya estaba discutiendo aquí el matrimonio consensual y mostró que hay una diferencia entre él y el matrimonio de derecho consuetudinario. Este mismo párrafo fue mencionado en La Atalaya del 15 de mayo de 1961, bajo el encabezamiento “Necesario legalizar el matrimonio.”
Aunque el matrimonio de derecho consuetudinario es reconocido legalmente en algunos estados o provincias del país y es un matrimonio legal, en otros estados o provincias de ese país o en otros países tal vez no sea reconocido como legal. Por lo tanto la Sociedad Watch Tower Bible and Tract requiere que los que vivan en matrimonio de derecho consuetudinario tengan una ceremonia matrimonial legal y que ésta debe ser registrada definitivamente en el registro del gobierno civil. Antes de eso la Sociedad Watch Tower no reconocerá la dedicación de las dos partes interesadas del matrimonio de derecho consuetudinario ni las considerará dignas del bautismo en agua y de ser admitidas en la sociedad del nuevo mundo. Este proceder proveerá posición legal apropiada para sus hijos en cualquier país o estado y está en completa conformidad con la ley de Dios.
Sin embargo, si una mujer que está viviendo en matrimonio de derecho consuetudinario, en un estado donde se reconocen los matrimonios de derecho consuetudinario como legales, no tiene éxito en persuadir a su esposo de derecho consuetudinario a hacer que se registre legalmente el matrimonio, la Sociedad hace una concesión. Permite a tal mujer que aprende la verdad a presentar evidencia al comité de la congregación de que ha hecho gran esfuerzo por persuadir a su cónyuge de derecho consuetudinario a registrar el matrimonio legalmente. Entonces el comité de congregación le permitirá a ella firmar una declaración votando fidelidad en la relación matrimonial con el hombre renuente y ella puede ser aceptada para el bautismo y participar en las actividades de la congregación. Lo mismo aplicaría al hombre que no puede hacer que su esposa de derecho consuetudinario convenga en registrar el matrimonio.
En los estados o provincias en que el matrimonio de derecho consuetudinario no se reconoce como legal, las personas solteras que viven juntas consensualmente o por consentimiento mutuo estarían viviendo juntas en fornicación. Tales personas no pueden ser admitidas para el bautismo por la sociedad del nuevo mundo hasta que hayan legalizado su posición con una apropiada ceremonia matrimonial legal. No hay ley que les impida legalizar su matrimonio, dado que son personas solteras. En todos los países las personas solteras tienen los privilegios del matrimonio; de modo que este requisito matrimonial legal aplica en todas partes del mundo. Por lo tanto, en tales casos, la Sociedad Watch Tower Bible and Tract no acepta una declaración firmada de parte de personas solteras que viven juntas consensualmente. Deben tener la apropiada ceremonia matrimonial legal o separarse, antes de poder ser aceptadas para el bautismo en agua.
Si una de las partes de la cohabitación consensual todavía estuviera casada legalmente con alguna otra persona, se requeriría que él o ella obtuviera un decreto de divorcio que disolviera el matrimonio legal por las leyes del país y luego que se casara legalmente con el cónyuge consensual antes de presentarse para el bautismo en agua.
En ciertos países bajo estricta dominación religiosa no se permiten los divorcios. Sucede a veces que una persona casada, no divorciada, ha estado viviendo por muchos años con una persona soltera debido a que su cónyuge legal la abandonó y comenzó a vivir en adulterio con alguna otra persona. Luego, esta persona no divorciada llega a conocer la verdad y quiere servir a Jehová. Pero, por ley, no puede obtener un divorcio. Tal vez tenga una familia en su unión consensual y de hecho la mujer también puede desear servir a Jehová y criar a los hijos en la amonestación de Jehová. En tales países hemos hecho la concesión a la pareja que vive junta sin el beneficio del matrimonio cuando aprende la verdad.
Aunque no puedan obtener un divorcio de parte de un cónyuge casado legalmente, deben dar cualesquier pasos legales que estén disponibles para registrar la separación del cónyuge casado legalmente; y luego deben escribir una confesión y presentar una declaración votándose fidelidad uno al otro en el arreglo matrimonial y que ellos permanecerán juntos a pesar de los vínculos legales con otros que no pueden ser disueltos de acuerdo con la ley existente. También deben convenir en legalizar su relación de uno con el otro tan pronto sea removido el obstáculo legal, lo cual significaría cuando muriera el cónyuge casado legalmente que está separado.
Hacemos esto porque la ley del país es irrazonablemente prohibitiva y rehúsa el divorcio porque no reconoce la ley de Dios, la cual concede el divorcio sobre la base de fornicación o adulterio. Si la pareja hubiera estado viviendo en otro país donde el divorcio estuviera disponible sin duda habrían arreglado su situación marital mucho antes de ahora y se habrían presentado a la sociedad del nuevo mundo como personas casadas legalmente. A causa de la declaración de Jesús en Mateo 19:8, 9, la Sociedad ha hecho esta concesión, y confiamos en que esto tenga la aprobación de Dios.
Supongamos que un individuo está viviendo en tal arreglo consensual, donde el obstáculo legal existe en un país donde no hay divorcio. Si ahora aprendiera la verdad pero la persona con quien está viviendo no reconoce la verdad y no coopera para firmar una declaración escrita votando fidelidad, entonces la sociedad del nuevo mundo aceptará una declaración firmada solo por la persona que ha aprendido la verdad y que quiere hacer una dedicación y servir a Dios. Es en tal situación de unión consensual que se acepta la declaración de votar fidelidad, como se menciona en el párrafo 20, página 94, de La Atalaya del 1 de febrero de 1957. La declaración no sería aceptada en un país donde se permite el divorcio bajo la ley.
(Las congregaciones que tienen archivado el folleto Preguntas sobre el servicio del Reino deben hacer un apunte de este asunto en el folleto para referencia futura, especialmente en conexión con la página 11.)
● Según historiadores mundanos Amman es una ciudad floreciente hoy día y está edificada sobre las ruinas de la antigua ciudad de Rabbá de Ammón. ¿Cómo, entonces, podemos entender un texto como el de Sofonías 2:9, que dice: “Moab misma llegará a ser exactamente como Sodoma, y los hijos de Ammón como Gomorra, lugar poseído por ortigas, y un saladar, y un yermo desolado, aun hasta tiempo indefinido”?—F. R., EE. UU.
Las desolaciones que se predijeron que vendrían sobre Moab y Ammón realmente vinieron, aun como lo muestra la historia. Como pueblo los moabitas y los ammonitas han dejado de existir. La ciudad de Amman que hoy está en el lugar de la antigua ciudad de Rabbá de Ammón no está poblada por ammonitas, descendientes del pueblo contra el cual se pronunciaron las profecías. Más bien, está poblada por los descendientes de los árabes nabateos que absorbieron a los ammonitas alrededor del primer siglo d. de J.C.
La moderna Amman es el centro del gobierno del actual reino de Jordania. Sus árabes no son ammonitas, ni se considera a su rey un rey ammonita. La capital antigua, Rabbá de Ammón, es solo unas ruinas que rodean a la moderna Amman de los árabes. Por lo tanto la profecía de que Moab y los hijos de Ammón llegarían a ser como Sodoma y Gomorra ciertamente se ha realizado; ellos han dejado de existir.