Aprecio por la Traducción del Nuevo Mundo
EN SU LUGAR DE EMPLEO
De Carolina del Sur viene esta experiencia: “Trabajo en una compañía grande de automóviles y por lo general guardo un ejemplar de la Traducción del Nuevo Mundo en la gaveta de mi escritorio. Un día un vendedor, al mirar en mi gaveta, vio la Biblia y comenzó a hojearla. Le interesó muchísimo, de modo que se me acercó y preguntó si podía obtener un ejemplar. A su vez, él puso la Biblia en la gaveta de su escritorio. Otro vendedor pasó y miró en la gaveta de su escritorio y se interesó mucho en la Biblia. Este se me acercó y quiso saber si podía obtener un ejemplar también. Este círculo continuó, y pude colocar siete Biblias en la oficina. También, ofrecí la Biblia a mi jefe. Él dijo que le gustaba la Versión del Rey Jaime y que no se animaba a probar algo nuevo porque le gustaban las expresiones poéticas de esa versión. Sin embargo, me dijo que se llevaría un ejemplar a casa y lo examinaría y que el día siguiente o me devolvería la Biblia o un dólar. El día siguiente entró sin la Biblia y tenía dos dólares. Quería otro ejemplar. En el taller coloqué una Biblia con el jefe de servicio. Él estaba extremadamente interesado en esta traducción a lenguaje moderno, de modo que reunió a varios mecánicos y aun a algunos clientes y me pidió que les demostrara la Biblia, haciendo comparaciones entre la Versión del Rey Jaime y la Traducción del Nuevo Mundo. Esto lo hice, y entre los mecánicos y clientes pude colocar otras doce Biblias, haciendo subir a veintiocho el total para el mes.”