Una biblioteca en Nínive
ALGUNOS de los antiguos eran mucho más sabios y tenían mucha más ingenuidad que lo que muchas personas hoy en día se inclinan a atribuirles. Una ilustración notable de esto es la biblioteca establecida en Nínive por el monarca asirio Asurbanipal. Aunque existió hace más de dos milenios y medio, esta biblioteca tenía rasgos muy semejantes a los que se encuentran hoy en las bibliotecas modernas.
Comenzando en 1845 E.C., las excavaciones finalmente sacaron a luz unas 22.000 tablillas y textos de arcilla de la biblioteca de Asurbanipal. Algunas de estas tablillas son tan pequeñas como de dos centímetros y medio cuadrados. Otras miden hasta treinta y ocho centímetros por veintiún centímetros. Muchas de las tablillas formaban una serie numerada, con repetidos “renglones de reclamo” para unirse unas con otras. Evidentemente para conservar espacio en la biblioteca, a veces se inscribía en las tablillas con escritura muy menuda que evidentemente se leía con un lente de aumento. Esto le hace recordar a uno los microfilmes que se hallan en las bibliotecas modernas.
Una extensa variedad de asuntos estaba accesible al lector. Hoy se considera el material de la biblioteca de Asurbanipal como la principal fuente de información para la historia del Imperio Asirio y sus reyes. Además de encantamientos, oraciones e himnos, los millares de escritos cuneiformes incluyen tratados sobre historia, geografía, astronomía y medicina. También disponibles había tablas matemáticas, gramáticas y diccionarios en el idioma sumerio y asirio, así como traducciones interlineales en asirio de escritos sumerios.
En una sección de la biblioteca de Asurbanipal había cartas. En ésta se incluía tanto correspondencia privada como la que se dirigía al rey y a los oficiales encumbrados.
Muchas de las tablillas que se hallaron en la biblioteca eran documentos comerciales que envolvían contratos, ventas y préstamos. Estos patentizan las precauciones que se tomaban para evitar fraudes. Las tablillas estaban metidas en sobres de arcilla, con los sellos de las personas que efectuaban el contrato y sus testigos repetidos en el exterior del sobre. Así cualquiera que tratara oficiosamente de tocar la tablilla interior tenía que destruir el sobre exterior. Aunque alguien pudiera reproducir los sellos externos, un nuevo sobre exterior se encogería al secarse. Con el tiempo la tablilla ya seca y dura adentro haría que el nuevo sobre se agrietara y se rompiera. Esto revelaría que alguien sin derecho había tocado la tablilla.
Las tablillas de la biblioteca de Asurbanipal estaban numeradas y catalogadas, facilitando así el hallar una tablilla o una serie de tablillas. Las inscripciones en las obras más grandes sugieren que la biblioteca estaba abierta a todos los que podían leer.
El rey Asurbanipal evidentemente se deleitaba en las obras literarias que tenía disponibles. Una de sus inscripciones dice, en parte: “Leo las hermosas tablillas de arcilla de Sumer y el oscuro escrito de Akkad que es difícil de dominar. Me deleitaba en leer las inscripciones en piedra del tiempo antes del diluvio.”—Light from the Ancient Past (1946), Jack Finegan, pág. 181.
Es posible que las inscripciones “del tiempo antes del diluvio” hayan sido escritas antes de un diluvio local de proporciones considerables o pudieron haber sido relatos que profesaban contar acontecimientos anteriores al Diluvio global. No hay prueba de que los asirios poseyeran algunos registros genuinos de antes del Diluvio. Los únicos escritos en cuanto a un diluvio que realmente se hallaron en la biblioteca de Asurbanipal fueron los del relato del diluvio babilónico.
Hay varias similitudes entre este relato babilónico y el que se halla en el primer libro de la Biblia, Génesis. Estas similitudes incluyen la edificación de una nave para sobrevivir y la preservación de vida humana y animal. Sin embargo, el relato babilónico está lleno de elementos mitológicos y politeístas. Por ejemplo, concerniente al efecto del diluvio en los dioses, declara: “Los dioses estaban atemorizados por el diluvio, y, retirándose, ascendieron al cielo de Anu. Los dioses agachados como perros se agazaparon junto al muro exterior. . . . Los dioses, todos humillados, se sientan y lloran.”
Comentando sobre las similitudes del relato babilónico y el relato bíblico, el profesor Merrill F. Unger comenta:
“La explicación más extensamente aceptada es que el hebreo pidió prestado del relato babilónico. Para el estudiante conservador, esto es increíble. La excelsitud superlativa del relato monoteísta a la luz de la crudeza completa de la tradición babilónica rinde a este punto de vista no solo sumamente improbable sino casi imposible, especialmente dado que la teoría no se puede probar. . . . La explicación probable es que tanto el relato hebreo como el relato babilónico se remontan a una fuente común de hechos, que se originó de un acontecimiento verdadero. . . . El recuerdo de este gran acontecimiento persistió en la tradición. Los babilonios lo recibieron en una forma completamente corrompida y tergiversada. Génesis lo representa como realmente sucedió.”—Unger’s Bible Dictionary, pág. 373.
Aun el aspecto acerca de que los dioses se atemorizaron podría ser una tergiversación de la realidad. El registro de Génesis revela que hijos angelicales de Dios, de modo contrario a la voluntad divina tocante a ellos, vinieron a la Tierra antes del Diluvio y comenzaron a vivir como esposos con mujeres. La prole de estas uniones se conoció como “nefilim” o “derribadores.” (Gén. 6:1-13) Mientras que el Diluvio obligó a los ángeles desobedientes a abandonar la Tierra, su prole poderosa, los “nefilim,” fueron dejados para morir en las aguas del Diluvio. Por lo tanto, el relato babilónico del diluvio quizás aluda al efecto que el Diluvio tuvo sobre los ángeles desobedientes y su prole.
Aunque Asurbanipal y otros se complacieron en la biblioteca de Nínive, para las personas actualmente, con la excepción de los doctos en asiriología, gran parte del material solo es de interés y valor limitados. Sin embargo, otra biblioteca antigua que consta de solo sesenta y seis libros ha hecho que individuos hasta en este siglo veinte mejoren su vida. Esta colección de libros es la Biblia. Merece mucho más que interés pasajero. Es verdad que los registros grabados en piedra e inscritos en tablillas, prismas y cilindros de arcilla posiblemente sean mucho más antiguos que el más antiguo manuscrito bíblico existente (escrito en materiales perecederos), pero solo las Santas Escrituras presentan un mensaje vivo.