El tiempo de decidir en el nombre de qué Dios andar
1. ¿Resultó ser el segundo templo en Jerusalén aquel al cual las naciones vendrían a adorar a Jehová para siempre, y por qué?
EL SEGUNDO templo que fue edificado en Jerusalén, durante los días del profeta Zacarías, solo resultó ser típico y, como tal, tuvo un significado profético. No resultó ser el templo permanente al cual todas las naciones y pueblos deben subir a adorar a Jehová Dios para siempre. En vista de ese hecho, el templo terrestre de Jerusalén fue destruido en el año 70 E.C., cuando Jerusalén fue destruida por segunda vez, esta vez por los ejércitos de la Sexta Potencia Mundial, el Imperio Romano.
2. ¿Quién predijo eso, y cuándo llegaron a su fin los tiempos que él mencionó?
2 Jesucristo había predicho esto con treinta y siete años de anterioridad, en 33 E.C., y dijo que después de eso Jerusalén continuaría siendo pisoteada hasta que se cumplieran los “tiempos de los gentiles” (“los tiempos señalados de las naciones”). (Luc. 21:20-24) Esos Tiempos de los Gentiles, siete en número, empezaron al tiempo de la primera desolación de Jerusalén y la tierra de Judá causada por los babilonios en el año 607 a. de la E.C. Jerusalén nunca volvió a tener un rey de la familia real de David sobre su trono, y correspondientemente esos Tiempos de los Gentiles continuaron por 1.844 años después de la segunda destrucción de la Jerusalén terrestre. Eso significa que los Tiempos de los Gentiles terminaron en el año 1914 E.C.
3. ¿Qué pregunta surge en cuanto a la edificación de un tercer templo a Jehová en Jerusalén desde que terminaron los Tiempos de los Gentiles en 1914, y depende el esparcimiento de la adoración de Jehová de tal templo?
3 Esto no quiso decir que el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 marcó el tiempo para que se construyera un tercer templo para la adoración de Jehová en Jerusalén. No, aunque al principio de los Tiempos de los Gentiles, a principios del otoño del año 607 a. de la E.C., se vio que el templo de Jehová yacía en ruinas y desolado de adoradores en medio de una tierra desolada de hombres y animales domésticos. No fue necesario edificar en Jerusalén un templo material terrestre para la adoración de Jehová, para reemplazar la mesquita mahometana, la Cúpula de la Roca, que todavía permanece allí. Ni el comienzo ni el esparcimiento de la adoración de Jehová en tiempos modernos dependía de erigir tal templo allí, para que las naciones afluyeran a él allí. La razón de por qué no pronto la veremos.
4. ¿A qué grado estaba la adoración de Jehová a un nivel bajo para 1914 E.C., y en ese entonces qué no apreciaban ni siquiera los Estudiantes de la Biblia acerca de Su nombre?
4 En la Tierra la adoración de Jehová como Dios estaba en un nivel bajo en el año 1914 E.C. Sí, aun entre los que afirmaban ser cristianos, sin hablar de los judíos naturales, circuncisos. La I Guerra Mundial, que estalló en ese año, puso la adoración de Jehová en la Tierra a un nivel aun más bajo. La Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, que rechazaba la doctrina de la Trinidad por no ser bíblica, todavía estaba algo impedida en su aprecio debido al uso de las versiones de la Biblia generalmente autorizadas (como la Authorized o King James Version) que rara vez contenían el nombre de Jehová o que ni siquiera lo contenían una sola vez. Sin embargo, a través de las columnas de la revista The Watch Tower publicaron artículos apropiadamente intitulados como “La presencia permanente de Jehová con Su pueblo” (1/10/14), “Jehová nuestro Dios es uno solo” (15/8/15), “Jehová castigando al mundo” y “El acto de Jehová... su acto extraño” (1/1/16) y “Jehová un exacto marcador de tiempo” (15/3/19). Sin embargo, esos Estudiantes de la Biblia no apreciaban entonces que se acercaba el tiempo en que Jehová Dios haría para sí un nombre.—Isa. 63:14.
5. ¿Cuál fue el registro del cuerpo mayor de los que decían ser cristianos durante la I Guerra Mundial, y por qué le hace recordar esto a uno lo que dice Miqueas 3:9, 10?
5 Sin embargo, ¿qué habría de decirse acerca del cuerpo mucho más grande de los que decían ser cristianos, a saber, aquella organización religiosa mundial llamada cristiandad? Fue un asesinato dentro de sus fronteras lo que inició la I Guerra Mundial, que comenzó el 28 de julio de 1914. Para el fin de los Tiempos de los Gentiles alrededor del 4 de octubre de 1914, ocho naciones e imperios de la cristiandad, junto con el Japón, estaban peleando unos con otros. Y para el fin de esa guerra el 11 de noviembre de 1918, había veinticuatro naciones de la cristiandad, junto con cuatro países no cristianos, que estaban peleando unos con otros. En contraste con la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, las iglesias y las organizaciones religiosas de la cristiandad, también los judíos y el mahometismo, se envolvieron en esa guerra. Los miembros de las iglesias que llevaban la delantera en este derramamiento de sangre en todo el mundo le hacían recordar a uno la descripción del profeta Miqueas de los cabezas y comandantes de Judá y Jerusalén en su día al estar “edificando a Sion con actos de derramamiento de sangre y a Jerusalén con injusticia.”—Miq. 3:9, 10.
6. ¿De qué manera casaban los cabezas y líderes religiosos de la cristiandad con la descripción que dio Miqueas, y qué ejemplo sobresaliente hubo de que la cristiandad ‘hacía torcido todo lo que es derecho’?
6 Durante esos cuatro años y tres meses y medio de guerra intercontinental, ¿estaban los jueces en la cristiandad rindiendo fallos por sobornos, estaban los sacerdotes religiosos mercantilizando la religión al rendir sus servicios por un precio, estaban los profetas religiosos haciendo sus predicciones no bíblicas para complacer a la gente por dinero? Sí, así como hombres semejantes estaban haciéndolo en el día de Miqueas entre el pueblo escogido de Jehová. Había un detestar la justicia verdadera y ‘hacer torcido todo lo que es derecho.’ Esto llegó a ser sobresaliente en los tratos de la cristiandad para con los Estudiantes Internacionales de la Biblia, que rehusaban intervenir en la política y que no querían tener nada que ver con la guerra sobre cuestiones políticas y comerciales, guerra que no era teocrática. Amontonó persecuciones, proscripciones restrictivas y encarcelaciones sobre estos concienzudos Estudiantes de la Biblia, y para principios del verano de 1918 tenía al presidente de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia y a otros siete asociados en la Sociedad Watch Tower detrás de las rejas en la Penitenciaría Federal en Atlanta, Georgia, EE. UU., y se les negó fianza y apelación.
7, 8. (a) ¿Mediante qué organización religiosa estaba siendo derribada la adoración de Jehová? (b) ¿Cómo estaba desolada la heredad espiritual de los adoradores de Jehová, en comparación con Miqueas 3:12?
7 ¡Ciertamente eso fue un derribo de la adoración de Jehová! ¿Por quién? Por Babilonia la Grande moderna, este imperio mundial de adoración falsa mientras la dominaba su parte más populosa y poderosa, a saber, la cristiandad. Sí, la cristiandad, que tiene la Biblia completa en la cual aparece el nombre Jehová, estaba sirviendo de manera preeminente como agente de Babilonia la Grande para desolar la adoración del Altísimo Dios Jehová. La cristiandad estaba asolando la adoración de Él dentro de sí misma. Estaba devastándola entre los Estudiantes Internacionales de la Biblia, que habían estado revivificando la adoración de Jehová como Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Como resultado, para el fin de la I Guerra Mundial a mediados del otoño de 1918, no solo estaban desoladas muchas partes de la Tierra literal por los estragos de la guerra, sino que también estaba desolada la heredad espiritual terrestre de los adoradores de Jehová, es decir, en lo que toca a esperanzas de restauración y reocupación espirituales. Se comparaba a lo que Miqueas había predicho de su propia tierra a causa de las atrocidades de Babilonia:
8 “Sion será arada como un simple campo, y Jerusalén misma llegará a ser simples montones de ruinas, y la montaña de la casa será como los lugares altos de un bosque.”—Miq. 3:12.
RESTAURACIÓN MILAGROSA
9. (a) ¿Por qué no fue necesario que la heredad espiritual de los adoradores de Jehová yaciera desolada durante setenta años? (b) Después del fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, ¿qué tenía que llegar a ser el centro de la adoración de Jehová?
9 Sin embargo, no había necesidad de que la heredad espiritual de los adoradores de Jehová yaciera en semejante condición arruinada durante setenta años, como en el caso de la tierra de Judá, que yació desolada sin hombre y sin animal doméstico durante los primeros setenta años de los “tiempos de los gentiles.” (Luc. 21:20-24; 2 Cró. 36:20, 21) Se había predicho que la condición semejante a muerte públicamente expuesta de los testigos de Jehová solo sería por un corto período de tiempo, semejante a tres días y medio. (Rev. 11:3-12) Los Tiempos de los Gentiles ya habían terminado, allá en 1914, cuando nación levantó espada contra nación y se pusieron a aprender la guerra en una escala mundial con movilización total y matanza humana en masa. Al fin de esos Tiempos de los Gentiles había terminado el tiempo para que el derecho de Jerusalén al reino mesiánico fuera pisoteado por las naciones gentiles, y el reino mesiánico de Jehová en las manos del legítimo sucesor del rey David, Jesucristo, nació en los cielos, en la “Jerusalén celestial.” Por más de once siglos la Jerusalén terrestre había sido el centro de la adoración de Jehová. La “Jerusalén celestial,” con su reino mesiánico en poder, ahora tenía que promover esa misma adoración.
10, 11. (a) Por eso, para producir ¿qué en la Tierra obró apropiadamente la “Jerusalén celestial”? (b) Según Miqueas 4:1, ¿cuándo habría de suceder esto, y con qué efecto sobre los pueblos?
10 En armonía con esto, la “Jerusalén celestial,” el centro celestial de la adoración de Jehová, obró apropiadamente para efectuar una restauración temprana de la adoración de su Dios en la Tierra, y eso a una escala nunca antes experimentada. La profecía del vocero de Jehová, Miqueas, había predicho esto, y milagroso ha sido el cumplimiento de esta gloriosa profecía. Pasó a predecir la restauración, Miqueas fue inspirado a decir: “Y tiene que suceder en la parte final de los días.” Es decir, después de la desolación terrible a Sion y Jerusalén y la “montaña de la casa” que Miqueas acababa de predecir en el versículo anterior. (Miq. 3:12; 4:1) ¿Qué habría de suceder? ¡Un cambio sobresaliente y completo! Escuche:
11 “Y tiene que suceder en la parte final de los días, que la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella pueblos tendrán que afluir.”—Miq. 4:1.
12. ¿Cuál fue la realización en miniatura de esa profecía, y qué se compara a eso en tiempos modernos?
12 Una realización en miniatura de esa profecía comenzó en 537 a. de la E.C. con la liberación del resto judío fiel de Babilonia, bajo órdenes imperiales de regresar a Jerusalén y reedificar la casa de adoración de Jehová en la cumbre de la montaña de la ciudad. Ya que los Tiempos de los Gentiles terminaron en 1914 E.C., vivimos en el “tiempo del fin” de las naciones gentiles, cuya dominación continuada de la Tierra ha sido desafiada por el reino mesiánico recién nacido de Jehová Dios en los cielos. (Dan. 12:4; Mat. 24:3-14) Bien sincronizada, en el primer año posbélico, a saber, en 1919, se produjo la liberación divina de los adoradores de Jehová que fielmente habían sobrevivido a las aplastantes experiencias de la I Guerra Mundial, la cual liberación fue notablemente señalada por la liberación de la Penitenciaría Federal del cuerpo gobernante de los Estudiantes Internacionales de la Biblia, que claramente reconocieron que los Tiempos de los Gentiles habían terminado y que el reino mesiánico de Jehová ya establecido tenía que ser proclamado en toda la tierra habitada a todas las naciones, para testimonio.
13. ¿A qué grado ha elevado el resto moderno el nivel de la adoración de Jehová?
13 Como aquel resto judío restaurado que se ocupó en reedificar la casa de Jehová en la cumbre de la montaña de Jerusalén, así este resto moderno de los adoradores de Jehová se ocupó en promover Su adoración pura, elevándola por encima de todos los otros intereses de la vida terrestre. Esta adoración digna del único Dios verdadero tenía que ser la cosa más ensalzada en su vida. No había de permitirse que ninguna otra adoración, prescindiendo de cuán altamente la ensalzaran los hombres, fuera superior a la adoración del Altísimo Dios, Jehová. La elevación de esta adoración tiene que estar firmemente establecida por encima de todas las otras formas de adoración humana, prescindiendo de cuán altamente ensalzadas y levantadas las tengan los hombres y los demonios.
14. (a) ¿Por qué no autorizó Jehová al resto del Israel espiritual a reedificar el templo en Jerusalén? (b) ¿Cuál templo es el que tienen que reconocer, y por qué?
14 De modo que este resto fiel de israelitas espirituales no se ocupó en edificar un templo literal en la Jerusalén terrestre. Jehová no autorizó al resto de israelitas espirituales a reedificar allí el templo que él había decretado que fuera destruido por los romanos en 70 E.C. No necesita un templo de hechura humana en aquel lugar que en otro tiempo fue santo, porque nos ha dicho claramente que él no mora en templos hechos con manos humanas. Él tiene su templo verdadero, espiritual en el cual mora personalmente. Es el templo en cuyo compartimiento Santísimo entró su Sumo Sacerdote Jesucristo en la primavera de 33 E.C., con el precioso mérito de su perfecto sacrificio humano a favor de toda la humanidad pecaminosa, moribunda. (Heb. 9:24-26; Hech. 17:24) Es este templo espiritual el que tenemos que reconocer, y así dar al Altísimo Dios su verdadera dignidad y santidad y grandeza. Es a este templo que tenemos que acercarnos con el espíritu sincero de la adoración, y esto lo podemos hacer en cualquier parte de la Tierra, porque eso es lo que dijo Jesucristo mismo, el Sumo Sacerdote de Jehová. (Juan 4:21-24) ¡La Jerusalén terrestre ya no cuenta!
15, 16. (a) En 1925, ¿qué comenzaron a apreciar los del resto acerca del nombre de Dios, y por qué abrazaron una nueva designación para sí mismos en 1931? (b) ¿Cómo fue esto en cumplimiento de Zacarías 10:9-12?
15 Al pasar rápidamente los años posbélicos, aumentó el número de israelitas espirituales que estaban ocupados en esta actividad que corresponde al trabajo del templo en la antigüedad. Eran cristianos, seguidores de los pasos de Jesucristo, pero también afirmaban serlo el conjunto de los miembros de las iglesias de la cristiandad. Por eso, ¿en el nombre de quién escogió andar este resto de israelitas espirituales ocupados en el trabajo antitípico del templo? Era una decisión importante la que tenían que tomar. Desde el año 1925 en adelante comenzaron a discernir que había llegado el tiempo en que el Dios Altísimo haría para sí un nombre. Estaban determinados a no denigrar ese nombre junto con los cristianos profesos de la cristiandad. Por eso, después de seis años de esfuerzo intensivo por dar a conocer el nombre divino en todo el mundo, abrazaron para sí mismos, en el verano de 1931, el nombre con base bíblica: testigos de Jehová. Esto ha resultado en el cumplimiento de la profecía que Zacarías pronunció durante los días de la reedificación del templo en Jerusalén en el sexto siglo a. de la E.C.:
16 “‘En los lugares distantes se acordarán de mí; y tienen que revivir con sus hijos y regresar. . . . Y ciertamente los haré superiores en Jehová, y en Su nombre andarán,’ es la expresión de Jehová.”—Zac. 10:9-12.
17, 18. (a) Desde entonces, ¿cómo han llegado los pueblos de las naciones a saber acerca de Jehová Dios y su templo verdadero para adoración? (b) ¿Qué dijo Miqueas 4:2 acerca de los pueblos que afluirían al templo?
17 En consecuencia, desde esa decisión histórica en el año 1931 E.C., este resto de israelitas espirituales ocupado en el trabajo antitípico del templo han ido por todas las naciones gentiles predicando las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios en el nombre de Jehová, como sus testigos cristianos. (Isa. 43:10-12; 44:8) Como resultado inevitable de esto, ¿han llegado a aprender los pueblos de las naciones acerca de Jehová como Dios y acerca de su templo espiritual en el cual rendir adoración pura? La información que llega copiosamente de todas partes de la Tierra responde con un positivo ¡Sí! Note lo que el profeta Miqueas dice acerca de estos pueblos que están afluyendo al templo de Jehová:
18 “Y muchas naciones ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová y a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas.’ Porque de Sion saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”—Miq. 4:2.
19. (a) ¿Cómo han salido la “ley” y la “palabra de Jehová” de la Jerusalén celestial a los pueblos y naciones? (b) El decir ellos, “Andaremos en sus sendas,” ¿qué significa de su parte?
19 Por las actividades de predicar y enseñar que el resto de israelitas espirituales ocupados en el trabajo antitípico del templo efectúan en toda la Tierra, el conocimiento de la “ley” y la “palabra de Jehová” ha salido de la Sion celestial y la Jerusalén celestial, el asiento del recién nacido reino celestial del Mesías. Los informes que se amontonan de año en año muestran que individuos de todas las naciones están afluyendo a la ensalzada “casa de Jehová” para adorarlo en Su templo espiritual. ¿Qué significa el que estos que buscan a Jehová digan: “Y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas”? Esto significa que estas personas instruidas de toda nacionalidad efectúan una dedicación de sí mismas a Jehová Dios, para hacer Su voluntad. Hacen una selección de su Dios.
20. ¿Qué dijo Zacarías 2:10, 11 para predecir esta misma cosa?
20 El profeta Zacarías también predijo esta misma cosa cuando profetizó en los días de la reedificación del templo de Jehová en Jerusalén. Dirigiéndose a los edificadores del templo, dijo: “¡Canta y regocíjate, oh hija de Sión! pues he aquí que yo vengo, y habitaré en medio de ti, dice Jehová. Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo.”—Zac. 2:10, 11, Moderna.
21, 22. ¿Cómo hacen estos pueblos de “muchas naciones” diametralmente lo contrario de lo que hicieron los 24.000 israelitas en las llanuras de Moab, según Números 25:3-5 y Oseas 9:10?
21 Estos pueblos de “muchas naciones” hacen diametralmente lo contrario de lo que hicieron veinticuatro mil israelitas en las llanuras de Moab poco antes que la nación de Israel atravesara el río Jordán para entrar en la Tierra Prometida. Estos veinticuatro mil abandonaron a Jehová; como está escrito en Números 25:3-5: “De modo que Israel se apegó al Baal de Peor; y la cólera de Jehová empezó a encenderse contra Israel. . . . Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: ‘Maten cada uno de ustedes a sus hombres que tienen apego con el Baal de Peor.’”
22 En cuanto a esos israelitas renegados dice la profecía de Oseas 9:10: “Ellos mismos entraron a Baal de Peor, y procedieron a dedicarse a la cosa vergonzosa, y se hicieron repugnantes como la cosa de su amor.” En contraste completo con eso, hoy, mientras la “hija de Sión” está clamando gozosamente y cantando porque Jehová se ha puesto a morar en ella como la “ciudad del Dios vivo,” centenares de miles de personas de “muchas naciones” vienen y ‘se unen,’ se dedican a Jehová y llegan a ser su pueblo.—Heb. 12:22.
PAZ INTERNACIONAL ENTRE LOS ADORADORES DE JEHOVÁ
23. ¿Qué atención dice Miqueas 4:3, 4 que reciben de Jehová, y cómo obran los unos para con los otros?
23 Debido a que estas personas dedicadas de toda nacionalidad aceptan la ley que sale de la Sion celestial y la palabra de Jehová que procede de la Jerusalén celestial, ¿qué atención reciben de Él y cómo obran las unas para con las otras? La profecía de Miqueas prosigue y nos informa, diciendo: “Y él ciertamente dictará el fallo entre muchos pueblos, y enderezará los asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. Y realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”—Miq. 4:3, 4.
24. (a) ¿Cumplieron las Naciones Unidas esa profecía de Miqueas 4:3, 4? (b) ¿Por qué no adora a las Naciones Unidas como dios la “grande muchedumbre” que ha afluido a los patios del templo desde 1935?
24 La organización mundial de hechura humana para la paz y seguridad internacionales, a saber, las Naciones Unidas, no ha efectuado el cumplimiento de esta profecía. Esa organización política todavía tiene su Conferencia para el Desarme funcionando regularmente en medio de un mundo que está más poderosamente armado que nunca antes en la historia. Pero no sucede así con la “grande muchedumbre” de las “muchas naciones” que afluye a los patios terrestres del templo espiritual de Jehová para adorarlo unidamente. Estos saben por medio de las profecías bíblicas que las Naciones Unidas fracasarán y que no es correcto hacer un dios de ellas. (Rev. 13:14, 15; 7:9-17) Saben que dicha organización fracasará tal como fracasó la anterior Sociedad o Liga de las Naciones. En particular desde la primavera de 1935 E.C., o cuatro años antes que estallara la II Guerra Mundial, estos que buscan al único Dios vivo y verdadero comenzaron a afluir a los patios de su templo. ¿Cumplieron la profecía de Miqueas?
25. (a) Hablando figurativamente, ¿cómo han batido los adoradores de Jehová sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas? (b) Por lo tanto, en Har-Magedón, ¿a qué regla divina se adherirían en su conducta para con las naciones?
25 ¿Batió esta “grande muchedumbre” internacional de adoradores en el templo de Jehová, hablando figurativamente, sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas? Los hechos de la historia registrada están a la mano para probar que sí lo hicieron y lo están haciendo hasta este día. En noviembre de 1939, en medio de la II Guerra Mundial que ya había rabiado por dos meses, respaldaron su no participación en la política nacional declarando denodadamente su posición de neutralidad cristiana para con todos los conflictos armados mundanos. Hasta este día, a pesar de la persecución fanática a causa de esta cuestión, se han adherido firmemente a su neutralidad declarada. (Vea el artículo “Neutralidad” en el número de The Watchtower del 1 de noviembre de 1939 [La Atalaya de marzo de 1940].) Aun cuando las naciones militarizadas lleguen a la situación de Har-Magedón y Jehová Dios dé principio a su teocrática “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” contra las naciones hostiles, estos adoradores no armados de Jehová Dios no levantarán ni siquiera una mano desarmada contra esas naciones. Se apegarán a la regla divina: “La batalla no es de ustedes, sino de Dios.”—2 Cró. 20:15; Rev. 16:14, 16.
26. (a) ¿Qué condición hallamos por lo tanto en la heredad espiritual de los adoradores de Jehová en la Tierra? (b) ¿Cuál será su condición doméstica en la Tierra después de Har-Magedón?
26 Pues bien, ¿qué hallamos hoy tocante a la heredad espiritual de los adoradores de Jehová en la Tierra? Esto: A pesar de su extracción internacional e interracial, hay paz piadosa entre ellos. Ellos no recurren a la guerra violenta para zanjar sus diferencias. Mantienen en primer lugar su paz con Jehová Dios y luego su paz con el hombre. Copiando el lenguaje profético del cuadro de paz y seguridad: se sientan sin temor en su jardín, cada uno debajo de su vid y su higuera, disfrutando de la prosperidad espiritual, dadora de vida que el Dios a quien adoran unidamente derrama en abundancia sobre ellos. Con sociabilidad fraternal, como se predijo en la profecía de Zacarías (3:10), ‘se llaman, cada uno al otro, mientras están debajo de la vid y mientras están debajo de la higuera.’ Esto verdaderamente es un precioso goce anticipado de la paz, seguridad y prosperidad que habrá después que Dios el Todopoderoso haya destruido a todos sus enemigos restantes en Har-Magedón y luego restaure el paraíso a la Tierra. Los adoradores de Jehová se sentarán literalmente debajo de vides e higueras junto a sus hogares felices.
¡TIEMPO DE DECIDIR ANTES DE HAR-MAGEDÓN!
27, 28. (a) El que disfrutemos de esta experiencia futura depende ¿de qué selección ahora, y qué variedad existe tocante a la cual hacer una selección hoy día? (b) ¿Qué evaluación hace la Biblia de esos dioses mundanos?
27 ¡Una perspectiva sumamente atractiva ésa! Pero el que una persona disfrute en el futuro de esa experiencia en el Paraíso depende completamente de escoger ahora al Dios que debe escogerse. En toda parte de la Tierra la gente está idolatrando a diferentes cosas como dioses. Uno de los dioses más populares en cada país es el nacionalismo patriótico. Para muchas personas cierta ideología política es un dios. La institución política llamada El Estado también ocupa un lugar como dios para muchos. El militarismo tiene a sus adoradores en esta era espacial nuclear. La ciencia materialista tiene sus propios devotos. ¿Y qué hay de los ídolos deportivos, ídolos del teatro y de la cinematografía, ídolos musicales? Estos tienen a sus idólatras entre los que son “amadores de placeres más bien que amadores de Dios.” (2 Tim. 3:4) Sin saberlo, muchas personas adoran a demonios, pues el apóstol Pablo dijo: “Las cosas que las naciones sacrifican, a demonios las sacrifican, y no a Dios.” (1 Cor. 10:20) Y todos estos dioses tienen sobre ellos a aquel que Pablo llamó “el dios de este sistema de cosas,” a saber, Satanás el Diablo.—2 Cor. 4:4.
28 Verdaderamente el salmista inspirado evaluó correctamente a los dioses de las naciones, diciendo: “Todos los dioses de los pueblos son dioses que nada valen.” (Sal. 96:5) ¿De qué valor serán estos dioses a la humanidad cuando Jehová Dios los quite en Har-Magedón y cuando ate y abisme a Satanás el Diablo y sus demonios?—Rev. 16:16; 20:1-3.
29. (a) ¿Por qué no hay lugar ahora para neutralidad tocante a dioses? (b) En armonía con Miqueas 4:5, ¿qué decisión definitiva han hecho los que se ocupan en edificar la adoración verdadera?
29 Rápidamente nos estamos acercando a ese tiempo, el tiempo de Dios. Ya no es posible una posición neutral para con los dioses. La situación mundial que ahora está tomando forma nos está obligando a tomar una decisión final. ¿A quién escogeremos... al Dios verdadero, o a los dioses que nada valen a los cuales la gente de las naciones está dedicada? Recuerde que la profecía de Miqueas 4:1-4 está cumpliéndose hoy día. Por lo tanto, nos importa considerar las palabras de Miqueas que siguen inmediatamente a esa profecía. Las palabras de Miqueas requieren que desafiemos a todos los dioses falsos de este mundo condenado a la destrucción. Dice Miqueas: “Todos los pueblos, por su parte, andarán cada cual en el nombre de su dios; pero nosotros, por nuestra parte, andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” (Miq. 4:5) Esta es la decisión inalterable que han tomado todos los del resto de israelitas espirituales que se ocupan en edificar la adoración pura en el templo espiritual de Jehová Dios. Esa es la decisión que están tomando los de la “grande muchedumbre” internacional que están afluyendo a los patios terrestres del templo espiritual de Jehová. ¿Es ésta la decisión personal de cada uno de nosotros?
30. (a) ¿Cómo mostró Jesús mismo que ésta es la decisión correcta que tomar? (b) ¿Cuál es el dios que podemos adorar “hasta tiempo indefinido, aun para siempre,” y qué significará esto para nosotros?
30 Es la única decisión correcta. Es a favor del único Dios que Jesucristo mismo se pone en primer lugar para adorar con devoción exclusiva. Nadie puede ser un cristiano verdadero a menos que imite el ejemplo perfecto de Cristo. (Sal. 69:9; Juan 2:13-17; 20:17; Rev. 3:12) Todos los dioses falsos perecerán, y sus adoradores junto con ellos. Solo Jehová es el Dios verdadero, que es imperecedero, inmortal, que vive “hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” Él es el único Dios a quien podemos adorar “hasta tiempo indefinido, aun para siempre “El escoger esta adoración significa vindicación eterna para Él y bendiciones y gozos interminables para nosotros en su pacífico nuevo orden.—1 Tim. 1:17; Sal. 90:2.