Principia la Asamblea “Victoria Divina”
EL Tiger Stadium de Detroit, Michigan, fue escena de la apertura de la Asamblea Internacional “Victoria Divina” de los Testigos de Jehová, del 20 al 24 de junio. El cálculo al principio de 45.000 concurrentes fue sobrepujado el segundo día de la asamblea; el domingo por la tarde 52.349 personas oyeron el discurso público.
La reunión en Detroit es la primera de más de 60 asambleas programadas. Estas se celebrarían durante agosto en los Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia; las asambleas de Oceanía, del África, de la América Central y la América del Sur habrían de comenzar después y continuar hasta enero del año entrante. Sin embargo, la asamblea de Detroit misma fue internacional. Vinieron delegados de treinta y una naciones. Cuarenta y tres misioneros que asistieron representaron a diecisiete países. Asambleístas de cuarenta y nueve estados también estuvieron presentes.
Todos los cinco días de la asamblea estuvieron llenos de información espiritual, en forma de discursos y varios simposios bíblicos. Los asambleístas se conmovieron con el anuncio y descripción de una ‘obra especial’; algunos la describieron como que pronto creará “noticia mundial.” Un estudio de televisión prominente filmó para exhibición posterior una porción de siete minutos de uno de los cuatro dramas que se presentaron.
El presidente de la Sociedad Watchtower, N. H. Knorr, presentó el discurso público “Victoria divina... su significado para la humanidad angustiada.” Concerniente a la inminente destrucción de toda la iniquidad por Dios, el hermano Knorr preguntó: “¿Del lado de quién en el campo de batalla de Har-Magedón está cada uno de nosotros?” Hizo referencia a la “grande muchedumbre” de sobrevivientes terrestres de la “tribulación” que gritarán en voz alta: “¡Victoria a nuestro Dios que se sienta en el trono, y al Cordero!”—Rev. 7:9-15, “New English Bible.”
Se bautizaron un total de 982 personas en la asamblea, que así se pusieron de parte de los que proclaman la “victoria divina.” Entre éstos estuvieron personas de toda edad y antecedentes. Algunos habían sido usuarios de marihuana y tabaco, alcohólicos e inmorales. Todos demostraron ser victoriosos sobre tales problemas a fin de ser bautizados. Ahora su vida armoniza con las elevadas normas bíblicas.
Esos mismos elevados principios impresionaron favorablemente a la ciudad de Detroit. El “News” local se refirió a la asamblea como “una de las más grandes, mejor organizadas, más limpias y más tranquilas asambleas de Detroit.” Numerosos oficiales y hombres de negocios expresaron alabanza sincera a favor de los Testigos. Dijo el vicepresidente de una cadena de moteles: “Su grupo ha sido uno de los más excelentes que jamás se han quedado aquí.” Un oficial de la Universidad Wayne State, donde se celebró el bautismo, declaró: “He estado en esta universidad durante 18 años y muchos años antes estuve con el Madison Square Garden en la Ciudad de Nueva York, pero nunca he visto un grupo de personas más ordenado, más tranquilo.”
La Asamblea “Victoria Divina” que comenzó en Detroit suministra evidencia de que el pueblo de Dios está cumpliendo su comisión de predicar internacionalmente las “buenas nuevas” acerca de la venidera victoria de Dios. Aun ahora su mensaje produce efectos favorables y duraderos en la vida de la gente, “llevando fruto y aumentando en todo el mundo.”—Mat. 24:14; Col. 1:6, 23.