¿Qué clase de entrenamiento necesitan los niños?
“Entrena al muchacho conforme al camino para él.”—Pro. 22:6.
1, 2. (a) ¿Cómo se sienten muchos padres en cuanto a criar a los hijos? (b) A pesar del consejo bíblico, ¿qué les está sucediendo a los jóvenes hoy día?
PADRES, ¿han hallado ustedes que el criar hijos es difícil hoy día? ¿Se sienten perplejos en cuanto a cómo entrenar a sus jóvenes para protegerlos en estos tiempos peligrosos? Muchos padres se sienten perplejos. Es cierto, la Biblia dice: “Entrena al muchacho conforme al camino para él, aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Pro. 22:6) Sin embargo, hoy tanto muchachos como muchachas por millones se están dando a la delincuencia.
2 En 1966 un estudio del Senado de los Estados Unidos reveló que de los 29 millones de niños de la nación en el grupo de diez a diecisiete años de edad, dos millones y medio, o aproximadamente uno de cada once, ¡tenía un registro policíaco! Desde entonces las condiciones han empeorado mucho El Herald-Examiner de Los Ángeles del 2 de febrero de 1970 informó: “El crimen de menores en California Meridional está ascendiendo tan rápidamente que muy pronto quizás se vea que el total de arrestos de menores deje atrás al total de arrestos de adultos... no obstante, los menores solo componen una fracción del total de habitantes. Los centros de detención ya están rebosando y no se ve la posibilidad de disminución.” En Nueva Zelanda, según el informe del comisario de policía, los crímenes cometidos por niños ¡subió al doble de 1966 a 1970!
3. ¿Qué tendencia se ha notado relativa al crimen de menores?
3 No solo están aumentando rápidamente los crímenes de menores en cuanto a cantidad, sino que también están llegando a ser de índole más seria; y más niños están cometiéndolos a edades menores. En un año reciente, en Baltimore, Maryland, hubo 526 arrestos de niños de diez años de edad y menores. ¡Estuvieron incluidos 169 arrestos por robo con escalo, 22 por hurto, arrestos por asesinato, robo de autos y violaciones a las leyes contra los narcóticos! En Perth, Australia, ¡los adolescentes efectúan el 80 por ciento de los robos de autos! Dijo allí un oficial de la policía: “Ya no es insólito hallar a un jovencito de 13 años detrás del volante de un vehículo robado.”
4, 5. (a) ¿Cuáles son las consecuencias trágicas de la inmoralidad que se han hecho tan patentes hoy día? (b) Estas condiciones son evidencia de que vivimos ¿en qué período?
4 La inmoralidad sexual entre los jóvenes también ha llegado a ser cosa común. Informó una muchacha de 16 años de la Ciudad de Nueva York: “Aproximadamente la mitad de mi clase usa la píldora [para impedir la preñez] y la otra mitad se propone comprarla cuando vaya a la universidad.” (Times de Nueva York, 24 de septiembre de 1971) En las consecuencias trágicas de la inmoralidad se incluye una epidemia de enfermedades venéreas y nacimientos ilegítimos. En California casi se multiplicó diez veces el número de adolescentes que contrajeron gonorrea en 1970 en comparación con 1960. Ahora se calcula que uno de cada cinco estudiantes de secundaria contraerá una enfermedad venérea antes de su graduación. En algunas escuelas se calcula que la mitad del cuerpo estudiantil contraerá una enfermedad venérea. Se informa que un total de 43.100 niñas adolescentes en California quedaron encintas en 1970, sin incluir a las que se casaron debido a su preñez.—Examiner de San Francisco, 20 de junio de 1971.
5 El director de una clínica médica en Richmond, Virginia, hizo notar que las preñeces de adolescentes están aumentando de “manera trágica,” y dijo: “Alarmante es el número de preñeces entre niñas menores de 15 años.” (Daily Press de Newport News, 13 de diciembre de 1970) El Evening Bulletin de Filadelfia informó: “Un número significativo de madres solteras son niñas de escuela elemental de 11 y 12 años de edad.” De lo que está sucediendo, ¿no es evidente que estamos viviendo en los “últimos días” críticos que predijo la Biblia? Estos realmente son días señalados por desafuero excesivo, incluso ‘desobediencia a los padres.’—2 Tim. 3:1-5.
6. (a) ¿Qué indica la delincuencia extensa en cuanto a la clase de entrenamiento que están recibiendo los hijos? (b) ¿A qué se debe gran parte de la confusión que tienen muchos padres en cuanto a criar hijos?
6 Puesto que tantos jóvenes están haciéndose delincuentes, ¿no indica eso que algo pasa con el entrenamiento que están recibiendo los hijos? Es obvio que no están siendo entrenados ‘conforme al camino para ellos.’ (Pro. 22:6) Sin embargo, ¿qué clase de entrenamiento necesitan los niños? Muchos padres están desorientados en cuanto al asunto. “Por sus palabras y hechos, muchos padres y madres ponen en claro que casi están paralizados por la incertidumbre,” hizo notar un miembro de la junta editorial del Times de Nueva York. “Parece que ya no aplican las viejas normas del comportamiento,” dijo él. (Times Magazine de Nueva York, 16 de enero de 1972) Es a las opiniones contradictorias de los consejeros mundanos sobre el criar a los hijos que se debe gran parte de la confusión de los padres.
7. (a) ¿Qué tienen en común por lo general los escritos de los consejeros mundanos sobre criar a los hijos? (b) Según lo indicado en Jeremías 8:9, ¿qué pasa con la clase de entrenamiento que han estado recibiendo hoy día la mayoría de los niños?
7 Aunque las opiniones de estos consejeros difieren mucho, un examen de sus escritos revela algo que tienen en común. Y eso es: por lo general pasan por alto la Biblia como un instrumento docente. ¿Podría ser éste el problema? Los desarrollos recientes parecen señalar la respuesta. Pues piense acerca de ello: ¿No ha sido en tiempos recientes cuando las “viejas normas del comportamiento” (las que con frecuencia se basan en la Biblia) han sido desechadas que la delincuencia ha aumentado en gran manera? ¿No indica esto que los jóvenes necesitan el entrenamiento y la guía que se basan en las enseñanzas de la Biblia?—Jer. 8:9.
POR QUÉ ENSEÑAR A LOS HIJOS ACERCA DE DIOS
8. (a) ¿Cuál es una característica sobresaliente de los niños? (b) ¿Por qué son importantes las respuestas que los padres dan a las preguntas de los hijos?
8 Es natural que los hijos acudan a sus padres por guía. Los jóvenes están llenos de preguntas. Es típico que ellos pregunten: “¿Quién hizo las bonitas flores?” “¿Cómo subieron las estrellas al cielo?” O quizás pregunten: “¿De dónde vine yo? ¿Quién me hizo?” No se debe minimizar la importancia de cómo se contesta a los niños sobre estos asuntos. Lo que se enseña a los jóvenes produce una impresión duradera, que contribuye a la formación de sus actitudes y puntos de vista y así afecta su modelo de vida futuro.
9. (a) ¿Qué se enseña comúnmente a los niños hoy en cuanto a su origen? (b) ¿Qué indicación hay de que los puntos de vista evolucionistas que se enseñan a los niños no son correctos?
9 Un padre podría contestar: “Nadie nos hizo a nosotros ni a estas otras cosas. Todas las cosas simplemente llegaron a existir de por sí; fue un desarrollo por casualidad —un accidente— por el cual todas las cosas vinieron a la existencia.” Este es el punto de vista evolucionista que comúnmente se enseña a los niños en las escuelas hoy día. A menudo se dice que este punto de vista es “científico,” y que las personas que creen que hay un Dios que hizo todas las cosas son “anticientíficas.” Pero ¿es esto así? ¿Son ciertos los puntos de vista evolucionistas populares de hoy día? Bueno, considere: ¿No es un hecho que cuando se enseña la verdad, resulta buen fruto? ¡Sin embargo, mire a los millones de niños delincuentes hoy día que han crecido bajo un sistema educativo que ha promovido ideas evolucionistas!—Sal. 14:1.
10. (a) ¿Por qué le es desorientador al niño el que se le enseñe que no hay Creador? (b) ¿Qué se les debe enseñar a los niños en cuanto a ellos mismos, la hierba, la Luna y las estrellas, etcétera, y por qué?
10 En realidad, les es desorientador a los jóvenes el que se les enseñe que no hay Creador celestial. Los niños pueden ver, por ejemplo, que los hombres construyen casas y las mujeres cocen pasteles. Estas cosas tienen hacedores. ¿Por qué, entonces, quizás los niños razonen comprensiblemente, no tienen un hacedor las hermosas flores o las brillantes estrellas? Hay que enseñar a los niños las explicaciones razonables de la Biblia: “Por supuesto, toda casa es construida por alguien, mas el que construyó todas las cosas es Dios.” (Heb. 3:4) Hay que mostrarles que la Biblia no enseña irrazonablemente que nadie nos hizo, sino que dice: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos.” (Sal. 100:3) A los niños se les debe enseñar que Dios “está haciendo brotar hierba verde para las bestias, y vegetación para el servicio de la humanidad.” (Sal. 104:14) Lo que la Palabra de Dios dice acerca de “la luna y las estrellas que tú [Dios] has preparado” también se les debe explicar a los jóvenes. (Sal. 8:3) Estas verdades bíblicas satisfarán el sentido de raciocinio del niño, y lo ayudarán a desarrollar respeto a nuestro Magnífico Creador. Hay que impartir esta clase de enseñanza a fin de ‘entrenar al muchacho conforme al camino para él.’—Pro. 22:6.
11. ¿De qué oportunidades pudiera aprovecharse un padre para enseñar a su hijo acerca de Dios?
11 El padre debe aprovecharse sabiamente de las oportunidades para edificar amor y aprecio por Jehová Dios en sus jóvenes. Quizás cuando el niño y el padre estén juntos bajo un cielo estrellado, el padre pueda impresionar en su hijo la sabiduría y el poder de Jehová al hacer y ordenar estos hermosos cuerpos celestes en sus órbitas. (Sal. 19:1, 2) En otras ocasiones, quizás cuando consideren la belleza de las flores, una puesta de Sol suntuosa, o las variedades en la vida vegetal y animal, el padre pueda enseñar a los jóvenes que estas cosas maravillosas y buenas son evidencias del amor que nuestro Padre celestial le tiene a la humanidad. (Hech. 14:17; Mat. 5:45) Pero, ¿no es realmente “anticientífica” esta enseñanza acerca de Dios?
12. (a) ¿Por qué no es anticientífico enseñar que las cosas maravillosas que vemos a nuestro alrededor fueron creadas por Dios? (b) ¿De qué provecho le será a un niño saber que hay un Creador todopoderoso que se interesa por él?
12 ¡No, de ninguna manera! Es tan válida hoy como cuando un escritor bíblico inspirado hace mucho observó que las “cualidades invisibles [de Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que son inexcusables.” (Rom. 1:20) El hecho es que la ciencia verdadera en años recientes ha puesto de manifiesto un inmenso almacén de conocimiento que da testimonio de cuán magistralmente están diseñados el universo y todas las cosas vivientes, suministrando evidencia de que realmente hay un Creador poderoso, inteligente. ¡Cuánto fortalece a los niños saber que existe un Dios tan grande, y que él se interesa por ellos! (1 Ped. 5:7) Esto les ayudará a no estar demasiado preocupados por los temores, dudas e inseguridad del mundo de hoy día. Los protegerá de preocupaciones mentales o emocionales, y les dará un sentido de seguridad y confianza. Así no reaccionarán con violencia y odio, sino que tenderán a tratar a todos con amor divino.—Sal. 23:1-6; 55:22; Isa. 41:10.
POR QUÉ ENSEÑAR LA PALABRA DE DIOS A LOS NIÑOS
13. ¿Por qué es evidente que no basta con simplemente decir a un niño que no haga cosas incorrectas?
13 Sin embargo, el simplemente enseñar a los niños que hay un Dios no basta. También hay que enseñar a los jóvenes la Palabra de Dios, incluso lo que Dios requiere de los humanos. ¿A qué se debe esto? Bueno, considere: Muchos padres modernos dicen a sus hijos que hay un Dios. Y casi todo padre le dice a su hijo que es malo mentir, hurtar y cometer otros crímenes semejantes. También, las madres a menudo dicen a sus hijas que es malo entregarse a relaciones sexuales premaritales. Y sin embargo niños por millones se dan a estas actividades delincuentes, dándose cuenta aun mientras se entregan a ellas que se les ha dicho que estas cosas son incorrectas. Claramente, el decir a un niño no basta. Pero, ¿por qué no?
14. ¿Por qué es que los niños a menudo no responden a la instrucción que les dan las personas de mayor edad?
14 Una razón principal es que los niños pronto aprenden que no pueden confiar en la palabra o ejemplo de los humanos. Descubren que los de mayor edad a menudo están equivocados, y que sus normas de comportamiento están sujetas a cambio. También, los niños descubren que los de mayor edad con frecuencia dicen una cosa y hacen otra. Por eso cuando los niños empiezan a darse cuenta de que otras personas mienten, hurtan y cometen fornicación, comprensiblemente llegan a la conclusión de que está bien hacer estas cosas con tal que no sean sorprendidos, o con tal que no salgan lastimados. Por lo tanto, hoy los jóvenes comúnmente hacen todo lo que creen que pueden hacer sin meterse en dificultades.
15. (a) ¿Qué razón más importante necesitan tener los niños para evitar la maldad? (b) ¿Por qué los disuadirá de cometer maldad el saber que éstos son los mandatos del Dios Todopoderoso?
15 Obviamente, entonces, el niño necesita tener una razón más importante para obedecer que el simplemente saber que sus padres u otros humanos quieren que obedezca. Es preciso que se le enseñe en el nombre de Dios, cuyos mandamientos éstos realmente son: no mentir, no hurtar, no cometer fornicación ni entregarse a otras prácticas incorrectas. (Pro. 6:16-19; Mar. 10:17-19; Heb. 13:4) Esta instrucción de la Palabra de Dios impresionará en el niño la seriedad de la maldad. Entonces se dará cuenta de que no es simplemente la palabra de un humano la que está envuelta, sino que es la palabra del Creador mismo, de Aquel que da vida y que tiene el poder de quitarla para siempre de los transgresores voluntariosos. (Rev. 21:8) También, el niño llega a saber que, como dice la Biblia, “los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (Pro. 15:3) Así el niño reconocerá que no puede cometer maldad sin que Dios lo vea.—Sal. 11:4; Heb. 4:13.
16. ¿Cómo resultará el enseñar a los hijos la Palabra de Dios en el más fuerte elemento disuasivo contra cometer maldad?
16 Sin embargo, a medida que al niño se le enseña la Palabra de Dios crecerá dentro de él un elemento disuasivo aun más fuerte, más importante para que no cometa lo malo. El estudio bíblico no solo revelará a Jehová Dios al niño como Magnífico Creador, sino como Persona real que verdaderamente ama a la humanidad. Aprenderá cómo Dios mostró su amor al enviar a su Hijo a la Tierra para proveer una base para recobrar a la humanidad del pecado y la muerte, haciendo accesible así el camino para que los humanos disfruten de vida eterna en un paraíso bajo un nuevo sistema de cosas. (Juan 3:16; 2 Ped. 3:13) También, el niño aprenderá del estudio bíblico que en su nuevo sistema Dios removerá de la humanidad la enfermedad y hasta la muerte, así como el dolor, sufrimiento y lágrimas tan comunes hoy día. (Rev. 21:3, 4) En ese tiempo toda la gente será amigable y amadora de la paz. De hecho, hasta los animales estarán en paz, y un niñito podrá jugar con ellos sin salir lastimado. (Isa. 11:6-9; Sal. 37:9-11, 29) A medida que el niño llegue a saber acerca de estas maravillosas provisiones de Jehová, su amor a Dios se hará muy fuerte. Como resultado, no querrá hacer nada que desagrade a su maravilloso Padre celestial. Así el amor y aprecio del niño por Jehová servirá como el más fuerte elemento disuasivo contra hacer cualquier cosa que Dios dice que es incorrecta.
17. (a) ¿Por qué puede uno estar seguro de que el enseñar la Palabra de Dios a los hijos los beneficiará en la vida subsecuente? (b) ¿Qué ejemplo bíblico muestra el beneficio del entrenamiento en los primeros años?
17 Pero, ¿puede uno realmente estar seguro de que la instrucción de la Palabra de Dios en los primeros años beneficiará al niño en la vida subsecuente? Sí, uno puede estarlo, pues acuérdese de que el proverbio bíblico dice que si a un niño se le entrena “conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Pro. 22:6) Considere como ejemplo al joven hebreo José. Evidentemente su padre Jacob le enseñó acerca de Jehová y sus leyes cuando era joven. Más tarde en la vida José llegó a estar en la tierra extranjera de Egipto, lejos de su familia y amigos. Allí, mientras trabajaba para un hombre acaudalado de nombre Potifar, la esposa de este hombre empezó a hacer esfuerzos por seducir al bien parecido José. Ella le decía: “¡Acuéstate conmigo!” Pero José rehusaba, explicando: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” Aunque la esposa de Potifar agarró a José y trató de hacer que se acostara con ella, él se negó a hacerlo y huyó. Fue el respeto y amor de José a Dios, que le habían sido inculcados de niño, lo que lo reprimió de cometer el mal.—Gén. 39:1-12.
18. (a) ¿Qué beneficio tendrá el enseñar a los hijos la Palabra de Dios? (b) ¿Por qué están pasando por tanta dificultad los jóvenes hoy día?
18 ¿No conviene usted en que los niños hoy necesitan esta clase de instrucción de la Palabra de Dios? El impresionar en los jóvenes los requisitos morales de Dios ciertamente les ayudará a llevar vidas rectas, felices. Sin embargo, hoy se rechaza comúnmente la guía bíblica puesto que la juzgan demasiado restrictiva y que causa frustración. Por ejemplo, concerniente a la prohibición de las relaciones sexuales para las personas solteras, recientemente escribió un individuo en Times Magazine de Nueva York: “Ciertamente hay suficientes zonas de frustración en la vida de modo que no hay por qué deliberadamente fomentar la frustración. . . . Todo lo que tenemos que hacer para dar a nuestros hijos dirección (propia de ellos, esperamos), es mostrarles que nos estimamos nosotros mismos y estimamos a otros también, y que hay muchas diferentes maneras de hallar satisfacción en la vida.” ¡Pero qué dificultad ha acarreado tal rechazamiento de la dirección de Dios, incluso una avalancha de enfermedades venéreas, nacimientos ilegítimos y abortos, con su concomitante dolor, congoja y desdicha! ¡Cuán evidente es que los niños necesitan la instrucción que se provee en la Palabra de Dios!—Jer. 10:23.
NECESIDAD DE DISCIPLINA
19. (a) ¿Tienden los niños naturalmente a hacer lo que es correcto, y cómo lo sabemos? (b) ¿Qué se incluye en el asunto de administrar disciplina?
19 Sin embargo, a fin de que un programa de instrucción en la Palabra de Dios sea eficaz, también tiene que incluir disciplina amorosa. Esto se debe a que los niños no tienden naturalmente a hacer lo correcto. Es como dice el inspirado proverbio bíblico: “La tontedad está atada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Pro. 22:15) La palabra “disciplina” encierra la idea de suministrar entrenamiento que amolda y corrige. Por lo tanto, envuelve la frecuente repetición de instrucción de modo que el niño sea movido a obrar de acuerdo con ella. Pero la disciplina incluye más. Como la mayoría de los padres sabe bien, a menudo el niño no se corrige simplemente con palabras. (Pro. 29:17, 19) Por eso el entrenamiento disciplinario también puede incluir corrección o castigo administrado con el propósito de corregir al niño. Pero, ¿debe esta forma de disciplina incluir alguna vez la administración de zurras? ¿Hay verdad en el viejo adagio inglés: “La vara en desusado, y el niño mal criado”?
20. ¿Cuál es un punto de vista común de las autoridades mundanas en cuanto a administrar castigo físico como forma de entrenamiento disciplinario?
20 Frecuentemente dicen las autoridades mundanas sobre criar a los hijos: ‘No, al niño nunca se le deben administrar zurras. Evite frustrar al niño utilizando medidas tan fuertes para cambiar sus inclinaciones naturales.’ Un editorial del Times de Nueva York del 5 de abril de 1972 dijo: “‘La vara en desusado, y el niño mal criado’ es un adagio disparatado que continúa obteniendo señas de aprobación de parte de autonombrados defensores de ‘las viejas virtudes.’ Es difícil desentrañar por qué la administración de castigo premeditado, doloroso por una persona más grande y más fuerte podría inculcar cualquier cosa salvo la creencia de que la fuerza triunfa.” Pero, ¿es correcto este punto de vista? ¿Es un error usar castigo físico con el propósito de corregir el proceder incorrecto de un niño?
21. (a) ¿Qué dice la Palabra de Dios en cuanto a usar castigo físico para corregir el derrotero descarriado de un niño? (b) ¿Cómo sabemos que el camino de Dios es administrar esta clase de disciplina?
21 Dios es el Creador del hombre. No hay autoridad superior. Su Palabra es muy clara sobre el asunto. Dice: “No retengas del mero muchacho la disciplina. En caso de que le pegues con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol [el sepulcro] mismo.” (Pro. 23:13, 14) La vida del niño está envuelta. Si se le permite seguir tras un derrotero incorrecto, esto resultará en su propia infelicidad y con el tiempo en muerte fuera del favor de Dios. Por eso la Biblia dice: “El que retiene su vara odia a su hijo, pero el que lo ama es el que de veras lo busca con disciplina.” (Pro. 13:24) Un padre muestra verdadero amor al hacer todo cuanto puede por corregir a su hijo, incluso el administrarle zurras. Este es el camino de Dios. “Porque a quien Jehová ama,” dice la Escritura, “él disciplina; de hecho, él azota [flagela o da de latigazos] a todo el que recibe como hijo.”—Heb. 12:5, 6.
22. (a) ¿Cuál debe ser el motivo del padre para administrar disciplina, como se muestra por el ejemplo de Dios? (b) ¿A qué se debe en gran manera el tremendo aumento de la delincuencia de menores hoy día?
22 ¿Por qué hace esto Dios a sus hijos? “Para provecho nuestro,” dijo el apóstol Pablo, “para que participemos de su santidad. Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.” (Heb. 12:7-11) Los hijos, para su propio provecho, necesitan tal disciplina. Es parte del entrenamiento que es ‘conforme al camino para ellos.’ (Pro. 22:6) El mundo rechaza tal entrenamiento disciplinario y a esto se debe en gran manera el tremendo aumento de la delincuencia de menores y la resultante dificultad y vergüenza que ésta ha acarreado a los padres.—Pro. 29:15.
23. ¿Cómo reaccionan los hijos cuando reciben o no reciben disciplina?
23 Contrario a la opinión popular, los hijos aprecian el que los padres muestren un interés genuino en ellos suministrando pautas y restricciones razonables sobre sus actividades. Quizás algunos hijos se quejen a veces debido a la disciplina, pero aprenden a amar y respetar a los padres que muestran un interés genuino en su bienestar. Por otra parte, el que los padres no administren la disciplina que tanto necesitan los hijos probablemente sea la causa de que un hijo tenga resentimiento hacia sus padres. Hace poco una revista popular relató acerca de una niña de quince años que se deslizó a un proceder malo y se acarreó vergüenza a ella misma y a su familia. Afligida por su conducta, le dijo a su padre: “Papá, deberías haber exigido que me portara bien hace años, y cuando no me portaba bien, en vez de hablarme, deberías haberme dado una buena zurra. Cuando no sacaba buenas calificaciones, ¿por qué no me hacías que las sacara? ¿Creías que yo era tan estúpida que no podía sacar mejores calificaciones?”—McCall’s, julio de 1969, página 114.
24. (a) ¿Cómo pueden mostrar los padres que realmente aman a sus hijos? (b) ¿Cuál será el resultado de mostrar este amor?
24 Padres, muestren que ustedes realmente aman a sus hijos administrándoles la disciplina que necesitan tan desesperadamente. Presten atención al consejo sabio de la Palabra de Dios. Enseñen a sus hijos la sabiduría de ella. Desarrollen dentro de ellos un amor y respeto al Creador, Jehová Dios. Al hacer esto pueden estar seguros de que están ‘entrenando a sus hijos conforme al camino para ellos y que no se desviarán de él.’ (Pro. 22:6) Esto con el tiempo significará para ellos vida sin fin en el glorioso nuevo sistema de cosas de Jehová Dios. ¡Cuán agradecidos les estarán sus hijos por haberlos preparado para disfrutar de éste!
[Ilustración de la página 74]
Al contemplar la creación divina, el padre debe aprovechar la ocasión para edificar amor y aprecio en sus hijos por Jehová Dios