Ponderando las noticias
Secuestrados con un obispo
● Poco tiempo atrás, cuando nacionalistas croatas secuestraron un avión de la línea American en viaje a París, el obispo católico romano Edward O’Rourke, de Peoria, Illinois, estaba a bordo. En cierto punto se le permitió dirigirse a los pasajeros por el sistema de intercomunicación ¿Con qué efecto? Un pasajero relató que ‘nos dio la absolución, diciéndonos que era hora de hacer nuestras paces con Dios. . . . Hizo que la gente se llenara de pánico y se asustara.’
Un servidor del vuelo censuró al obispo por deprimir a los pasajeros, y otro pasajero le dijo que no era correcto inculcar temor, que debió haber estado ofreciendo ánimo. Pero el obispo O’Rourke dijo que ‘era tiempo de preparar el espíritu para la otra vida.’
De modo que el obispo tuvo la oportunidad de poner en práctica el consejo bíblico que se da a los verdaderos varones de Dios: que “animéis a los pusilánimes.” Pero él optó por usar tácticas de asustar fundadas en la enseñanza falsa de que una declaración formal ritualista de “absolución” por un hombre al último momento podría importar al juzgar Dios a alguien.—1 Tes. 5:14, “Biblia de Jerusalén,” católica.
“La mayor catástrofe”
● Linus Pauling, laureado con el premio Nóbel, fue orador principal a principios de abril de 1976 en una reunión celebrada en la ciudad de Nueva York en la fecha del centésimo aniversario de la fundación de la Sociedad Química Americana. Según “Chemical & Engineering News,” el Dr. Pauling dijo que dentro de veinticinco a cincuenta años “ocurrirá la mayor catástrofe de la historia mundial.” “Pero,” continuó la revista, “él espera que la raza humana sobreviva. Y para el año 2076 quizás haya resuelto sus problemas.”
Por una razón u otra, los hombres informados no despliegan optimismo en cuanto al futuro de la humanidad. Con referencia a lo estrictamente personal, por supuesto, nadie sabe si estará vivo mañana. El discípulo Santiago escribió: “Ustedes no saben lo que será su vida mañana. Porque son una neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece.”—Sant. 4:14.
Pero en lo que toca a la humanidad en general, el asunto es diferente. Su futuro está aclarado en la Biblia. Esta muestra que dentro de esta misma generación la entera raza humana afrontará la guerra de Dios, Armagedón, en la cual los inicuos serán destruidos. (Mat. 24:34; Rev. 16:14-16) No obstante, la Tierra continuará existiendo, y también las personas de entre la humanidad que se inclinan a lo justo. El salmista declaró: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.”—Sal. 37:29.
El amor, importantísimo
● ¿Qué hace feliz a la gente? Muchos contestarían: el dinero, las cosas materiales, un buen trabajo, fama o poder. Pero el Dr. Robert Gordon, psicólogo de Pensilvania, concluye que “el amor es por mucho el recurso más importante en la vida de la gente.” Dice que el amor desempeña el papel más grande en determinar si alguien ha de ser feliz o no. Cuando falta el amor, la gente comúnmente lo sustituye por el dinero o efectos materiales. Pero Gordon señala que ‘si este materialismo es un esfuerzo por compensar por la falta de amor, lo más probable es que no surta efecto.’
Hace mucho, la Palabra inspirada de Dios señaló al amor como el ingrediente principal en la relación del hombre con otros. (1 Cor., cap. 13) Sí, éste será la base para el nuevo orden pacífico y justo que Dios trae. A eso se debe que aun ahora, entre los que adoran a Jehová, se esté cultivando el amor; esto ayuda a edificar una sociedad internacional de personas en la cual hay paz. Ese amor ha ayudado a estas personas a vencer la guerra y el nacionalismo; les ha suministrado una sociedad en la cual hay una notable ausencia de crimen, corrupción, falta de honradez, inmoralidad y hogares rotos. Puesto que “Dios es amor,” es lógico que el amor sería una fuerza sumamente poderosa en llevar a la felicidad. El “amor . . . es un vínculo perfecto de unión.”—1 Juan 4:8; Col. 3:14.