Edifique y practique su fe con los Jueces
SI SE le pidiera que escogiera un grupo de personajes bíblicos cuya fe fuera sobresaliente, ¿qué grupo seleccionaría usted? ¿Los 12 apóstoles? ¿Los 12 hijos de Jacob? Tal vez. Pero tendría razones de sobra para señalar a otro grupo de 12 personas cuya fe se nos recomienda en la Biblia.
Nos referimos a los 12 hombres cuyos hechos de fe se registran en el libro de los Jueces. Hebreos 11:32-34 menciona algunos de ellos: “Me faltará tiempo si me pongo a contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, [...] que por fe derrotaron reinos en conflicto, efectuaron justicia, obtuvieron promesas, taparon las bocas de leones, detuvieron la fuerza del fuego, escaparon del filo de la espada, de un estado débil fueron hechos poderosos, se hicieron valientes en guerra, pusieron en fuga a los ejércitos de extranjeros”.
Ahí tiene cuatro de los jueces. ¿Cuántos de los demás jueces fieles puede usted recordar? Ponga a prueba su memoria antes de mirar la lista que aparece abajoa. Probablemente usted pueda recordar, también, algunas proezas memorables que hayan efectuado los jueces; como el que Sansón destruyera a los señores y a gente filisteos —y a sí mismo— cuando echó abajo el templo de Dagón, o el que Gedeón con tan solo 300 guerreros pusiera en fuga a la muchedumbre de Madián. Mucha gente de la cristiandad conoce estas historias, pues las han aprendido en la escuela dominical. Pero ¿aprenden ellos lecciones importantes del libro de los Jueces que puedan afectar su fe, mejorar su vida ahora y ayudarles a obtener la ‘vida que ha de venir’? (1 Timoteo 4:8.) Si piensa que en el caso de ellos no es así, ¿es diferente en el caso suyo? ¿Ha dejado usted que el libro de Jueces le ayude a aumentar su fe y a mejorar su vida cristiana?
Benefíciese de lo fundamental
Lea el libro. Descubrirá que, sea que lo esté leyendo por primera vez o que lo esté leyendo de nuevo, quedará fascinado con los muchos relatos llenos de acción. Le proveerán mucho de qué hablar... con sus hijos u otros jóvenes, y también con adultos pensadores. Sin embargo, mientras lea tenga presente ciertos puntos a los que se llama la atención en muchos de los relatos. ¿Cuáles, por ejemplo?
Uno de ellos es que es muy fácil dejar que la fe en Dios se debilite, u olvidar lo que él ha hecho por uno. Pudiera ser que una persona que esté aprendiendo acerca de la esperanza cristiana y del obtener perdón mediante Cristo tuviera mucho celo inicialmente. Pudiera ser que asistiera con gusto a las reuniones y participara en el ministerio cristiano. Pone estos asuntos en primer lugar en la vida, y no se preocupa por las cosas materiales, tales como si tiene un automóvil nuevo o no, una casa lujosa o lo último en costosos artefactos de televisión. Pero después de algunos años, ¿perderá ‘el amor que tenía al principio’? (Revelación 2:4.) La historia de Israel que se revela en Jueces muestra cuán fácilmente puede sucederle eso a cualquiera de nosotros.
Los primeros dos capítulos preparan la escena. Después que los israelitas bajo Josué ocuparon la Tierra Prometida, no prosiguieron con su objetivo mediante, obedientemente, eliminar a los cananeos idólatras e inmorales (Jueces 1:28-33). Por eso, Jehová permitió que aquellos extranjeros y sus dioses pusieran a prueba a Israel (Jueces 2:19-23). A menudo los israelitas fallaron en la prueba. Es aquí donde los jueces entran en la escena.
La situación que existía cuando apareció el primer juez, Otniel, es típica de lo que sucedió repetidamente. Los israelitas habían cedido a la obscena adoración de Baal, y por eso Dios permitió que el rey de Siria los oprimiera por ocho años. Esto los movió a ‘clamar a Jehová por socorro. Entonces Dios les levantó un salvador para que los salvara, a Otniel. El espíritu de Jehová vino sobre él, y llegó a ser juez de Israel. Cuando salió a la batalla, Dios dio en su mano al rey de Siria. Después de eso la tierra no tuvo disturbio por 40 años’. (Jueces 3:7-11.)
¡Qué agradecidos deben haberse sentido los israelitas de que se les libertara, así como nosotros apreciamos el haber aprendido la verdad cristiana y el haber sido libertados de la religión falsa! Sin embargo, ¿qué traerían los años posteriores? El siguiente versículo dice: “De nuevo los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová. Ante eso, Jehová dejó que Eglón el rey de Moab se hiciera fuerte contra Israel” (Jueces 3:12). Podemos ver el patrón que se siguió y el peligro de que dejemos que nuestras convicciones se debiliten. Pero para animarnos, el registro continúa: Una vez que los israelitas recobraron el juicio, Dios les levantó al juez zurdo Aod. Él le entregó un mensaje punzante al rey gordo Eglón, lo cual llevó a la liberación de Israel. Lea el emocionante relato en la parte final del capítulo 3 de Jue.
¡Una fe poderosa en acción!
Otro hecho fundamental que debe impresionarle es que Dios puede utilizarlo para efectuar obras sobresalientes si usted tiene una fe firme. (Compárese con Mateo 17:20; 21:21.)
Considere brevemente algunos ejemplos: Piense en cómo Gedeón, con solo 300 hombres de fe, puso en fuga a los madianitas, que eran “tan numerosos como las langostas” (Jueces 7:1-25). Con el ánimo que Débora le infundió, Barac efectuó, en el norte del país, una liberación del yugo de los cananeos, quienes tenían carros de guerra equipados con temibles hoces de hierro que salían de los cubos de las ruedas. Debe notar también que en este caso fue una mujer la que asestó el golpe final que condujo a la victoria (Jueces 4:1–5:31). La fuerza de Sansón es célebre. Con su fuerza excepcional, Sansón pudo desgarrar a un león; armado de una quijada de asno aniquiló a mil enemigos, y arrancó la puerta de la ciudad de Gaza y la cargó hasta una montaña. (Jueces 14:5–16:3.)
No hay la menor duda de que estos jueces desplegaron una fe sobresaliente, lo cual ciertamente los califica para estar alistados en el libro de Hebreos como ejemplos para nosotros. ¿De qué maneras son ejemplos? Con toda seguridad usted no esperaría despedazar un león con tan solo las manos, ¿verdad? Pero al procurar vivir cada día como un cristiano leal a Jehová su fe se enfrentará a desafíos serios.
Tal vez el joven en la escuela sea sometido a presión intensa para que experimente con las drogas o las relaciones sexuales, o para que vaya en pos de una carrera en una profesión bien remunerada. Individualmente, o junto con su familia, quizás usted haya hecho considerables sacrificios materiales para servir como ministro de tiempo completo o para vivir en un lugar donde haya gran necesidad de ministros, pero al mismo tiempo usted ve a otros cristianos que aparentemente dan prioridad en su vida a enriquecerse y a disfrutar de un modo de vivir elegante. O quizás el desafío a su fe lo cause el hecho de que alguien lo haya decepcionado gravemente. Pudiera ser alguien que haya sido prominente entre los cristianos, cuyo orgullo lo haya llevado a volverse en contra de sus hermanos. Por otro lado, pudiera ser un pariente cercano cuyo amor se haya enfriado y que haya dejado de servir a Jehová.
En cualesquiera de estos casos, ¿obtendrá usted estímulo de la fe de los jueces? La fe que Dios les dio les permitió hacer lo que parecía ser imposible. El mismo Dios puede darle fe a usted si usted continúa buscándola mediante oración y perseverancia en el proceder cristiano. La fe es un fruto del espíritu santo de Dios (Gálatas 5:22). Con relación al mismo espíritu que hizo fuerte a Sansón, Jesús dijo: “¡El padre en el cielo [dará] espíritu santo a los que le piden!”. En consecuencia, en el mismo capítulo de Hebreos que alista a los jueces como ejemplos de fe se nos asegura que Dios “viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente” (Lucas 11:13; Hebreos 11:6). Él puede remunerar la fe de usted también.
Busque las lecciones
Hemos traído a su atención un par de lecciones que podemos aprender de Jueces. Sin embargo, con toda seguridad usted hallará otros beneficios de esta porción de las Escrituras inspiradas que han sido ‘inspiradas de Dios y provechosas para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia’. (2 Timoteo 3:16.)
Por ejemplo, notará que, modestamente, Gedeón no quería emprender ninguna empresa sino hasta estar seguro de que aquello fuera la voluntad de Dios. Más tarde, la misma modestia lo ayudó a evitar que el éxito y la prominencia ‘se le fueran a la cabeza’. Sin duda podemos beneficiarnos de esto. Recuerde que con la ayuda de Dios el pequeño ejército de Gedeón venció a la muchedumbre madianita. Imagínese cómo se debió haber aclamado a Gedeón. De igual manera, quizás uno pudiera recibir alabanza por algún talento sobresaliente, como el de ser un excelente orador que mueva a los oyentes o un organizador muy competente. En aquel caso, “los hombres de Israel le dijeron a Gedeón: ‘Gobierna sobre nosotros, tú así como también tu hijo y tu nieto, porque nos has salvado de la mano de Madián’”. ¿Cómo reaccionaría una persona ante tal aclamación? Gedeón dijo: “Yo mismo no gobernaré sobre ustedes, ni gobernará sobre ustedes mi hijo. Jehová es el que gobernará sobre ustedes” (Jueces 8:22, 23). Esforcémonos de igual manera por mantener la modestia, y reconocer que todos nuestros talentos —y, gracias a éstos, nuestros logros— brotan de las habilidades que Dios dio a los humanos.
La historia de Gedeón y de otros jueces también nos deja ver que ellos eran humanos imperfectos, como lo somos nosotros. Podemos aprender algunas lecciones de sus errores.
Así, cuando Gedeón permitió que los israelitas compartieran con él el despojo, se hizo un efod, una prenda de vestir parecida a un delantal, muy costoso, tal vez adornado con joyas. Aunque quizás haya tenido buenos motivos al hacerlo, algunos israelitas trataron el efod como un ídolo, lo cual desvió la atención de la adoración de Jehová que se practicaba en el santuario. (Jueces 8:24-27.)
El espíritu de Jehová obró de manera poderosa sobre Sansón, y le permitió ejecutar hazañas evidentemente sobrehumanas (Jueces 14:5, 6, 19; 15:14, 15; 16:3, 28-30). También fue “de Jehová” el que él pidiera por esposa a cierta mujer filistea, ya que Sansón “estaba buscando ocasión contra los filisteos” (Jueces 14:4). Esto condujo a encuentros que causaron la muerte de muchos de los filisteos opresores. También, es indudable que por dirección de Jehová Sansón bajó a Gaza y se quedó en el hogar de una prostituta, ya que esto llevó a que se ejecutaran otros actos poderosos para humillar a los depravados filisteosb. No obstante, parece que los tratos de Sansón con estas mujeres influyeron en él, y él actuó tontamente cuando se enamoró de Dalila, quien evidentemente era una israelita a quien los filisteos podían sobornar. (Jueces 16:1-21.)
Relatos como éstos deben enseñarnos que en todo momento debemos estar alerta contra los ataques sutiles del enemigo. Por ejemplo, un cristiano pudiera tener un propósito honorable al visitar a un compañero de creencia del sexo opuesto, como, por ejemplo, para proveerle consuelo o ánimo durante una crisis. Pero normalmente sería insensato el hacerlo cuando los dos estuvieran a solas. La imperfección humana pudiera llevarlos a conducta impropia, o la situación pudiera hacer que los vecinos comentaran que los cristianos tienen normas morales que son tan bajas como las de muchas personas de la comunidad.
Por otro lado, medite en la fe y devoción de la hija virgen de Jefté. Pudiera ser que algunos cristianos solteros pensaran que les gustaría casarse si surgieran las circunstancias correctas de modo que hallaran un cónyuge amoroso y leal. Pero mientras permanecen solteros, o solteras, pueden recordar que aunque en ocasiones la hija de Jefté echó de menos el no poder casarse y tener hijos, también mantuvo una fe digna de encomio al cumplir con una asignación especial de la que podía disfrutar gracias a su condición de soltera. (Jueces 11:30-40.)
Éstas son solo algunas de las muchas lecciones provechosas que hallará en este libro excitante e inspirador de la fe, el libro de los Jueces. La lectura del libro lo dejará más convencido de que Jehová es el gran Libertador de los que lo adoran. Si usted es uno de los adoradores de Dios, procure tener una fe firme y que lo mueva a obrar, como muy bien se manifiesta en Jueces.
[Notas a pie de página]
a Otniel, Aod, Samgar, Tola, Jaír, Ibzán, Elón, Abdón. A Josué y Samuel, aunque también juzgaron a Israel, generalmente no se les incluye en el grupo de que se habla en el libro de Jueces.
b Es lógico llegar a la conclusión de que, como visitante, Sansón sencillamente buscara un alojamiento donde pasar la noche, más bien que ir a la casa de la prostituta con fines inmorales. El relato dice que él “se quedó acostado hasta la medianoche”, pero no que él ‘se quedara acostado con ella hasta la medianoche’.
[Gráfico de las páginas 28 y 29]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
PERÍODO COMPRENDIDO ENTRE EL COMIENZO DE LA CONQUISTA DE CANAÁN HASTA EL REINADO DE SAÚL
El propósito de esta gráfica es ilustrar una de las varias maneras en que los períodos cronológicos expuestos en el libro de Jueces pudieran corresponder con el período que se indica en otros lugares. Si desea más información sírvase ver Aid to Bible Understanding, páginas 335 a 338.
Las barras están sombreadas de manera diferente para distinguir los diversos períodos.
1473 a. E.C.
CONQUISTA de Canaán (6)
Período intermedio (35[?])
OTNIEL vence a Siria
“La tierra no tuvo disturbio” (40)
AOD vence a Moab
SAMGAR ‘salva a Israel’ de los filisteos. Período no especificado.
“La tierra no tuvo más disturbio” (80)
BARAC vence a Canaán
“La tierra no tuvo más disturbio” (40)
GEDEÓN vence a Madián
“La tierra no tuvo más disturbio [...] en los días de Gedeón” (40)
ABIMELEC gobierna (3)
TOLA (de Isacar) juzga a Israel (23)
JAÍR (de Galaad) juzga a Israel (22)
300 años contando desde el comienzo de la conquista israelita. (Jueces 11:26-33)
JEFTÉ vence a Amón; juzga (6)
IBZÁN (de Belén) juzga (7)
ELÓN (de Zabulón) juzga (10)
ABDÓN (de Efraín) juzga (8)
SANSÓN (de Dan) juzga (20)
período intermedio (5[?])
1117 a. E.C.
SAÚL Rey (40) Reinado comienza 356 años después del comienzo de la conquista de Canaán. (1 Reyes 6:1; Deuteronomio 2:7; Hechos 13: 21; 2 Samuel 5:4)
SIRIA bajo Cusan-risataim oprime a Israel (8)
MOAB bajo Eglón oprime a Israel (18)
CANAÁN bajo Jabín de Hazor oprime a Israel (20)
MADIÁN oprime a Israel (7)
AMÓN oprime a Israel (18)
ELÍ Sumo sacerdote (40)
SAMUEL Profeta, juez
FILISTEA oprime a Israel (40)
Arca del pacto en Kiryat-jearim por 20 años.
Filistea derrota a Israel
Samuel conduce a Israel a la victoria sobre Filistea (1 Samuel 7:7-14)