Los proclamadores del Reino informan
¡En solo nueve días!
“¡IMPONENTE!” Esa sola palabra fue el titular de un artículo de fondo publicado en un periódico de Vancouver Island, Canadá, el 14 de agosto de 1985. El artículo describió la construcción, la cual se llevó a cabo en solo nueve días, de un Salón de Asambleas de 2.300 metros cuadrados (25.000 pies cuadrados).
En los últimos 10 años, los testigos de Jehová han desarrollado una técnica para la construcción rápida de Salones del Reino locales. Y el Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová de Vancouver Island es el segundo edificio de esta clase en Canadá, diseñado principalmente para que grupos de congregaciones celebren sus asambleas de circuito cada seis meses. El nuevo salón está ubicado en un solar de 3 hectáreas (8 acres) en Cassidy, Colombia Británica. Altos abetos proporcionan un hermoso fondo, y un agradable riachuelo corre a través del solar detrás del edificio. Este tiene un auditorio de 900 asientos, una cafetería con 250 sillas, una sección para despachar bocadillos y refrescos, una piscina pequeña revestida de azulejos para el bautismo y un Salón del Reino con 200 asientos para las congregaciones de la localidad. Hasta los que tomaron parte en la obra dicen que es difícil creer que se haya construido y terminado en nueve días.
Por supuesto, antes de la obra de nueve días, se tuvieron que hacer muchos preparativos. Aun bajo lluvias torrenciales, se desmanteló el edificio anterior que estaba en el solar y se salvaron algunos materiales. Los obreros voluntarios tuvieron que enfrentarse al tiempo lluvioso y frío de octubre a fin de obtener madera para hacer las tejas... gruesas tejas naturales de cedro rojo. Se diseñaron los sistemas de cañería, calefacción, aire acondicionado, electricidad, y otros. Se preparó el lugar y, entre otras cosas, se echó un piso de hormigón de 2.300 metros cuadrados (25.000 pies cuadrados).
Por fin todo estaba listo. El sábado 3 de agosto, a las 8.00 de la mañana y después de considerar un texto bíblico, los obreros voluntarios estaban listos, de pie alrededor del piso de hormigón con martillos en mano. “Hermanos, ¡a martillar!” fue la señal que se dio por el sistema de altavoces. Veintenas de martillos sonaban sobre los clavos a medida que unos 4.500 voluntarios comenzaron a trabajar. Muchos de los voluntarios y sus familias habían venido de los Estados Unidos, y otros de tan lejos como Terranova, Noruega e Inglaterra. Vecinos simpatizantes prestaron sus campos para acampar y estacionar vehículos; las tiendas de campaña, las furgonetas, los camiones y los automóviles ocupaban unas 14 hectáreas (35 acres) alrededor del lugar de la construcción.
Los espectadores quedaron muy impresionados. Un contratista vino con sus empleados para que observaran la obra y disfrutaran del ambiente de trabajo. Vecinos bondadosos donaron vegetales al departamento de alimentación, el cual preparaba las comidas para los obreros. Otros vecinos ayudaron directamente con la mano de obra. Cierto señor, después de visitar el lugar, dijo: “Ciertamente puedo ver que Dios está con ustedes”. Ahora este señor está progresando muy bien en su estudio de la Biblia con los Testigos.
Un artículo de fondo que salió en el diario Ladysmith-Chemainus Chronicle comentó lo siguiente: “Prescindiendo de cuál sea la creencia religiosa de uno, o sea que no tenga ninguna, hay que felicitar a los 4.500 testigos de Jehová que trabajaron veinticuatro horas al día durante la última semana y media para construir un Salón de Asambleas en Cassidy, de 2.300 metros cuadrados (25.000 pies cuadrados). [...] El hacer esto de buena gana sin disputas, ni disensiones ni la búsqueda de gloria personal es marca del cristianismo verdadero”.
¡El domingo 11 de agosto, a las 6.00 de la tarde, se celebró la primera reunión en el Salón de Asambleas, ya terminado con los alrededores hermoseados!