Abriendo el camino al Paraíso
EN UN día despejado y fresco del mes de marzo, en Nueva Jersey, E.U.A., unas 4.300 personas se congregaron en el Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová de Jersey City. Vinieron de diferentes partes de los Estados Unidos y de muchos otros países. Esta reunión especial se celebró gracias a lo que aconteció hace unos 43 años, cuando se estableció una escuela especial para el adiestramiento de misioneros bajo la dirección del entonces presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, Nathan H. Knorr.
Esta reunión del pasado mes de marzo fue la graduación de la clase 80 de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Pero ¿qué movió a tantas personas a asistir a estos ejercicios de graduación? Fue la anticipada calidad del programa.
La actitud del misionero,la clave para el éxito
Karl Klein, miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, fue el presidente del programa. Él presentó al primer orador, Lloyd Barry, ex misionero en el Japón que ahora es miembro del Cuerpo Gobernante, quien habló sobre el tema “Añadan obras a su fe”. Él dio este consejo: ‘Después de cinco meses de adiestramiento intensivo en la Escuela de Galaad, es muy probable que el amor y la fe de ustedes haya alcanzado un alto nivel. Ahora que van a sus asignaciones, deben aumentar sus obras’. (Santiago 2:22, 23.) Él dijo a los graduados que al igual que Jehová, también deben ‘aprender a madrugar’ y hacer pleno uso del día en su servicio a Dios. (Jeremías 7:25.)
Otro miembro del Cuerpo Gobernante, Daniel Sydlik, dio consejo animador sobre el tema “Usted puede cultivar una actitud correcta”. En cualquier situación en que uno esté, dijo él, se puede desarrollar una actitud positiva o una negativa. Basando sus comentarios en Malaquías 3:15, 16, ilustró lo fácil que es hallar faltas en un país extraño. “No se apresure a hallar faltas —agregó él—. Despliegue una actitud de gozo, y Dios le bendecirá.”
Otros oradores, entre ellos Ulysses Glass, el registrador de la escuela, dieron énfasis a cualidades como el aguante, la satisfacción cuando se alcanza una meta y el ánimo. Jack Redford, ex misionero y actualmente uno de los instructores, dio consejo práctico sobre el ser receptivos. Recuerde, dijo él, “¡los hombres sabios cambian de opinión, pero los insensatos, jamás!”. Así, aconsejó a los nuevos misioneros a ser adaptables como lo fue el apóstol Pablo, quien hasta pudo citar de poetas de la localidad. (Hechos 17:28.) Él concluyó con las palabras: “Florezcan donde sean plantados. [...] Mantengan un corazón y una mente receptivos”.
El discurso principal de la graduación fue pronunciado por el presidente de la Sociedad Watch Tower, Frederick W. Franz, quien cuenta con 92 años de edad. Al hablar sobre el tema “Abriendo ahora el camino de regreso al Paraíso en la Tierra”, consideró ciertos recuerdos relacionados con el establecimiento de la Escuela de Galaad, y la comparó a “un niño de fe nacido durante la guerra”, que comenzó a funcionar en medio de la II Guerra Mundial. Utilizando Isaías 62:10 como su texto clave, mostró cómo estos nuevos misioneros participarían en esta gran obra de construir un camino amplio y firme por el que muchas personas pueden entrar a la adoración verdadera y pasar al Paraíso restaurado. Para concluir el programa de la mañana, se hizo entrega de los diplomas a los 24 graduados.
En la sesión de la tarde los graduados presentaron un entretenido repaso de las cosas que habían aprendido en la escuela y también un avance de los desafíos a los que tendrán que enfrentarse. El programa finalizó con la presentación de un drama bíblico con vestuario de la época que ilustró vívidamente cómo Rahab y, más tarde, los gabaonitas demostraron la fe que los condujo a la salvación. (Josué, capítulos 2 al 6 y 9.)
Incluyendo a los 24 graduados de esta clase 80 de la Escuela de Galaad, ya se ha enviado a un total de 6.234 misioneros a todas partes del mundo, quienes han ido a la vanguardia de la obra de predicar, en cumplimiento de Mateo 24:14.