¿Qué le está haciendo el hombre a la Tierra?
HACE trescientos años el hombre vivía en mucho más estrecha relación con la naturaleza. Por lo general no estaba bajo la amenaza de cambios de su propia hechura en el ambiente de la Tierra, como ocurre hoy día. La revolución industrial no había empezado. No había centrales eléctricas, fábricas, automóviles ni otras fuentes de extensa contaminación. Pudiera haber sido difícil para el hombre suponer que él mismo arruinaría todo el planeta.
Sin embargo, aun en aquel tiempo circulaba extensamente una advertencia de arruinamiento mundial. Esa advertencia se hallaba en el último libro de la Biblia, y predecía un tiempo en que Dios intervendría en los asuntos humanos para “causar la ruina de los que están arruinando la tierra”. (Revelación 11:17, 18.)
A todo el que se preocupa por lo mal que ha administrado la Tierra el hombre moderno le es muy consolador saber que el Creador de nuestro magnífico planeta lo salvará de la ruina. Pero puede que usted se pregunte: ‘¿Hemos llegado de veras a una situación tan crítica que Dios tenga que intervenir?’. Pues, considere algunos hechos y juzgue por sí mismo.
Las selvas y los bosques
Las selvas y los bosques embellecen la Tierra y suministran alimento y abrigo a varios millones de especies diferentes. Mientras crecen y producen alimento, los árboles prestan otros servicios vitales, como el de absorber el bióxido de carbono y despedir el preciado oxígeno. Por eso la revista National Geographic dice: “Presentan un antídoto contra el calentamiento mundial que amenaza a la vida en la Tierra como la conocemos”.
Pero el hombre está arruinando su herencia forestal. La contaminación está matando los bosques norteamericanos y europeos. Y las demandas de las naciones industriales diezman las selvas tropicales. Un periódico africano explicó que en 1989 “se esperaba exportar 66.000.000 de metros cúbicos [de madera tropical]... 48% a Japón, 40% a Europa”.
Además, en algunos países los agricultores incendian selvas para crear tierras de labranza. En poco tiempo el frágil suelo selvático empobrece y los agricultores tienen que quemar otra porción de la selva. Se calcula que tan solo en este siglo se ha acabado con casi la mitad de las selvas y los bosques del mundo.
Los océanos
Los océanos de la Tierra también desempeñan un papel vital en limpiar la atmósfera, y las actividades del hombre los están arruinando. Los océanos absorben enormes cantidades de bióxido de carbono. A su vez, el fitoplancton absorbe el bióxido de carbono y despide oxígeno. El Dr. George Small explica la importancia de este ciclo de vida: “El 70% del oxígeno que se añade a la atmósfera cada año proviene del plancton que hay en el mar”. No obstante, algunos científicos advierten que el fitoplancton pudiera disminuir gravemente debido a la reducción del ozono en la atmósfera, de lo cual se cree que el hombre es responsable.
El hombre también arroja basura, petróleo y hasta desechos tóxicos en el océano. Aunque algunos países acceden a limitar los desechos que permiten que se arrojen al mar, otros rehúsan hacerlo. Cierta nación occidental hasta se reserva el derecho de arrojar desechos nucleares en el mar. El famoso explorador oceánico Jacques Cousteau advierte: “Tenemos que salvar los océanos si queremos salvar a la humanidad”.
El agua potable
¡El hombre arruina hasta su agua potable! En los países pobres, millones de personas mueren cada año a causa de agua contaminada. En las naciones más acaudaladas las fuentes del agua son contaminadas con —entre otras cosas— fertilizantes y pesticidas que van a dar a los ríos y también se filtran hasta llegar al agua subterránea. En 1986 la producción mundial de pesticidas fue de 2.300.000 toneladas, y se informa que la proporción de aumento es de 12% al año.
Otra fuente de contaminación son los vertederos de desechos químicos. “Los bidones metálicos que contienen sustancias químicas —explica la revista Scientific American— son nada menos que bombas de efecto retardado que explotarán cuando la corrosión los perfore.” Este tipo de contaminación, añade esa revista, está ocurriendo “mundialmente en millares de vertederos de desechos químicos”.
¿Qué resultado tiene eso? Por toda la Tierra, ríos que antes eran de agua pura se van convirtiendo en cloacas de desechos industriales. Se calcula que 20.000.000 de europeos toman agua del Rin; sin embargo, ¡ese río está tan contaminado que el sedimento dragado de su lecho es demasiado peligroso para usarlo como terraplenado!
Las prácticas agrícolas
Es alarmante que el hombre hasta esté arruinando sus tierras de labranza. Tan solo en los Estados Unidos el 20% de las tierras que se han apartado para riego se han echado a perder, según Scientific American. ¿Por qué? Debido a que el riego excesivo añade demasiada sal al terreno. Muchos países han arruinado así gran cantidad de tierras valiosas. “Ahora la acumulación de sales saca de producción tantas tierras como las que se ponen en producción mediante nuevos proyectos de riego”, declara la publicación The Earth Report (Informe sobre la Tierra). Otro problema creciente es la pacedura excesiva, que quizás contribuya a la extensión de los desiertos.
Demasiados vehículos motorizados
Eso es lo que les está pasando a las tierras y el agua de nuestro planeta. Pero ¿qué hay de su aire? También está siendo arruinado, y son muchos los culpables. Para mencionar solo uno, considere el automóvil. Note a continuación unas advertencias de tres influyentes publicaciones científicas: “Los vehículos motorizados producen más contaminación del aire que toda otra actividad humana por sí sola” (New Scientist). “Actualmente hay registro de 500.000.000 de automóviles en el planeta [...] El llenar sus depósitos [de gasolina] consume aproximadamente la tercera parte de la producción mundial de petróleo. [...] La cantidad de automóviles aumenta con mayor rapidez que la población” (Scientific American). “La gasolina en todas sus fases de producción, uso y eliminación es una fuente principal de degeneración ambiental y enfermedades” (The Ecologist).
Sí, se está abusando del planeta; se le está arruinando. Sus mares, agua potable, tierras de labranza y hasta su atmósfera se están contaminando en sumo grado. No hay duda de que esta situación en sí misma indicaría que se acerca el tiempo para que Dios intervenga y “[cause] la ruina de los que están arruinando la tierra”. (Revelación 11:18.) No obstante, la Tierra está siendo arruinada de otras maneras, aun peores. Veamos precisamente cuáles son.
[Comentario en la página 4]
“Tenemos que salvar los océanos si queremos salvar a la humanidad.” —Jacques Cousteau
[Reconocimiento de la foto de la portada]
Foto de la portada: Richard Bierregaard, WWF