Mostrando aprecio por la provisión del rescate
1 Debido al pecado de nuestro antepasado Adán, la humanidad necesitaba un redentor... un hombre perfecto que pudiera recobrar lo que Adán había perdido. Nuestro amoroso Padre Jehová acudió en nuestra ayuda por medio de enviar a la Tierra a Su hijo unigénito. Se transfirió milagrosamente a la matriz de María la fuerza de vida de esta poderosa criatura espiritual. Al debido tiempo nació Jesús. Creció hasta la edad viril y, en conformidad con la voluntad de su Padre celestial, entregó su vida perfecta para que nosotros pudiéramos vivir (Mat. 1:20, 21; Juan 1:1-3, 14). El efecto que produjo este sacrificio fue precisamente lo contrario al que produjo el pecado de Adán. (1 Cor. 15:22.)
2 Los cristianos verdaderos muestran aprecio por esta provisión del rescate por medio de ejercer fe en Jesucristo y seguir sus pasos. También manifestamos aprecio por medio de obedecer el mandato bíblico de asistir a la celebración anual de la Cena del Señor (1 Cor. 11:24). Este año, por toda la Tierra, los testigos de Jehová se reunirán la noche del 29 de marzo, después de la puesta del Sol, para llevar a cabo esta celebración.
PREPARACIÓN DE ANTEMANO
3 Como se bosqueja en el artículo “Preparativos para la Conmemoración”, los ancianos querrán comprobar cuidadosamente que se hayan hecho de antemano los arreglos necesarios para esta ocasión. Si dos congregaciones o más han de usar el mismo salón, querrán coordinar entre ellas los preparativos.
4 Cada uno de nosotros individualmente querrá apartar suficiente tiempo para reflexionar en cuanto a la significación de esta ocasión especial. En este mismo número de Nuestro Ministerio del Reino se ha incluido el programa para la lectura bíblica que se sugiere para la semana hasta el día del Memorial o la Conmemoración de la muerte del Señor. Todos debemos considerar cuidadosamente esos versículos. Se sugiere que, si es posible, los miembros de las familias lean el material juntos. Además, algunos han hallado provechoso el reflexionar sobre otra información impresa, tal como la que aparece en las páginas 917-932 del libro Aid (en inglés), el cual repasa el ministerio terrestre de Jesucristo y también las obras y cualidades personales de él. Por medio de considerar con oración dicho material llegaremos a apreciar más lo sagrado de la Cena del Señor y de la provisión del rescate.
5 Trate de arreglar sus actividades durante ese día de modo que pueda mantenerse alerta durante el discurso, escuchar atentamente al orador y concentrarse en la información que se presente. En Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 1982, páginas 3 y 4, se ofrecieron sugerencias útiles con relación al arte de escuchar. Sin duda usted querrá repasar dicha información.
INVITE A OTROS A ASISTIR
6 Deseamos que las personas con quienes estudiamos la Biblia, y otras personas que muestran interés en la verdad, estén presentes con nosotros en esta ocasión sagrada. Por consiguiente, durante marzo haremos un esfuerzo especial por ponernos en comunicación con ellas personalmente, dándoles buen uso a las invitaciones impresas que la Sociedad ha preparado. Además, usted podría valerse del teléfono y de escribir cartas para invitar a otras personas. Donde sea apropiado y práctico haga arreglos para proveerles transportación. Algunos publicadores han hallado provechoso el hacer una lista de todas las personas que han mostrado interés en la Biblia y a las cuales les gustaría invitar. A medida que las van visitando una a una, hacen una marca al lado del nombre de éstas. Al invitarlas, sea entusiástico y caluroso. Muéstreles la importancia que dan las Escrituras a esta ocasión especial. Despiérteles el interés por la Conmemoración.
7 Si es posible, ese martes por la noche queremos llegar temprano de modo que podamos dar la bienvenida a las personas nuevas en la verdad y a los inactivos que nos visiten. Hágalos sentirse como en su casa y presénteselos a otros hermanos. Invítelos al discurso público especial que se ha fijado para el 10 de abril. Esperamos que el que asistan a la celebración de la Cena del Señor sea un aliciente que los anime a asociarse regularmente con la congregación.
8 No sabemos cuántas personas de las más de cuatro mil millones que viven en la Tierra llegarán a apreciar la oportunidad que se les brinda de obtener vida eterna por medio del rescate. Pero estamos seguros de que una “grande muchedumbre” de personas ejercerán fe “en la sangre del Cordero” y se salvarán (Rev. 7:9, 10, 14). ¡El año pasado, alrededor del mundo, 6.252.787 personas asistieron a la Conmemoración de la muerte del Señor! Que Jehová bendiga nuestros esfuerzos este año a medida que animamos a otros miles de personas a que se nos unan en mostrar aprecio por la provisión del rescate.