Mantengámonos ocupados en el servicio de Jehová
1 Es un verdadero privilegio servir a Jehová. Después de haber adquirido conocimiento exacto de él y de su Hijo unigénito, Jesús, el amor a Dios nos impulsa a gastarnos completamente en hacer Su voluntad. (Juan 17:3.) Tal vez nos cansemos, pero Jehová nos da poder para que abundemos en plena potencia. (Isa. 40:29.)
2 ¿Cuál es la mejor manera de mostrar nuestro aprecio por el gran amor que Jehová Dios y Jesucristo nos han expresado? (2 Cor. 5:14, 15.) Una de las principales maneras es mediante imitar a Jesús, quien sin cesar dio testimonio acerca del nombre y el Reino de su Padre. (1 Ped. 2:21.) Si tenemos una fe firme, nuestra vida girará en torno a la obra que Dios nos ha dado de predicar las buenas nuevas. (Mat. 24:14.)
3 ¿Hay una cantidad mínima de tiempo que deberíamos dedicar al ministerio del campo? Las circunstancias varían. Puede que tengamos limitaciones debido a edad avanzada, mala salud o responsabilidades familiares. Sin embargo, se requiere que cada uno de nosotros participe de todo corazón en el servicio a Jehová. Eso significa que debemos demostrar individualmente lo profundo de nuestra devoción y lo genuino de nuestra dedicación al hacer lo sumo posible en el ministerio. (2 Tim. 2:15.) Todos tenemos oportunidades para hacer esto, según nuestra situación personal. ¿Cuáles son algunas de estas?
4 Maneras de ensanchar nuestro ministerio: En primer lugar, debemos interesarnos en mejorar la calidad de nuestro ministerio. Podemos lograr esto mediante desarrollar aún más nuestras aptitudes docentes. Uno de los objetivos principales de la Escuela del Ministerio Teocrático es ayudarnos a ser más eficientes en la predicación. Al preparar nuestras asignaciones, ¿lo hacemos pensando en el servicio del campo? ¿Aplicamos el consejo que recibimos para mejorar nuestro ministerio? (sg-S págs. 96-99.) En la Reunión de Servicio también se ofrecen muchas sugerencias útiles para el ministerio del campo. Apliquemos estas lo antes posible.
5 Luego, considere si es posible ajustar sus circunstancias para participar en el servicio de precursor auxiliar o regular. El hacerlo de seguro lo mantendrá ocupado en la obra de nuestro Padre, Jehová. (1 Cor. 15:58.) ¿Qué hay si no puede servir de precursor? Puede demostrar que tiene el espíritu de precursor mediante cultivar verdadero amor por el ministerio e interés profundo por la gente del territorio. También puede aprovechar toda oportunidad para ayudar a personas sinceras a llegar a conocer a Jehová y sus maravillosos propósitos al hacer revisitas y conducir estudios bíblicos.
6 Otra parte de nuestro adelantamiento pudiera ser el responder al llamado de servir donde hay mayor necesidad de ayuda. (Isa. 6:8.) Los que se han mudado a una congregación que necesitaba ancianos o siervos ministeriales o ayuda para cubrir el territorio han segado muchas bendiciones.
7 Cuando aprendimos la verdad, nuestro amor a Jehová y a Cristo Jesús nos impulsó a hacer grandes ajustes en la vida. Ahora, a medida que apreciamos cada vez más la relación que tenemos con nuestro Padre celestial y lo que su Hijo hizo para nuestro bien, ¿hay otros ajustes que podamos hacer a fin de ensanchar nuestro ministerio? Concentremos nuestros esfuerzos en mantenernos ocupados en el servicio de Jehová. (Rom. 12:11.)