Nota
a La sensibilidad de las conciencias varía dependiendo de los antecedentes religiosos y la madurez espiritual de cada cual. Lo importante es que uno mantenga su conciencia limpia ante Dios y no ofenda la conciencia de otras personas, incluidos los miembros de su familia. Romanos 14:10, 12 dice que “todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios”.