¡Cuídese del Engañador!
SUPONGA que usted se encontrara con alguien que pareciera bastante amigable. Quizás se sintiera inclinado a invitarlo a su casa porque le haya parecido ser buena asociación. Pero luego descubrió que era un criminal notorio que estaba corrompiendo secretamente el vecindario. ¿Cómo reaccionaría usted?
Pues bien, puede que usted no se haya dado cuenta de ello, pero hay un criminal engañoso como ése que nos pone en peligro a todos. Es Satanás el Diablo, y la Biblia nos dice que él ha sido ‘arrojado abajo a la tierra junto con sus ángeles’ (Revelación 12:9). Eso quiere decir que están peligrosamente cerca. Además, Satanás a menudo actúa como si todo lo que deseara fuera que lo pasáramos bien. De modo que tenemos que cuidarnos de ese Engañador. Si lo dejamos entrar en nuestra casa, por decirlo así, nos exponemos a toda clase de influencias destructivas, como lo indica el apóstol Pablo al decir: “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz”. (2 Corintios 11:14.)
Sírvase considerar ahora algunas maneras aparentemente inocentes como se entretiene la gente hoy día. No obstante, observe cómo se hace patente en ellas la influencia satánica.
Los juegos de la gente
Durante la tarde lluviosa de un sábado, muchas personas disfrutan de reunirse en la casa de un amigo y sentarse alrededor de la mesa a entretenerse con algunos juegos. Muchos de esos juegos son inofensivos, pero por lo menos dos son nocivos.
Uno de ellos es la tabla Ouija (que se pronuncia “ui-ya”). Fue inventada cerca de 1890 y consiste en una tabla que contiene un alfabeto y otros signos. Varios amigos se sientan alrededor de la tabla, y cada uno, por turno, coloca sus dedos sobre un indicador y hace preguntas. El indicador se mueve de una letra a otra sobre la tabla, mientras deletrea la respuesta.
¿Qué clase de respuestas da esa tabla? Cierta persona que compró una tabla Ouija escribió lo siguiente al fabricante: “Fue con gran pena que decidimos finalmente que la completa inexactitud de las respuestas significa solo una cosa... la tabla Ouija que tenemos miente”. Otra persona escribió: “Tengo una de las tablas Ouija que ustedes fabrican, y la utilizo junto con mis amigos. Da respuestas muy buenas temprano por la mañana, y respuestas muy obscenas por la noche”.
Selena tenía una tabla Ouija, e informa que en cierta ocasión la tabla deletreó que ella le gustaba. Cuando ella preguntó la razón, la respuesta fue: “Porque eres toda una mujer, y eso importa mucho”. Hay muchos informes parecidos tocante a mentiras, inmoralidad y obscenidad relacionados con la tabla Ouija.
¿Qué hace que la tabla conteste preguntas? Un periódico inglés hizo esta observación: “El juego, Ouija, se basa en un método espiritista de ‘comunicarse’ con los muertos, y se juega con una tabla como las que se usan en sesiones espiritistas”. En armonía con esos comentarios, muchas personas que utilizan la tabla hablan de haberse comunicado con espíritus. Denise escribió a un periódico y dijo que mediante una tabla Ouija se comunicó con un espíritu que dijo llamarse Bob. Ella se quejó así: “Bob se ha vuelto cruel. Dice que no es un espíritu bueno, sino un demonio del infierno. Me dice que estoy volviéndome loca y que pronto se apoderará de mi espíritu y me entregará al diablo”.
Si la tabla Ouija está hecha para que unos espíritus la hagan funcionar, ¿cuáles espíritus son ésos? Sin duda, no son espíritus de difuntos, porque “los muertos, ellos no están conscientes de nada” (Eclesiastés 9:5). Es inconcebible que alguna criatura espiritual de Dios fuera responsable de divulgar mentiras o mensajes inmorales. Así que sólo podemos llegar a la conclusión de que lo que sucede sobre la tabla Ouija se debe a fuerzas demoníacas, la principal de las cuales, Satanás, es “el padre de la mentira” (Juan 8:44). Está claro que los que desean evitar la influencia inmunda de Satanás deben abstenerse del uso de la tabla Ouija, así como de todas las demás formas de espiritismo. (Deuteronomio 18:10-12.)
Otro juego popular se conoce como “Dungeons and Dragons”. En éste, los jugadores asumen el papel de monstruos, demonios y semidioses, así como de asesinos, incendiarios, ultrajadores y atormentadores o verdugos. ¿Es agradable tener esa clase de asociación en la sala de su casa? El juego envuelve frecuentemente el que los jugadores efectúen prácticas de espiritismo y magia. ¿Cree usted que eso es bueno? ¡Claro que no lo es, pues la inmundicia y la práctica del espiritismo están entre “las obras de la carne” que impedirán que una persona herede el Reino de Dios! (Gálatas 5:19-21.)
Un “Dungeon Master”, John Holmes, al escribir para la revista Psychology Today, dijo: “No creo que haya mayor probabilidad de que esa violencia imaginaria pervierta la mente de los participantes más que el interminable torrente de actos de violencia que se ven en la TV y las películas, o que se describen en libros”. Bueno, muchas personas opinan que “el interminable torrente de actos de violencia” en el entretenimiento moderno sí pervierte la mente de los que están expuestos a ello. ¿Qué cree usted? ¿No le parece que el Engañador, Satanás el Diablo, está tratando de utilizar ese juego para lograr que pensemos como él?
Las películas que ven
¿Qué clase de entretenimiento busca la gente hoy día como relajamiento en los cines? Millones de personas optan por la inmoralidad o la violencia espeluznante y detallada. O les intrigan las películas de miedo y de temas demoníacos. Estas últimas son peligrosas porque complacen una irresistible atracción malsana mediante cosas misteriosas, que en el fondo son perjudiciales (2 Crónicas 33:6). Y pueden producir graves efectos inmediatos en personas sensitivas.
Hace algunos años, Roxanne fue a ver la película El exorcista, que engendró un sinnúmero de imitaciones. Ella dice: “La película tuvo un efecto espantoso en mí. Tuve que irme antes de que terminara porque tuve miedo de que me fuera a enfermar del estómago, y sentí como si fuera a desmayarme. Por unos dos meses después de ver la película seguí aterrorizada y tuve pesadillas. No iba a ningún sitio sola, siempre andaba vigilando a mi alrededor y hasta temía lavarme el cabello por miedo a que algo estuviera cerniéndose sobre mí”. Una señora, que vio la misma película en la televisión, luego le sacó el corazón a su hija de cuatro años de edad porque creyó que la niña estaba endemoniada.
A Satanás se le llama “el dios de este sistema de cosas”, y “[el] gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia” (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2). ¿Puede alguien dudar de que el demonismo, la violencia y la inmoralidad tan difundidos en las películas hoy día sean consecuencia de la influencia que él ejerce?
La música que escuchan
Muchas personas se quejan del nivel de intensidad sonora de algunos tipos de música moderna. Las que se toman la molestia de leer la letra de las canciones se aterrorizan a menudo por las palabras. Cal Walker, ex locutor que presentaba discos en la radio, dice que en gran parte de la música moderna hay cinco temas fundamentales: “Lo sexual, las drogas, la violencia, el ocultismo y la rebelión”.
Se informa que algunos grupos musicales están profundamente envueltos en el ocultismo. Sin duda, los dibujos de muchas cubiertas de discos tienen una apariencia relacionada con lo misterioso o el ocultismo. Y muchas veces la letra de las canciones parece promover temas sobre el ocultismo. ¿Puede usted discernir la influencia que el Engañador ejerce en esa clase de música?
La inmoralidad, el ocultismo, y así por el estilo, de ninguna manera son influencias piadosas. La Biblia advierte: “Pero en cuanto a [...] los que son repugnantes en su suciedad y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo e idólatras y todos los mentirosos, su porción será [...] la muerte segunda” (Revelación 21:8). La música puede ser fundamentalmente buena y sana. Pero las personas sabias se cuidan de evitar que un tipo de diversión agradable se convierta en una oportunidad para que los demonios influyan en nosotros.
Los ejercicios que hacen
En muchas partes del mundo la gente corre al trote, hace ejercicios destinados a aumentar el consumo de oxígeno con el fin de mejorar la circulación sanguínea, participa en deportes, nada y trata por otros medios de estar en buen estado físico. ¿Hay algo de malo en ello? No cuando se hace con moderación. “El entrenamiento corporal es provechoso para poco”, dijo el apóstol Pablo (1 Timoteo 4:8). Pero hay un tipo de ejercicio que pudiera causar problemas inesperados: el yoga.
El yoga (palabra sánscrita que significa “unión del alma individual con el Espíritu Supremo”) consiste en ejercicios físicos y mentales, posturas, ejercicios respiratorios, y meditación y concentración intensas. Tiene su origen en la India, ha sido occidentalizado y usado para disminuir la tensión, adelgazar y adquirir energía. Los libros que hay en el mercado, como Practical Yoga for Businessmen y Yoga for Parents, señalan la popularidad del yoga. ¿Practicaría usted el yoga?
Si su respuesta es afirmativa, considere este hecho: el yoga verdadero no es simplemente un tipo de ejercicio. Es una práctica religiosa hindú. “El objetivo principal de la filosofía yoga es enseñar los medios mediante los cuales el alma humana puede estar completamente unida con el Espíritu Supremo”, según el Dr. B. S. Surti. Eso parece ser muy diferente del objetivo de Yoga for Businessmen, pero es el objetivo original por el cual se crearon los ejercicios del yoga.
La meditación de tipo yoga es particularmente problemática. Algunas personas quizás señalen al hecho de que la Biblia, también, anima a meditar. Sin embargo, la meditación cristiana es un tipo de meditación activa, es reflexionar sobre asuntos edificantes y provechosos (Salmo 63:6; Proverbios 15:28; Filipenses 4:8). La meditación al estilo yoga es otra cosa. “La esencia del alma, la inteligencia pura, queda entenebrecida por actividades mentales, la supresión de las cuales es el propósito principal del yoga. Ha de controlarse la mente mediante la práctica constante de la meditación y la falta de apego a objetos materiales. El resultado final es la supresión de toda tendencia mental, consciente o latente.” (The Encyclopedia Americana.)
¿Es saludable que la mente quede así en blanco? Una persona que practicaba el yoga informa que, durante un período prolongado de ejercicio y meditación, sintió ataques frecuentes de fuerzas invisibles. Los demonios pueden aprovecharse de una persona cuya mente esté vacía, y llenarla de los pensamientos de ellos (Lucas 11:24-26). Así que, ¡cuídese! Esa práctica puede hacerlo presa de ellos.
La manía de los “videojuegos”
En los últimos años, una nueva manía ha recorrido el mundo: los “videojuegos”. Cada año, miles de millones de dólares se emplean a raudales en máquinas de “videojuegos”, y miles de millones de dólares más se gastan en “videojuegos” domésticos. ¿Son perjudiciales esos tipos de juegos? ‘No’, dicen algunas personas. ‘Hasta pudieran ser beneficiosos.’ Pero están proscritos en algunos países, y comunidades particulares de otros países han tratado de negarles la entrada. ¿Es ésa una reacción extrema?
Pues bien, considere la clase de juegos que sirven de diversión. Algunos se basan en deportes, pero no es así en el caso de la mayoría. “El objetivo final de prácticamente todos los ‘videojuegos’ —dice la revista Natural History— es la supervivencia. En los juegos espaciales hay que destruir a los enemigos antes que ellos destruyan a uno. En el género de juegos en que se representa a los ‘personajes Pac’, hay que comerse a los enemigos antes que ellos se coman a uno. Y en los juegos en que intervienen personajes de tiras cómicas, uno ataca a la criatura [...] antes que ella ataque a uno”. ¿Por qué son los juegos violentos los que han cautivado la imaginación de la gente? Jack Colhoun, historiador, opina lo siguiente: “Esos juegos son producto de nuestros tiempos”. Vivimos en un mundo violento, y a los jóvenes se les ha enseñado a considerar la violencia como algo excitante, en vez de repugnante. Sin embargo, la Biblia dice: “Jehová mismo examina al justo así como al inicuo, y a cualquiera que ama la violencia ciertamente lo odia Su alma”. (Salmo 11:5.)
La revista Psychology Today señala el efecto perjudicial que pueden tener esos juegos: “Los ‘videojuegos’ [...] quizás no solo aíslen a uno en sentido social, sino que tal vez hasta fomenten la violencia entre las personas”. Esa clase de influencia puede hacer daño especialmente a los jóvenes. De ahí que John Rosemund, columnista, insista en lo siguiente: “Los ‘videojuegos’ son como comestibles de poco valor nutritivo para la mente. Mientras más joven es la mente, más perjudiciales son los efectos que producen”.
Los “videojuegos” hasta pudieran convertirse en un vicio al cual estar adicto. Cierto profesor universitario explicó que el estar adicto a los “videojuegos” es tanto de índole física como sicológica. Dijo: “Los jugadores experimentan aflujos de adrenalina, júbilo y, finalmente, desesperación, así como toda una gama de reacciones agresivas y violentas”. Una madre de Inglaterra dice lo siguiente acerca de su hijo de 14 años de edad, quien está adicto a esos juegos: “Es como tener a un adolescente alcohólico en la casa. Esas máquinas lo han corrompido [...] Él se comporta como un animal enjaulado cuando no puede jugar con ellas”. ¿Es ése un caso extremo? Tal vez lo sea. Pero los casos frecuentes de “el dedo de Pacman”, “la tenonitis de la muñeca [por jugar] Invasores Espaciales” y otros problemas físicos relacionados con esos juegos demuestran que no es nada raro hallar a jóvenes adictos a ellos.
Por naturaleza, los jóvenes anhelan lo que es emocionante, y las novedades les fascinan. Pero ¡qué sabio es que los jóvenes cristianos sean cuidadosos y no permitan que nada les impida vivir “con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este presente sistema de cosas” (Tito 2:12)! Así evitarán que el Engañador les robe el tiempo, o la energía mental y emocional que tienen, al conseguir que se hagan adictos a los “videojuegos”.
Varios ejercicios físicos, cierta clase de música, muchos tipos de juegos y algunas películas cinematográficas entretienen y relajan el ánimo. Pero recuerde: Esas cosas también pueden ser un vehículo para influencias malsanas. Esté alerta y en guardia contra ellas. Puede que el Gran Engañador, Satanás, parezca interesarse en que usted se divierta. Pero al final, su influencia puede perjudicarlo a usted. No lo deje entrar en su casa o influir en su vida. “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes”. (Santiago 4:7.)
[Ilustración en la página 28]
Algunos juegos son peligrosos
[Ilustración en la página 30]
¿Debería practicar usted la meditación de tipo yoga?