-
La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1963 | 15 de abril
-
-
casa. Por ejemplo, un graduado de una escuela bíblica por correspondencia necesitó solamente unos pocos estudios de ‘Sea Dios Veraz’ para ver que su diploma religioso no servía para nada. Ahora él, su esposa e hijo son publicadores. Nuevamente, solo tres meses de estudio del libro Paraíso fueron suficientes para que una pentecostés sincera viera claramente la diferencia y la verdad. Ahora está bautizada y su esposo está estudiando. Lo mismo sucedió con una maestra de escuela dominical presbiteriana, la cual durante cuarenta años había pertenecido a esta secta pero que, después de estudiar el libro Paraíso, se expresó de este modo en una reciente asamblea de circuito: ‘Estoy muy contenta de poder participar de todo esto. Doy gracias a Jehová por su misericordia al usar su propio Pastor Jesucristo para recogerme a su verdadero rebaño.’
“Varios máximos nuevos en el número de precursores se lograron este año. Parece que todos se hicieron de disposición mental hacia el precursorado. Los siervos de distrito y de circuito han cooperado diligentemente. Un siervo de distrito escribe que hizo su meta hablar con todo el que le fuera posible acerca del precursorado, y en cinco circuitos personalmente había ayudado a cincuenta y siete publicadores a hacerse precursores, veintiún precursores regulares y treinta y seis precursores de vacaciones.
“Otros siervos responsables informan de bendiciones similares. Un siervo de circuito de Las Villas dice que él y su esposa se resolvieron a hacer algo en cierta congregación puesto que nadie era precursor. Ambos animaron a ser precursores durante la visita. ¿El resultado? Cinco llenaron solicitudes al final de la visita, y el siervo de congregación hizo arreglos con los publicadores de modo que hubiera por lo menos dos precursores de vacaciones cada mes en la congregación. Tal estimulo resultó en más de 1,300 precursores durante el mes de agosto para esta isla.
“La reacción rápida al mensaje ha estado cobrando impulso durante el año de servicio. Un siervo de circuito de la Habana nos dice de un estudio que se inició con un instructor católico de jóvenes católicos. Después de estudiar el libro Paraíso tres meses este celoso instructor comenzó a publicar y también a estudiar el libro con veintiún muchachos católicos. Durante la visita del siervo de circuito cinco de los muchachos acompañaron a otros publicadores al servicio, y quince de los 21 estudiantes estuvieron presentes para el discurso público.”
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1963 | 15 de abril
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿Es incorrecto que un animal doméstico sea operado para impedir que tenga prole?—R. M., EE. UU.
La ley de Moisés prohibía específicamente a los israelitas el ofrecer como sacrificio cualquier animal que hubiera sido operado de esta manera: “Un toro o una oveja . . . que tenga los testículos exprimidos o aplastados o arrancados o amputados no deben presentarlo a Jehová, y en su tierra no deberían darlos.” Aunque esa ley no prohibía enteramente a los israelitas que efectuaran tal operación en sus animales domésticos, la voz de la tradición judía indica que esta ley fue interpretada así. Y bien puede ser eso, porque el hecho de que tal animal no podía ofrecerse como sacrificio pudiera servir como cosa que disuadiera. Interesantemente, en conexión con esto, cuando algunas traducciones de la Biblia aluden al buey como animal para sacrificio, es una traducción errónea, puesto que el buey es un animal castrado. La traducción correcta es “toro.”—Lev. 22:23, 24; 7:23, 25; 27:26; Deu. 18:3.
Sin embargo, lo que hicieron los israelitas no es obligatorio necesariamente a los cristianos, puesto que los cristianos no están bajo la ley sino bajo bondad inmerecida. (Rom. 6:14) El hombre tiene dominio sobre los animales inferiores y, aunque no debe abusar de ese dominio, ya sea matándolos por deporte o haciéndolos sufrir innecesariamente, queda de él determinar exactamente cómo pueden servirle de la mejor manera, muertos o vivos, con sus facultades reproductivas o sin ellas.—Gén. 1:28.
-