-
Jerusalén... “causa para alborozo”La Atalaya 1983 | 15 de julio
-
-
en Salmo 2:6: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”. Ésta es la ciudad a la cual se refiere David en Salmo 110:1, 2, cuando habla proféticamente acerca del Señor Jesucristo: “La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos’”. Sí, el Rey Mesiánico, Jesucristo, está entronizado ahora en un monte Sión, o Jerusalén, de los cielos, para gobernar en medio de sus enemigos. Ya ha arrojado al archienemigo, Satanás el Diablo, abajo a la vecindad de esta Tierra. Puesto que sabe que tiene poco tiempo, Satanás ha puesto en “tumulto” a las naciones, como aptamente lo expresa el salmista. (Salmo 2:1; Revelación 12:7-12.)
17. ¿Por qué debemos esperar que el fin del “tumulto” de las naciones venga pronto?
17 Sin embargo, ¿permitirá el Señor Soberano Jehová que esas naciones causen “tumulto” indefinidamente en franca oposición a su Reino en manos de su Hijo? Recuerde, a los cristianos del primer siglo se les acusó de haber “llenado a Jerusalén de su enseñanza”; y después que se había dado advertencia mediante aquella vigorosa campaña de predicación pública de casa en casa, la Jerusalén terrestre recibió la ejecución del juicio de Jehová (Hechos 5:28, 41, 42; 4:16). De igual manera, hoy día los testigos de Jehová han proclamado el día de venganza de Jehová por toda la esfera o región de la cristiandad.
18. ¿Por qué esperamos con confianza el triunfo del “propósito eterno” de Jehová?
18 ¿Dejará ahora Jehová de poner remate con su golpe de gracia en Har–Magedón a la proclamación global más extensa de toda la historia? ¿Dejará Jehová de “causar la ruina de los que están arruinando la tierra”? ¡Nunca podría ser así! Los que cifran su esperanza en las promesas de Dios esperan con confianza el triunfo de Su “propósito eterno” (Revelación 11:18; Efesios 3:10-12). Mediante el Reino en manos del Mesías, quien ahora gobierna desde la “Jerusalén” celestial, nuestro “gran Rey”, Jehová, vindicará su Nombre Soberano. Luego, por medio de restaurar la humanidad a la vida eterna en perfección en una Tierra paradisíaca, Jehová demostrará que “es nuestro Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre”, y que “no la creó [la Tierra] sencillamente para nada”. (Salmo 48:14; Isaías 45:18, 22-24; 46:9-11; 55:11; Jeremías 25:31.)
¿Qué comentaría usted sobre las siguientes preguntas:
◻ ¿Qué significa el nombre “Jerusalén”?
◻ ¿Ha cumplido la ciudad con el significado de su nombre?
◻ ¿Qué paralelo de la Jerusalén infiel se ve hoy día?
◻ ¿Qué muestra Lucas 21:24-26 en cuanto al fin de los “tiempos [...] de las naciones”?
◻ ¿Cuál “Jerusalén”, pues, cesa de ser ‘pisoteada’?
-
-
“Estén gozosos para siempre”La Atalaya 1983 | 15 de julio
-
-
“Estén gozosos para siempre”
1. a) ¿A qué “ciudad” se hace referencia en Hebreos 11:10? b) ¿Hasta cuándo tiene que esperar el “cumplimiento de la promesa” la “grande muchedumbre”?
EN VERDAD, podemos estar muy gozosos de que el Rey Mesiánico, Cristo Jesús, ahora reine en una “Jerusalén” celestial. Ésta es la ciudad “que pertenece al cielo” mencionada en el capítulo 11 de Hebreos, y por la cual ‘se esforzaron’ Abrahán, Isaac y Jacob. Ellos “declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales en la tierra” de Canaán, porque buscaban solícitamente “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios”. Pero como en el caso de la “grande muchedumbre”, que hoy día tiene la esperanza de vivir para siempre en la Tierra, el “cumplimiento de la promesa” a aquellos hombres de la antigüedad tiene que esperar
-