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Evite las preguntas infructuosasLa Atalaya 1962 | 1 de diciembre
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estudio bíblico usando las publicaciones de la Watch Tower que se tengan a la mano o en la biblioteca del Salón del Reino local.
Al mantenerse usted al día con la luz en avance de la verdad bíblica, recuerde que su propósito al estudiar es aprender cómo las Escrituras aplican a usted y a su relación personal con Jehová Dios y su reino bajo Cristo. Pregúntese durante los períodos de estudio: “¿He entendido todo lo que se halla en este texto o párrafo? ¿Cómo encaja este versículo o pensamiento en el patrón de la enseñanza sana que ya he aprendido? ¿Entiendo los principios que se enseñan en este texto? ¿He observado su contenido profético? ¿Qué doctrina cristiana enseña? ¿Afecta esta instrucción mis tratos con otros? ¿Cómo?” Observe cualesquier hechos básicos interesantes que se provean. Concentre su atención sobre “digerir” tanto como pueda del “alimento sólido” necesario para su madurez cristiana y victoria en la lucha de la fe.—Heb. 5:14.
Asegurándose de las cosas importantes y edificando su fe en el conocimiento acertado de la Palabra de Dios podrá predicar y enseñar con autoridad, como Jesús lo hizo. (Mat. 7:28, 29) Sus palabras llevarán peso y convicción, habilitándolo a usted a cumplir su deber cristiano de edificar a otros con la verdad y el amor. (Efe. 4:15) El que usted evite especular y las preguntas infructuosas demostrará su mansedumbre y anuencia a esperar el debido tiempo de Jehová para que provea más información sobre cualquier asunto, si es su voluntad. Esto él fácilmente puede hacerlo por medio de esclarecer más nuestro entendimiento de la Biblia, por medio de realizar acontecimientos predichos en ella, o aun por medio de resucitar a los muertos con su conocimiento detallado de los acontecimientos pasados. Al esperarlo a Él y a su organización todos los siervos de Jehová hablarán de acuerdo, estando “aptamente unidos con la misma mente y con la misma forma de pensar,” para alabanza de él y para nuestro bienestar eterno.—1 Cor. 1:10.
Hagamos el uso más sabio de nuestro tiempo, entonces, evitando las preguntas infructuosas y siempre recordando el consejo de Pablo: “Aprendan la regla: ‘No vayas más allá de las cosas que están escritas.’”—1 Cor. 4:6.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1962 | 1 de diciembre
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Preguntas de los lectores
● Algunos han expresado la opinión de que la venida del Armagedón puede apresurarse si el pueblo de Jehová participa más celosamente en la obra de testificación, puesto que todas las “otras ovejas” habrán de ser recogidas antes de que comience. ¿Es éste el entendimiento correcto?—W. S., EE. UU.
Con referencia al principio del Armagedón Jesús dijo: “Concerniente a ese día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos ni el Hijo, sino únicamente el Padre. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre.” De eso podemos deducir que Jehová tiene un tiempo definido para que comience el Armagedón y que éste no espera que termine actividad humana alguna.—Mat. 24:36, 37.
Hoy el pueblo de Jehová se encuentra en una posición semejante a la que ocupó Ezequiel. Así como Jehová advirtió a Ezequiel que a él se le haría responsable por la destrucción de los inicuos si no les daba la advertencia, así el pueblo de Jehová hoy no estará libre de la sangre de todos los hombres si no da la advertencia a los inicuos. Mas si el Armagedón fuese a esperar hasta que a todos se les hubiese dado la advertencia, entonces el dejar de asumir la responsabilidad el pueblo de Jehová meramente haría necesario que se aplazara el Armagedón.—Eze. 3:16-21.
En tiempos pasados algunos han interpretado las palabras de 2 Pedro 3:12 (Mod): “Esperando y apresurando el advenimiento del día de Dios,” como dando a entender que el día de Dios, refiriéndose aquí al Armagedón, podría
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