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La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1954 | 1 de junio
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que habían trabajado en varias otras islas del Caribe habían declarado francamente que en lo que toca a religión la isla de Sta. Cruz era el ‘campo más difícil de todos’ y que ‘iglesias construídas para albergar cientos ahora cuentan los asistentes en diez y veintenas.’ A manera de contraste, durante el año pasado las dos congregaciones de los testigos de Jehová en Sta. Cruz han obtenido nuevos Salones del Reino en mejores ubicaciones y están esperando buen aumento. La razón por la diferencia puede hallarse en una declaración hecha por un negociante de los EE. UU. quien, después de estar cinco meses en las Islas Vírgenes, dijo que los testigos de Jehová eran el ‘grupo más activo en el campo religioso y estaban avergonzando a los clérigos.’
“Para muchos el año de 1953 será inolvidable, porque pudieron, mediante mucho sacrificio y ahorro cuidadoso, asistir a la magnífica Asamblea Sociedad del Nuevo Mundo en Nueva York. Sí, dieciocho de los noventa y tantos publicadores de estas isletas hicieron el viaje a esa asamblea y regresaron regocijados.”
“Para muchos el año de 1953 será inolvidable, porque pudieron, mediante mucho sacrificio y ahorro cuidadoso, asistir a la magnífica Asamblea Sociedad del Nuevo Mundo en Nueva York. Sí, dieciocho de los noventa y tantos publicadores de estas isletas hicieron el viaje a esa asamblea y regresaron regocijados.”
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1954 | 1 de junio
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Preguntas de los lectores
● ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo que sus seguidores harían obras más grandes que las que él había hecho?—V. W., Estados Unidos.
Jesús dijo: “Muy de cierto les digo: El que ejerce fe en mí, ése también hará las obras que yo hago, y hará obras mayores que éstas, porque yo prosigo mi camino hacia el Padre.” (Juan 14:12, NM) Él no quiso decir que las obras que sus seguidores harían serían más grandes en poder milagroso y producirían demostraciones más asombrosas de ese poder. Los hechos subsiguientes manifiestan que no fué así; por ejemplo, ellos no ejecutaron ningún milagro superior al que Jesús hizo al levantar a Lázaro, que tenía cuatro días de muerto. (Juan 11:38-44) Jesús dió como la razón para decir que ellos harían obras mayores el hecho de que él iba al Padre en el cielo. Eso pararía la actividad personal de él como predicador sobre la tierra, la terminaría, traería a un fin las maravillosas obras que había estado haciendo. Los seguidores, por otra parte, permanecerían sobre la tierra por un largo tiempo, durante el cual podrían hacer las obras que Jesús hizo y perseverar en ellas por mucho más tiempo que él, acumulando quizás más de ellas, y sin duda extendiendo la actividad sobre un área mucho más grande. Jesús se había limitado a Palestina, y por la mayor parte había limitado sus actividades a los judíos; pero sus seguidores trabajarían en todas las naciones.
También mediante su ida Jesús hizo posible el derramamiento de espíritu santo sobre sus seguidores, y por esta razón pudieron predicar en muchas lenguas y diseminar la obra, y usar otros dones del espíritu para ejecutar obras maravillosas. Como Jesús les dijo al tiempo de su ida, “Ustedes recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos míos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8, NM) Por eso al partir Jesús de la tierra su obra sobre la tierra como predicador terminó, y a causa de su salida el espíritu santo vino sobre sus seguidores para habilitarlos a llevar a cabo un servicio ensanchado, abarcando todas las naciones. De modo que ellos cubrieron un área más grande y sirvieron por un espacio de tiempo más largo que el de Jesús, y en este sentido hicieron obras más grandes.
● ¿Es el juego por dinero una violación de principios bíblicos? ¿Es incorrecto que un cristiano tenga empleo seglar en una empresa de juegos por dinero, tal como una lotería legalizada o casa de juego?—V. W., Haití, Antillas.
Los cristianos deben trabajar por su salario. Deben “trabajar con las manos, tal como les ordenamos, para que estén andando decentemente en lo que respecta a la gente de afuera y no estén necesitando nada.” “Cuando estábamos con ustedes, les citábamos esta orden: ‘Si alguien no quiere trabajar, tampoco déjenle comer.’ A dichas personas les damos la orden y exhortación en el Señor Jesucristo
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