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“La mesa de demonios” contra “la mesa de Jehová”La Atalaya 1956 | 1 de febrero
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No, no lo somos. De modo que no tenemos ninguna medida de fuerza capaz de resistir y vencer la destrucción que él nos trae por incitarlo a celos.—Sal. 78:58-64.
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“Un solo cuerpo” de participantesLa Atalaya 1956 | 1 de febrero
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“Un solo cuerpo” de participantes
1. ¿Cómo deben ser los que comen la cena del Señor en su adoración y servicio a Jehová, y a qué “un solo cuerpo” se refiere Pablo al argüir a favor de esto?
AQUELLOS israelitas espirituales cristianos que están en el nuevo pacto deben ser indivisos en su adoración y servicio a Jehová individualmente y también como congregación. Por eso, después de hablar de la copa y el pan de la cena del Señor, el apóstol les dice a éstos: “Porque hay un solo pan, nosotros, aunque somos muchos, somos un solo cuerpo, porque todos nosotros estamos participando [comiendo] de ese solo pan.” (1 Cor. 10:17, NM) ¿A qué cuerpo se refiere Pablo aquí por las palabras “un solo cuerpo”? No al cuerpo personal, carnal, de Jesús que se simboliza por la hogaza de pan ázimo. No, sino a la entera congregación de israelitas espirituales de la cual Jesucristo es la Cabeza espiritual. Esta congregación bajo él se menciona más tarde en esta misma carta de Pablo y se hace referencia a ella como el cuerpo de Cristo: “Ahora ustedes son el cuerpo de Cristo, y miembros individualmente. Y Dios ha colocado a los miembros respectivos en la congregación.”—1 Cor. 12:27, 28, NM.
2. ¿Para indicar qué hecho usó Jesús sólo un pan en la cena, y por qué es que Jehová no participa en el “un solo cuerpo” que Pablo menciona?
2 En los primeros tres capítulos de esta carta Pablo manifiesta que la congregación, el cuerpo de Cristo, debe ser indivisa en pensamiento y acción. Por lo tanto tiene que estar indivisa en su actitud hacia la cena del Señor y hacia todo lo que ella obliga a un miembro de la congregación a ser y a hacer. Si todos los miembros participan de la cena del Señor, entonces éstos deben permanecer juntos y ser un solo cuerpo. Cuando instituyó la cena del Señor, Jesús usó un solo pan, y lo hizo así para indicar que los que participan del pan o del cuerpo de carne de Jesús eran “un solo cuerpo” bajo él su Cabeza. Los israelitas espirituales en el nuevo pacto que participan del un solo pan ázimo están teniendo una comida en común juntos. Mediante esto ellos representan que son “un solo cuerpo,” que participan de los mismos beneficios y privilegios, comen en la misma mesa espiritual. Prescindiendo de cuántos son, todavía son “un solo cuerpo,” porque ‘todos ellos están participando [comiendo] de ese solo pan.’ Jehová Dios no está participando con ellos en este “un solo cuerpo,” porque él no es miembro de él. Jesucristo es la Cabeza de ese “un solo cuerpo,” pero está bajo Jehová. “La cabeza del Cristo es Dios.” (1 Cor. 11:3, NM) Como Cabeza, Jehová aceptó el sacrificio de Jesús.
3. (a) De modo que, ¿qué acto indica que todos ellos son “un solo cuerpo”? (b) Al participar de la carne y sangre de Cristo ¿qué han recibido de Dios y para qué privilegios adicionales ha servido esto como un escalón?
3 En sí mismo el un solo pan ázimo no simboliza este “un solo cuerpo” bajo Jesús. Ese pan simboliza el cuerpo humano que Jesús sacrificó. El acto de comer ese pan en participación común es lo que indica que todos los que lo comen son “un solo cuerpo,” “el cuerpo de Cristo.” Al participar de la carne y la sangre de Jesucristo todos han recibido justificación de Dios o han sido declarados justos. Esta justificación de ellos en la carne no ha sido un fin en sí misma.
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