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Ejecución de juicio divino sobre los impíosLa Atalaya 1966 | 15 de marzo
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multiplicados por medio de Jesucristo. Lo necesitamos para que se efectúe la obra de predicar las buenas nuevas del Reino y para librar a todavía más personas de Babilonia la Grande. También necesitamos misericordia divina y por eso tenemos que ser misericordiosos para con otros cuya vida está implicada.
24 Por consiguiente, Judas escribe: “También, continúen mostrando misericordia a algunos que tienen dudas; sálvenlos, arrebatándolos del fuego. Pero continúen mostrando misericordia a otros, haciéndolo con temor, mientras odian hasta la prenda interior de vestir que ha sido manchada por la carne.” (Jud. 22, 23) Para hacer esto, tenemos que distinguir entre los que son dignos de la misericordia de Dios y los que son soñadores animales condenados cuya destrucción fue representada por el fin ardiente de Sodoma. Tales hombres, en virtud de su murmurar, hacen que individuos inestables se llenen de dudas en cuanto a si ésta es la organización de Jehová o no. Estos que dudan quizás sean sacudidos en tal forma por las palabras hinchadas de aquellos quejumbrosos que quizás dejen de asistir a las reuniones del pueblo de Jehová. Por consiguiente, Judas nos aconseja que les tengamos misericordia a los que vacilan y dudan. No debemos pasarlos por alto. Pacientemente tratemos de edificarlos en la fe. Pero tenemos que obrar rápidamente, como los bomberos arrebatan a personas en peligro de un edificio que arde; así nosotros tenemos que ‘arrebatarlos del fuego.’
25 Quizás algunos hayan cedido a las seducciones de aquellos soñadores inmorales y así hayan manchado su identidad como cristianos verdaderos. (2 Ped. 2:18) Pero aunque odiamos las prendas interiores de vestir manchadas, tenemos misericordia para quien use las prendas de vestir y tratamos de ayudar a tal persona a recobrar la salud espiritual.
26 Mientras ayudamos a otros a edificar su fe, continuamente tenemos que ‘luchar tenazmente por la fe,’ resistiendo a todos los quejumbrosos impíos, a los que quisieran ser separatistas y a cualesquiera que quisieran tornar la bondad inmerecida de Dios en una excusa para sí mismos para llevar a cabo conducta desenfrenada en la congregación. Por medio de luchar incesantemente así, estaremos confiando en Jehová para que nos salvaguarde de tropezar. A él sea la gloria: “Ahora al que puede guardarlos de tropezar y ponerlos sin tacha a la vista de su gloria con gran gozo, al único Dios nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, potencia y autoridad por toda la eternidad pasada y ahora y en toda la eternidad. Amén.” (Jud. 24, 25) Las palabras de Judas casi son una oración a Jehová a favor de su pueblo para que Él nos sostenga e impida que tropecemos si ‘luchamos tenazmente por la fe’ para permanecer en su amor. Mientras todos los pecadores impíos encontrarán su destrucción, como predijo hace mucho el Juez Supremo, nosotros tendremos el privilegio, con vidas interminables, de atribuir a Jehová lo que le corresponde.
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Muestran su aprecioLa Atalaya 1966 | 15 de marzo
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Muestran su aprecio
Según el Anuario de los testigos de Jehová para 1966, uno de los puntos prominentes del año en Okinawa fue la dedicación del primer Salón del Reino en este territorio. Está ubicado convenientemente para las reuniones de las dos unidades de la congregación de Naha. Los hermanos muestran su aprecio por esta provisión por medio del excelente apoyo que dan a las reuniones.—Heb. 10:24, 25.
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