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Dios no se demora en cumplir su promesaLa Atalaya 1999 | 1 de junio
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Debe llenarse la medida de su error
Al estudiar cómo trató Dios con la humanidad en el pasado, observamos que muchas veces retuvo su juicio hasta perderse toda esperanza de que hubiera mejora. Por ejemplo, en el caso del juicio de Dios contra los cananeos, él le señaló a Abrahán los pecados de estos con mucho tiempo de antelación. Pero aún no había llegado el momento de ejecutar su sentencia. ¿Por qué no? La Biblia dice: “Porque todavía no ha quedado completo el error de los amorreos [cananeos]”, o como dice la versión de Straubinger, “hasta el presente la maldad de los amorreos no ha llegado a su colmo” (Génesis 15:16).a
Pero unos cuatrocientos años más tarde llegó el juicio de Dios, y los descendientes de Abrahán, los israelitas, conquistaron la tierra. Algunos cananeos, como Rahab y los gabaonitas, se salvaron gracias a su actitud y sus acciones, pero, en general, habían llegado a un nivel de inmundicia extremo, como lo revelan excavaciones arqueológicas actuales. Practicaban la adoración fálica, la prostitución en los templos y el sacrificio de niños. El Compendio manual de la Biblia, de Henry H. Halley, dice: “Los arqueólogos que cavan en las ruinas de las ciudades cananeas se preguntan por qué Dios no las destruyó mucho antes”. Al final, ‘la medida máxima de los pecados de los cananeos se llenó’; su maldad había “llegado a su colmo”. Nadie podía acusar con razón a Dios de ser injusto cuando hizo que se limpiara la tierra, mientras perdonó a quienes manifestaron una buena actitud.
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Dios no se demora en cumplir su promesaLa Atalaya 1999 | 1 de junio
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a Una nota al pie de la página sobre este versículo en la obra El Pentateuco. Con el comentario de Rabí Shlomo Yitzjaki (Rashi) dice: “No podrá ser arrojado de su país hasta ese plazo, porque Dios no castiga definitivamente a ningún pueblo hasta que éste no llena la medida máxima de sus pecados”.
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