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¿Están justificadas las dudas sobre Jesús?La Atalaya 1995 | 15 de agosto
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¿Hay motivo para dudar de la resurrección de Jesús?
En primer lugar, examine una contundente prueba circunstancial que apoya la veracidad del relato de la resurrección de Jesús: su tumba vacía. El descubrimiento del sepulcro vacío de Jesús fue un hecho que no cuestionaron sus contemporáneos, ni siquiera sus opositores. (Mateo 28:11-15.) De haberse tratado de un engaño, se habría denunciado enseguida. La obra de consulta antes mencionada llega a esta lógica conclusión: “No hay explicación fundada del hecho de que la tumba estuviera vacía, excepto la declaración bíblica: ‘No está aquí, pues ha resucitado’ (Mat. 28:6.)”.
Hay quien objeta a esto, alegando que los discípulos de Jesús fueron los únicos que proclamaron por todas partes que él fue el Mesías resucitado. Es cierto. Pero ¿no estaba su mensaje fundado firmemente en hechos históricos, especialmente la muerte y resurrección de Jesús? Claro que sí. El apóstol Pablo estaba al tanto de esta relación, pues escribió: “Si Cristo no ha sido levantado, nuestra predicación ciertamente es en vano, y nuestra fe es en vano. Además, también se nos halla falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio contra Dios de que él levantó al Cristo”. (1 Corintios 15:14, 15; compárese con Juan 19:35; 21:24; Hebreos 2:3.)
En el siglo primero hubo muchas personas bien conocidas que podían dar fe de que Jesús se apareció después de su muerte. Entre ellas estuvieron los doce apóstoles, Pablo y otros quinientos testigos.b (1 Corintios 15:6.) Recuerde también la razón por la que Matías reunió los requisitos para reemplazar al infiel apóstol Judas. Hechos 1:21-23 dice que Matías podía dar testimonio de la resurrección de Jesús y de otros acontecimientos anteriores relacionados con él. Si la vida y resurrección de Jesús hubieran sido ficción en vez de realidad, tal requisito para ser nombrado apóstol habría carecido de sentido.
Debido a que en el siglo primero había tantas personas que podían dar testimonio de la vida, milagros, muerte y resurrección de Jesús, el cristianismo se difundió con relativa rapidez por todo el Imperio romano, a pesar de los obstáculos ya mencionados. Sus seguidores estuvieron dispuestos a afrontar penalidades, persecución e incluso la muerte por declarar en todas partes la resurrección y la verdad fundamental que procede de ella. ¿Qué verdad? Que su resurrección había sido posible únicamente gracias al poder de Dios. ¿Y por qué había resucitado Jehová Dios a Jesucristo de entre los muertos? La respuesta a esa pregunta muestra quién es Jesús.
En el día del Pentecostés, el apóstol Pedro declaró francamente a los asombrados judíos de Jerusalén: “A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen. De hecho, David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”’. Por lo tanto, sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero”. (Hechos 2:32-36.) Sí, Jehová Dios “hizo Señor y también Cristo” a Jesús de Nazaret.
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¿Están justificadas las dudas sobre Jesús?La Atalaya 1995 | 15 de agosto
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b En cierta ocasión, el resucitado Jesús comió pescado con sus discípulos, lo que prueba que su aparecimiento no fue simplemente una visión, como afirman algunas personas. (Lucas 24:36-43.)
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